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La negociación en la Diputación aflora las tensiones en Ciudadanos

Cantó dirige los contactos con mando a distancia desde València a espaldas del aparato del partido con el exdiputado José Cano como enlace

La negociación en la Diputación aflora las tensiones en Ciudadanos

La negociación de la letra pequeña del acuerdo que facilitará de nuevo el acceso del PP a la presidencia de la Diputación ha terminado por aflorar las tensiones en Ciudadanos, latentes desde las elecciones por la actuación de Toni Cantó como líder autonómico. El actual síndic del grupo parlamentario en las Cortes controla con el mando a distancia desde València los contactos para cerrar el reparto del pastel de la futura corporación provincial alicantina a espaldas del aparato del partido. Una operación que levanta recelos por la importancia estratégica que tiene la Diputación para que el proyecto de Ciudadanos pueda fortalecer su espacio en la provincia de Alicante. A falta de un liderazgo nítido y potente, Javier Gutiérrez, concejal de Xixona, se perfila como referente del grupo, vicepresidente, portavoz y responsable de Infraestructuras.

Los movimientos desplegados por Toni Cantó en Alicante a raíz de la constitución de la Diputación han terminado por ir cocinando un caldo de cultivo que ha derivado en una mar de fondo que puede tener largo recorrido. Dirigentes de Ciudadanos creen que se está perdiendo una oportunidad de sacar más tajada en un escenario clave como la Diputación para reforzar el músculo del partido y apuntan que la condición decisiva de los dos diputados provinciales naranja -sin su voto, la presidencia recaería directamente en los socialistas- hubiera facilitado una negociación mucho más dura para el PP. De hecho, le reprochan a Cantó su personalismo que, sin ir más lejos, ha conducido a que los contactos se estén realizando sin la participación de las áreas de Organización y Política Institucional de la formación. Un personalismo que le ha llevado a eliminar voces con un discurso crítico para rodearse de un núcleo a su medida, como ha hecho en las Cortes, donde también se le cuestiona su mensaje de corte conservador.

Las negociaciones para la Diputación están teledirigidas desde València por Toni Cantó, decidido a acumular el poder en la organización y que ha delegado esas conversaciones en el exdiputado en el Congreso José Cano, una apuesta de perfil bajo y con desconocimiento del funcionamiento de la Diputación. La situación de Cano es muy complicada. A la espera de que como premio a su fidelidad con Cantó le caiga un puesto como asesor en el Palacio Provincial, el exparlamentario en Madrid tiene poco predicamento dentro de Ciudadanos y, además, un problema añadido. La agrupación naranja en su pueblo, La Nucía, mantiene un durísimo enfrentamiento con Bernabé Cano, alcalde del PP y que también será diputado provincial. Fuentes consultadas aseguran que hay vídeos de la última campaña electoral con la batalla en la localidad, en la que los populares arrasaron. Alertan cargos de Ciudadanos que un negociador hábil como Mazón, con esto, lleva ventaja para controlar el detalle de las competencias del Palacio Provincial.

En ese escenario tiene que terminar de cuadrar Ciudadanos un grupo que arrancará con un déficit: tendrá que ahormar un liderazgo en tanto que los diputados elegidos son dos desconocidos y trazar un relato propio para intentar evitar que el panorama termine arrastrando a los naranjas a acabar engullidos por el PP en el mandato. Y todo ello con un grupo que tiene complicaciones. Javier Gutiérrez, edil de Xixona y que en su día llegó a tener algún contacto superficial con el PP, se perfila como vicepresidente y portavoz pero no tiene experiencia más allá de su pueblo. Por formación asumirá Infraestructuras, aunque habrá que ver en lo que se queda ese departamento cuando se forme gobierno. Una de las grandes incógnitas del tablero.

La otra diputada provincial de Ciudadanos será Julia Parra que, con toda seguridad, se hará cargo de las competencias de Cultura. La cuestión con la que la concejal de Sant Joan d'Alacant tendrá que lidiar con un panorama casi esquizofrénico. Cuando se levante por la mañana gobernará junto a los socialistas en su pueblo y cuando vaya a la Diputación al café, tendrá que amoldarse a un ejecutivo con el PP. Hay que esperar a completar ese equipo de Ciudadanos en la Diputación, a la nómina de asesores. Junto a Cano suenan dos exalcaldes del PP: Enrique Ponsoda, que ganó en Guadalest; y Rafa Vives, que perdió en Daya Vieja. Ambos son íntimos de Mazón, con el que compartieron bando en el sector ripollista. Pero, con todo, una de las grandes cuestiones que planea sobre Ciudadanos es el futuro de Toni Cantó en la Comunidad. ¿Aguantará en las Cortes o moverá «ficha» para retornar a Madrid? Ahí está la clave.

Cambiar la designación de altos cargos por un concurso de méritos

Ciudadanos presentó ayer una proposición no de ley «sobre la profesionalización de la alta dirección de la Generalitat» durante una comparecencia de Toni Cantó en las Cortes, como recoge la imagen. La calificó como «Ley antienchufismo» que ve la luz tras los nombramientos del Consell. La formación quiere suprimir la libre designación de la alta dirección: secretarías autonómicas, subsecretarías y direcciones generales deberán gestionarlas personas objetivamente cualificadas. Es decir, proponen utilizar criterios de «igualdad, eficiencia, eficacia, mérito, capacidad, idoneidad, publicidad y concurrencia», los mismos que en un concurso público. El mismo baremo debería aplicarse también para los consejos y la dirección de las empresas públicas.

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