«No tratamos de quitarle nada a nadie, solo queremos tener lo que necesitamos para atender los servicios». Así defendió el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la necesidad de impulsar una posición alicantina reivindicativa ante las administraciones autonómica y central que levante la voz ante el constante problema de la infrafinanción. Luis Barcala y el primer edil de Murcia, José Ballesta, suscribieron ayer por la mañana un manifiesto para la financiación local de las grandes ciudades del «sureste español», en el Ayuntamiento de Murcia, por el que exigen una «financiación justa y adecuada» en el ámbito local.
A través del manifiesto, Alicante y Murcia unen sus fuerzas y crean un frente común defiendiendo que son las «capitales más activas del sureste español y los puntos clave del Arco Mediterráneo, y séptimo y undécimo municipios más poblados de España, respectivamente». Barcala recordó el peso del turismo en la ciudad y alegó la necesidad de recursos para poder soportar una sobrecarga en cuanto a la prestación de estos servicios: «Recibimos a miles de personas de otras muchas regiones españolas que nos generan una serie de gastos pues requieren servicios como sanidad, educación, y otros básicos como la limpieza o la seguridad». El alcalde de la capital de la provincia también defendió que es un agravio comparativo con el resto de municipios similares o de la misma importancia que Alicante o Murcia. «Ejercer la capitalidad significa hacerlo con la responsabilidad que los ciudadanos nos tienen encomendada», dijo.
Las ciudades de Murcia y Alicante han experimentado en los últimos 20 años un importante crecimiento demográfico. Alicante ha crecido de 284.000 a 331.000 habitantes. Sin embargo, son dos de los municipios de España que menos fondos perciben del Estado. Valencia percibió en 2018 una financiación de 429 euros por habitante, Málaga 407 y Zaragoza 392, mientras que Murcia recibió tan solo 221 euros y Alicante 232, es decir, la mitad que ciudades de características similares.
