Un nuevo desafío espera la llegada del nuevo presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, en el mandato que arranca hoy a las 12 de la mañana con el pleno de constitución de la nueva corporación provincial. Antes de iniciarse esta etapa, el Gobierno de izquierdas de la Generalitat (PSPV, Compromís y Podemos) y el de las dos derechas en el Palacio Provincial (PP y Ciudadanos) han abierto un camino, aún incipiente, para poner freno a la falta de entendimiento de ambas instituciones. Más allá de convertir Alicante en el contrapoder del Botànic, la nueva andadura pretende ser el punto de partida para rebajar las hostilidades habituales de la época en la que César Sánchez presidía la institución provincial. Y como evidencia, está previsto que tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el nuevo mandatario de la Diputación, Carlos Mazón, expresen hoy en el pleno su voluntad de suavizar tensiones y se ofrezcan a hablar. Otra cosa es hasta dónde lleguen todos esos movimientos.
Ninguna de las partes ha sacado una rentabilidad clara a los constantes enfrentamientos de la etapa anterior. Por un lado, los durísimos pulsos no han servido al jefe del Consell para ganar la Diputación ni el Ayuntamiento de Alicante, lo que ha puesto de manifiesto que posicionarse de esta manera en las instituciones provinciales no implica obtener rédito político. Ante este escenario, la voluntad de la Generalitat es tender puentes hacia el futuro. Por primera vez, Puig acudirá hoy a la toma de posesión de los nuevos diputados provinciales. Es la primera vez que pisará el Palacio Provincial en su mandato. Una clara evidencia de su voluntad por recomponer la relación. Pero este acercamiento no solo interesa a la izquierda. El PP también ha dado un giro de 180 grados para evitar batallas dialécticas que atascan las negociaciones a la hora de sacar adelante los grandes proyectos de la provincia. El ejemplo más evidente es la marginación sistemática que ha sufrido Alicante por parte del Gobierno Central en los presupuestos generales, además de la carencia histórica de inversiones de la administración autonómica a pesar del avance que supuso el último presupuesto. Lejos de caer en lamentos estériles, los respectivos presidentes de la Generalitat y la Diputación han dado un paso adelante en su intención de enterrar desencuentros, un gesto que hoy evidenciarán en sus intervenciones en el Palacio Provincial ante alrededor de 700 personas. Fuentes de la Presidencia de ambos organismos apuntaron que harán una llamada a la responsabilidad para que la reapertura del diálogo se materialice de inmediato.
Además, si por algo se caracteriza este arranque de mandato tras las elecciones autonómicas y municipales es por el liderazgo que asume Carlos Mazón en el PP a nivel provincial y con capacidad de influencia en lo que ocurra en la Comunidad. En el partido ya todos tienen asumido que Mazón toma de facto las riendas tras la renuncia de José Císcar como presidente provincial del PP. A la espera del nombramiento oficial durante el congreso que está previsto que se celebre en los próximos meses, desde hoy el máximo mandatario de la Diputación ejercerá como líder, con el beneplácito de Génova y acompañado por el núcleo duro de los alcaldes con peso específico en la provincia. El sanedrín que toma las decisiones en el partido está compuesto por Luis Barcala, Eduardo Dolón (presidente provincial de manera temporal), Toni Pérez y, obviamente, por el propio Mazón. La nueva estructura tiene el aval de la cúpula regional y nacional del PP en una provincia que a su vez es punto neurálgico en la Comunidad. De hecho, el secretario general Teodoro García Egea y la presidenta del Partido Popular de la Comunidad, Isabel Bonig, asistirán hoy a la constitución de la Diputación para respaldar con su presencia al nuevo presidente.
Primer gobierno de coalición de la historia de la democracia en el Palacio Provincial
Ciudadanos entrega la llave del Palacio Provincial a los populares bajo los pilares de la transparencia y la vertebración
PP y Ciudadanos han cerrado el primer gobierno de coalición de la historia de la democracia en la Diputación de Alicante. Ante el empate a 14 diputados, los de Albert Rivera se convirtieron en la llave para garantizar un gobierno estable tanto a favor de la izquierda como de la derecha. Finalmente, la formación naranja decidió dar su apoyo al PP en el Ayuntamiento y en la Diputación y desoír los constantes ofrecimientos de Ximo Puig. Los pilares del documento firmado el pasado miércoles en el Museo de Pusol de Elche por Carlos Mazón y el síndic de Ciudadanos en las Cortes, Toni Cantó, son la transparencia, la ética, la vertebración de la provincia y la defensa de la libertad.
