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Una Diputación que arranca con otro aire

Carlos Mazón comparte una conversación previa a su investidura con Gerard Fullana, líder de Compromís y gran azote de César Sánchez en este mandato - El encuentro entre ambos dirigentes se celebró con la mediación del presidente de la patronal alicantina

Una Diputación que arranca con otro aire

Ni siquiera se ha constituído todavía la Diputación de Alicante después de las elecciones municipales del pasado 26M pero, al margen de calendarios oficiales, ya se están generando movimientos políticos de gran calado que permiten aventurar que, al menos en un principio, la corporación arrancará su mandato el próximo 19 de julio con otro aire. Otra cosa es lo que ocurra a lo largo de cuatro larguísimos años. Pero, por lo pronto y a diferencia de la batalla campal que el todavía mandatario César Sánchez ha mantenido con la Generalitat, Carlos Mazón, candidato del PP y virtual presidente, ya ha abierto dos vías de interlocución con los principales socios del Botànic II en la Generalitat. Como ya detalló este periódico, lo hizo la noche de la cremà de las Hogueras de forma distendida con el conseller de Infraestructuras, Arcadi España, quizá el miembro del gobierno autonómico más próximo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Pero el pasado martes se accionó una palanca que pocos, sin duda, esperaban que se moviera: Gerard Fullana, líder de Compromís en la Diputación y el principal azote de César Sánchez en el mandato que ahora finaliza.

El contacto de Mazón con Arcadi España fue superficial con la idea de mantener un encuentro después de que se produzca la investidura en la Diputación. Pero la conversación con Fullana en la que participó además como mediador el presidente de la patronal CEV en Alicante, Perfecto Palacio, fue larga. Unas dos horas y media. Se habló en tono distendido de diferentes asuntos sin entrar en posibles acuerdos. Tampoco era el momento. Incluso departieron de la petición de Compromís vinculada al sistema de reparto de las obras provinciales, un departamento que corresponde a Ciudadanos, para establecer criterios objetivos de distribución del dinero público entre los municipios, un punto que volverá a ser caballo de batalla de la acción política de Gerard Fullana en el Palacio Provincial después de renovar su escaño en la Marina Alta. Pero con todo, al margen de los detalles, el calado de la operación tiene un valor más simbólico. Supone sentar en la misma mesa al virtual presidente de la Diputación y líder de facto provincial del PP -es cuestión de tiempo hasta que se convoque el congreso extraordinario- con el hombre que ha sido una pesadilla para César Sánchez y que ha mantenido enfrentamientos durísimos con Carlos Castillo, hasta aquí portavoz del PP.

Con el encuentro, Mazón concede Fullana un estatus de pieza clave de la oposición que va a tener durante los próximos cuatro años en el Palacio Provincial y a la vez deja abierta la interlocución con un dirigente que, en estos momentos, tiene un papel determinante en la posición de Compromís en la provincia. Un discurso que está en fase de revisión, como apuntaron fuentes de la coalición. Se mantendrá, en el caso de la Diputación, la exigencia de elementos objetivos en el reparto de las obras pero es posible que haya un cambio de criterio con un argumentario más transversal en la provincia donde la acción política de Compromís encuentra más reticencias. Todo el mensaje de la coalición en la provincia entra en un periodo de reflexión de cara al próximo ciclo electoral. Pero, junto a ese cambio estratégico que deberá afrontar Compromís, el futuro presidente de la Diputación ya tiene vías de comunicación con los dos principales socios del Botànic II. Y eso es lo que le confiere valor a este movimiento desplegado por Mazón, que sin duda tiene un perfil opuesto al de César Sánchez.

Interlocución y relación

Un intento de trazar una relación diferente y de que, al menos, haya una vía de intelocución entre la Diputación y la Generalitat. Durante los últimos cuatro años, el jefe del Consell, Ximo Puig, ni siquiera pisó el Palacio Provincial para verse con César Sánchez. A golpe de cañonazos desde Alicante hacia València y con artillería de vuelta, ambos dirigentes se han comunicado casi a golpe de comunicación en los juzgados, donde la Diputación cavó su trinchera defensiva frente a los movimientos administrativos del Consell para atar en corto a la institución provincial, algo que la Generalitat no consiguió en ningún momento. Ahora ese cambio de rumbo se podría acabar visualizando con la presencia de Puig, está casi asegurada, durante la sesión de constitución de la Diputación.

Pero esa estrategia que ha desplegado César Sánchez sin cooperación con València solo conducía a la oposición frontal pero, en ningún caso, a ahormar un relato propio. Por eso Carlos Mazón quiere darle la vuelta y, junto a otros diputados, jugará un papel decisivo, sin duda, Adrián Ballester, elegido ayer de nuevo como diputado provincial por la Vega Baja. Deja las Cortes para tener un rol de relevancia, posiblemente el portavoz del grupo del PP, y aprovechar su perfil de consenso para que la Diputación no solo arranque con otro aire sino que lo tenga también durante los próximos cuatro años. Veremos.

La elección se adelanta al día 19 a la vez que se cierran los flecos con Ciudadanos

En paralelo a los contactos que Carlos Mazón mantiene casi a diario a un lado y a otro para, por ejemplo, desvirtualizar la figura de opositor duro con la que identifica a Gerard Fullana, líder de Compromís en el Palacio Provincial, el futuro presidente de la Diputación está cerrando los flecos del arranque del mandato con sus socios de Ciudadanos. El acuerdo base está concretado desde hace semanas y el pacto está finiquitado casi desde el día después de las elecciones, como ha venido detallando este periódico. Pero ahora queda vestir el santo. Una delegación del PP y otra de Ciudadanos solemnizan desde hace unos días discretamente los flecos del reparto del nuevo equipo de gobierno de la Diputación. Desde los orgánismos, muchos de ellos ya controlados por los naranjas a raíz del pacto de hace cuatro años, a la letra pequeña de las competencias de cara área. Habrá un acto formal de firma del acuerdo antes de la investidura que, de forma definitiva, se ha previsto para el viernes día 19 de julio, con un adelanto de 24 horas sobre lo inicialmente previsto. Ayer mismo ya estaban saliendo las invitaciones para la sesión de constitución y la investidura como presidente de Carlos Mazón.

Un hemiciclo sin el PP de Orihuela por vez primera en doce años

Orihuela siempre ha sido uno de los grandes bastiones del PP en la provincia de Alicante. Salvo pequeños periodos con alcaldes de izquierda siempre con mayorías muy precarias, los populares han hecho siempre de la capital de la Vega Baja uno de sus principales graneros de voto. Prácticamente en todos los mandatos, se sentaron diputados del PP de Orihuela en el Palacio Provincial. La última vez que hubo vacío fue entre 2003 y 2007. Ayer, sin embargo, se rompió esa línea con la elección que va entre 2019 y 2023. Como se aprecia en la imagen, fueron designados como diputados provinciales Adrián Ballester, de Redován; María Gómez, alcaldesa de Almoradí; y el presidente provincial del PP además de primer edil de Torrevieja, Eduardo Dolón. Los malos resultados electorales, los conflictos internos que han dejado a la formación a las puertas de perder la Alcaldía de Orihuela y las polémicas judiciales que afectan a Emilio Bascuñana les alejan del escaño.

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