La sección quinta de la Audiencia de València ha dado el carpetazo definitivo a la causa que investigaba las presuntas irregularidades en la construcción del circuito de Fórmula 1 de València y ha decidido archivar la causa, según el auto facilitado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Las tres magistradas que firman el auto, Begoña Solaz (ponente), Rosario Benavides y Marta Espuny, dan la razón a la Fiscalía Anticorrupción que presentó un recurso de reforma para que se diera por cerrada la causa ya que consideraba que parte de los hechos habían prescrito o no habían podido acreditarse. El archivo de la causa del circuito de la Fórmula 1 ya es firme y no puede recurrirse. Y deja sin efecto el auto que dictó la titular del Juzgado de Instrucción 17 el pasado 17 de junio en el que decidía abrir juicio oral contra el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y trece personas más por las supuestas irregularidades en el diseño y construcción del circuito de Fórmula 1, sin esperar a la decisión de la Audiencia de València sobre el futuro de la causa.
La magistrada pretendía sentar en el banquillo de los acusados al exjefe del Consell, al exconseller de Infraestructuras Mario Flores, al exsecretario autonómico Victoriano Sánchez Barcaiztegui, dos técnicos de la Conselleria de Infraestructuras y nueve empresarios que participaron en el diseño y construcción del circuito. Las magistradas de la sección quinta de la Audiencia de València asumen los dos argumentos esgrimidos por la Fiscalía Anticorrupción en su recurso de apelación, al que se sumaron dos de los acusados. Por un lado, consideran que la prevaricación en la adjudicación de tres contratos para el diseño y la dirección de obra del circuito han prescrito. En las «diligencias prolijamente practicadas durante la causa» se pudo confirmar que las consultoras Typsa y Ayesa ya trabajaban en el diseño y circuito de Fórmula 1 antes de que se les adjudicaran los contratos por parte de la empresa pública Gestor de Transportes y Puertos (GTP), dependiente de la Conselleria de Infraestructuras. Aunque el presunto delito de prevaricación prescribió el 28 de septiembre de 2017. Y las diligencias en el Juzgado de Instrucción 17 de València no se iniciaron hasta el 30 de enero de 2018, cuando la Fiscalía Anticorrupción presentó la denuncia por estos hechos.
La prevaricación solo podría haberse salvado de la prescripción si se hubiera podido acreditar la malversación de caudales públicas agravada. Un delito que no ha podido probarse. «No es posible constatar de forma fehaciente hechos o circunstancias que permitan apreciar la existencia de un perjuicio económico directo para la Generalitat, evaluable económicamente, derivado de la adjudicación de los expedientes analizados». Una opinión defendida por Anticorrupción a partir del informe de la Intervención de la Generalitat que no vio perjuicio al erario en la construcción del circuito.
La Generalitat seguía acusando
No lo veía igual la Generalitat que sí había decidido seguir acusando al expresidente Camps a través de la Abogacía de la Generalitat, personada en la causa, porque consideraba que había malversado un total de 55 millones de euros en la construcción del circuito de Fórmula 1 (el resto hasta los 90 millones que costó el circuito deberán recuperarse cuando se urbanice el PAI del Grao). Los 55 millones es la cantidad invertida en adecuar la zona de la Marina, de paddocks y boxes que «no resulta en ningún caso recuperable». «La decisión del señor Camps de construir el Gran Premio de Europa, imponiendo al Gestor de Transportes y Puertos (GTP) a través del decreto 3/2007, obligaciones que excedían de su objeto social y que no son susceptibles de recuperación alcanza la cifra de 55.742.724,57 euros», según defendía la Abogacía.
Unos argumenos que no dan por buenos las magistradas de la sección quinta de la Audiencia que han decidido que «no cabe admitir la prosecución de un procedimiento al que ningún futuro razonable cabe augurar». Y añaden que su decisión de archivo no la modifica el hecho de que Francisco Camps asegurara que la Fórmula 1 tendría «coste cero» y que después el circuito tuviera un «coste elevado, cosa previsible pese a las manifestaciones del señor Camps», justifican. Por tanto «de forma fatal, procede decretar el sobreseimiento provisional de la causa». Al ser provisional si surgieran otras pruebas, podría acabar reabriéndose en un futuro.
«Desde que dejé la Presidencia no ha habido un gobierno como Dios manda»
El exjefe del Consell seguirá defendiéndose en las dos causas pendientes y arremete contra Costa y El Bigotes
El expresidente de la Generalitat Francisco Camps se mostraba ayer satisfecho y tranquilo tras lograr que la justicia archive la tercera causa contra él, de las cinco abiertas. Aún le quedan dos causas abiertas (la visita del papa y la pieza separada de la Gürtel por la adjudicación de Fitur 2009) pero asegura que seguirá defendiéndose «con la misma tranquilidad y la misma serenidad con la que lo he hecho hasta ahora». «Debo ser el político que más veces ha ido a declarar a un juzgado», aseguró al finalizar la rueda de prensa.
Tras la absolución en la causa de los trajes y los dos archivos de las causas sobre la Fórmula 1, Camps asegura que estas resoluciones judiciales demuestran que «hice bien mi trabajo como presidente de la Generalitat». De hecho, añadió, «desde que yo lo dejé, no ha vuelto a tener la Comunidad Valenciana un gobierno como Dios manda, al servicio y a la altura de los valencianos», aseguró a los periodistas que convocó en el despacho profesional de su abogado, Pablo Delgado.
El segundo sobreseimiento de una causa judicial contra él también da alas a Camps para criticar duramente al actual presidente, Ximo Puig, «que debería dimitir tras esta decisión judicial y pagar las costas de su bolsillo. Usa la Abogacía de la Generalitat para perseguir a sus adversarios políticos». Preguntado por las causas que tiene pendientes, explicó que seguirá defendiéndose y lanzó un aldabonazo a Ricardo Costa y Álvaro Pérez «El Bigotes» por declarar en su contra. «No hay peor colaborador de la justicia que quien miente a la justicia».
