Era un buen momento para que Benidorm recuperara parte de su poder como una pieza clave en el engranaje político y económico de la provincia. Así lo entendió su alcalde Toni Pérez cuando, justo después de la victoria del 26-M que catapultó al PP a una mayoría absoluta en la capital turística, reivindicó ese papel en una entrevista en este periódico pidiendo presencia de nuevo en el equipo de gobierno de la Diputación. Consideraba que era el momento una vez que Benidorm se había convertido junto a la ciudad de Alicante y Torrevieja en los principales bastiones de un PP con una cuota muy limitada de poder institucional para volverse a quedar fuera del gobierno de la Generalitat y de los principales núcleos de poder institucional en Valencia y Castellón.
La apuesta de Toni Pérez tenía nombre y apellidos: el concejal José Ramón González de Zárate, número tres de la última lista municipal del PP. Era un premio para una de sus personas de máxima confianza en la gestión municipal de Benidorm. Uno de los regidores que lleva más tiempo al lado del alcalde de la villa turística. La repentina marcha de José Císcar de la presidencia provincial del PP reforzó, además, al primer edil benidormense como nuevo secretario general del partido a pesar de que Toni Pérez nunca ha sido un cargo demasiado interesado en las cuestiones orgánicas. Como trazó el resultado electoral, el nuevo poder de los populares a la espera de que Carlos Mazón tome el mando del partido una vez que se asiente en la Diputación, está conformado por un grupo de alcaldes que, en estos momentos, son el último vestigio del enorme poder que llegó a ostentar el PP. Y Toni Pérez es, desde luego, uno de los estandartes en ese decorado ahormado por las urnas de mayo.
La negociación interna dentro de las filas populares y la exigencia de Carlos Mazón de evitar, en la medida de lo posible, que se acudiera a las urnas para resolver la designación de diputados provinciales por consenso, sin embargo, obligó a una negociación en la Marina Baixa para elegir a los dos diputados provinciales entre tres aspirantes. El mencionado González de Zárate junto al alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, hombre fuerte del PP en el interior de la comarca con una mayoría aplastante en su pueblo con el problema que supone el rechazo que genera su figura en Ciudadanos. Y a Juan Francisco Pérez, primer edil de Finestrat, coordinador comarcal y poder emergente con un resultado nítido en una localidad durante muchos años bajo mando de los socialistas. Ambos articulan un eje de mando frente a los pueblos de la costa entre las que solo resiste Benidorm, como aprobó hace unos días la dirección provincial del PP y se certificó ayer en la Junta Electoral de zona de la Marina Baixa con la elección de ambos alcaldes lo que, a su vez, supone la exclusión de la capital turística de la Costa Blanca del equipo de gobierno de la Diputación. Es posible que Mazón compense a Benidorm. Pero no será lo mismo.
Rumbo a la toma de posesión del próximo 19 de julio
Como ya apuntó este periódico, la toma de posesión de la nueva corporación provincial se ha adelantado un día sobre lo inicialmente previsto. Así que la investidura de Carlos Mazón como nuevo presidente se realizará el próximo viernes 19 de julio a partir de las doce del mediodía, confirmaron fuentes provinciales.
