Compromís ha abierto la puerta a un nuevo y espinoso conflicto que parecía estar enterrado o, como mínimo, aparcado. La aplicación de la tasa turística por pernoctaciones en la Comunidad Valenciana vuelve a estar en el foco mediático en este arranque de la legislatura después de que dos de los tres socios del Botànic (Compromís y Podemos) defendieran ayer la necesidad de aplicarla. Este asunto, por el simple hecho de ser nombrado, suele generar alteración entre los profesionales del sector y ya ha dado munición al PP de Alicante para sacar la artillería. Además, es uno de los principales elementos de distorsión que los tres pilares del Botànic tienen ante sí y que profundiza en las costuras abiertas en sus relaciones. Pese a la firme apuesta de Compromís y Podemos, el síndic socialista en las Cortes, Manolo Mata, apuntó que el modelo que existe actualmente es «el que apoya y respalda el sector y además está avalado por la secretaria autonómica de Turismo» y dijo con rotundidad que el debate «no está sobre la mesa y ya se descartó en las negociaciones del Botànic II». Así que el asunto vuelve a poner en un brete a los tres socios del Consell.
El PSPV pretende buscar una solución para aquellos ayuntamientos que voluntariamente quieren imponer un modelo similar al de algunas ciudades europeas, aunque, según dijo Mata «jamás hemos apoyado una tasa porque crearía disfunciones muy serias ya que los modelos turísticos son radicamente distintos». Sin embargo, las otras dos formaciones de izquierdas no estuvieron de acuerdo con la postura de los socialistas y fueron un paso más lejos en sus reivindicaciones. El impuesto sobre el alojamiento turístico aparecía en la comisión técnica del Botànic II como una de las cuestiones que se podría implantar, pero en una de las últimas reuniones para cerrar el documento político desapareció por falta de consenso entre los socios sobre cómo debía ser aplicada: mediante un proceso municipal discrecional que apliquen los municipios, de manera generalizada o a través de tramos autonómicos.
El síndic de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, se comprometió ayer a trabajar para que se puedan implantar tasas turísticas municipales con la vista puesta en una petición de la ciudad de València al considerar que este asunto no debe quedarse en los cajones «por la mejora de la financiación» que supondría para los municipios en cuestión. «Deben ser los propios ayuntamientos los que la puedan instaurar a discreción, pues si un Consistorio quiere hacerlo no hay que impedirlo, sino buscar la vía para propiciarlo». Este modelo por municipios entronca con la propuesta de Ximo Puig en la anterior legislatura, en la que defendió huir de la uniformidad de la Comunidad Valenciana. En opinión de Ferri «no puede ser» que cuando los valencianos van a otras ciudades europeas de características similares paguen para sufragar gastos que generan allí, «pero aquí sean los que paguen los gastos que generan los turistas que visitan la ciudad».
Por su parte, la síndic de Podemos, la alcoyana Naiara Davó, afirmó que sería positivo que las fuerzas del Botànic se sentaran a acordar una propuesta conjunta. «Desde Podemos hemos estado trabajando en sacar adelante la tasa y valoramos positivamente el cambio de actitud de Compromís. Esperamos que no se limite a ser un anuncio veraniego». En opinión de Davó, los ingresos derivados de este impuesto deben ir a parar a los municipios. No obstante, considera necesaria una regulación autonómica que evite una competencia fiscal a la baja entre ayuntamientos. También opina que hay que tener en cuenta que los municipios afectados por las externalidades del turismo no son solamente aquellos donde pernoctan los turistas, sino también los de su entorno: «Nos parece un avance que el debate deje de centrarse en el tasa sí o tasa no para centrarse en el cómo». No obstante, Podemos no siempre ha mantenido el mismo criterio. En el programa electoral para el 28-A, la formación insistió en impulsar esta medida pero tras la presión social de empresarios y dirigentes del PP, el vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, enfrió su aspiración y afirmó que «la manera no es poner más impuestos». Ahora, en un nuevo giro de su discurso, los morados han afirmado que están de acuerdo con que los ayuntamientos tengan autonomía pero dentro de una regulación autonómica en la que los municipios no puedan autoexcluirse pero sí decidir sobre cómo se aplica.
Compromís entra en modo oposición a Pedro Sánchez y reivindica más inversiones a Madrid
La coalición reclama diálogo y pide al presidente que tenga en cuenta las necesidades valencianas como la falta de financiación
El síndic de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, pidió ayer al PSOE que se acostumbre a «dialogar más» en el actual modelo de democracia «plural», con muchos grupos parlamentarios y en el que las mayorías absolutas cada vez será más difíciles. «Aquí ya estamos acostumbrados, llevamos cuatro años trabajando de esa manera», manifestó Ferri, quien rehusó entrar a valorar si Unidas Podemos debe estar dentro o no del Gobierno y pidió a los partidos estatales «amplitud de miras».
Fran Ferri mostró su deseo de que haya investidura y de que además se trasladen al posible pacto del Gobierno Central todas las medidas que ha firmado el PSPV-PSOE en la Comunidad Valenciana, entre ellas muchas reivindicaciones valencianas como la falta de financiación e inversiones, pero también medidas «de calado social, ambiental y lucha contra la emergencia climática». Fran Ferri recordó que Compromís apoyará la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno «siempre que se ponga sobre la mesa un calendario sobre la reforma del sistema de financiación», pues a su juicio «es una cuestión de voluntad política y de valentía» a la hora de ejecutarlo.
