P ¿Se imagina que la vida puede cambiar tanto en 48 horas? De apoyar la investidura del socialista Carlos González como alcalde de Elche, a la que usted aspiraba, a ser consellera en dos días.
R (Sonríe). Es ilusionante, es emocionante pero también da vértigo. No lo voy a negar. He estado más de 48 horas en shock, que lo calmaron, entre otras cosas, las Hogueras de Alicante. Me ha parecido un ejercicio muy sano para darme cuenta de que no soy una inconsciente. Ese vértigo lo que conlleva es una responsabilidad y un saber la importancia de lo que me estaban ofreciendo y lo que he aceptado para los próximos cuatro años.
P ¿Este cargo llega cuando menos lo esperaba?
R Te tengo que decir que sí. Yo había hecho una apuesta por la candidatura municipal. Tenía ganas de estar en Elche y el proyecto político que habíamos defendido e íbamos a defender, la candidatura como Capital Verde Europea, que está muy relacionada con lo que tengo entre manos, con la emergencia climática y la transición ecológica, que ahora estoy asumiendo para 5 millones de valencianos.
P ¿Este cargo es una oportunidad para regresar a la primera línea política? ¿O es un reconocimiento por su trayectoria?
R No es un reconocimiento más a ser candidata a la Alcaldía de Elche, a través de primarias, pero hay un proyecto político donde encaja mi perfil y que es coherente con lo que estaba liderando en Elche. Y eso sí es un reconocimiento a lo que se estaba haciendo en Elche que se haga en la Comunidad Valenciana.
P ¿Se siente preparada para gestionar áreas tan técnicas como agricultura, desarrollo rural o transición ecológica?
R Voy a hacer política desde el Pacto del Botànic [Mollà acudió a la entrevista con una copia del acuerdo en la mano], y tengo que tener una dirección clara y el impulso o la pasión suficiente, y para eso el perfil indiscutible pasa por tener políticos haciendo política ca, no políticos ocupando cargos políticos. Y tengo 2.000 técnicos en la Conselleria preparadísimos para darle una concreción a las líneas estratégicas. No es incompatible la política con la base técnica.
P ¿Qué queda de la Mireia Mollà reivindicativa de las Cortes? ¿De la Mollà azote de Francisco Camps o de Rafael Blasco
R Queda todo, y como consellera voy ser reivindicativa, hacia adentro, con todo el Consell implicado en la transición ecológica, con presupuesto y medios humanos. Y hacia afuera necesito complicidades en el marco estatal o europeo. Con cualquier decisión que ponga trabas voy a ser reivindicativa. Por ejemplo, ya he escrito una carta al ministro de Agricultura, presentándome y pidiéndole una reunión diciendo que estoy preocupada por la postura de España ante el acuerdo de Mercosur, que puede ser un factor determinante dañino en nuestros cítricos. No hemos superado el acuerdo de Sudáfrica y tenemos a Pedro Sánchez, un presidente del Gobierno, que se dirige a la Comisión Europea diciendo que quiere firmar un acuerdo que el presidente de Francia, Emmanuel Macron ya ha dicho que perjudica a los agricultores franceses. Y a mi me corresponde llamar la atención sobre eso y poder dar la voz al campo valenciano para que no se nos agreda aún más de lo que ya se está haciendo.
P «La Comunidad Valenciana vive en emergencia climática». ¿Por qué valoran así la situación?
R El cambio climático es una evidencia, pero hay que contarlo. La emergencia climática da un paso más allá. Se tienen que tomar decisiones ya, en el momento justo, cada vez que dejas pasar tiempo, las decisiones que vas a tomar mañana son peores que las que puedas tomar hoy. Darle el grado de emergencia al cambio climático es una declaración de intenciones clara y ponerle el grade de preocupación y ocupación que debemos tener los poderes públicos y la sociedad.
P En su toma de posesión aseguró que se trata de un «momento crucial, de urgencia para el medio rural, el agua, la salud y el bienestar de las personas». ¿Todos estos mensajes alarmistas cuajan en la sociedad actual?
R Cuando lean esta entrevista habrá un calor insoportable; cuando vayan a la playa el litoral será más estrecho; ojala no se encuentren algún incendio; cuando vean que las playas se llenan de suciedad y plásticos; o cuando vean que la mala alimentación perjudica a las personas. Y después de todo esto, cuando uno se siente a reflexionar se dará cuenta que no es un discurso alarmista, es una realidad y ahí estamos implicados todos los actores. Las chavaladas de 16 años nos pueden decir que como los adultos de hoy no tomemos las decisiones que hay que tomar, como no lo hagáis nos vais a dejar un futuro mucho peor, nos estáis haciendo daño, nos estáis agrediendo. Y me parece increíble que un adulto se niegue a escuchar a la generación a la que tenemos que dejar un futuro mejor. Me lo tengo que creer, no es una alarma, es una realidad.
P ¿De quién son en el Consell las competencias en materia de medio ambiente?
R Si es un concepto, es de todos. ¿Vivienda es medio ambiente? Sí. ¿Ordenación del territorio es medio ambiente? Sí. ¿Transporte? Sí. ¿Política social? Sí. ¿Presidencia? Sí. De todos. Si me dices dónde están los técnicos que va hacer un informe de impacto ambiental, o los que van a proteger las microreservas o los que van a preparar una orden concreta para firmar, esos técnicos están en la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Pero todos van a tener que contribuir.
P ¿Cómo se va a lidiar el conflicto de intereses con Podemos
R No va a haber conflicto de intereses porque la causa lo merece. Problemas internos los tienen todos, pero yo voy a tratar de contribuir como lo he hecho cuando he tenido que acordar el presupuesto con Podemos, y los cuatro años del Botànic estuvieron en tiempo y forma, con un comportamiento ejemplar. Pusimos por encima lo importante y el consenso se debe construir.
P Anunció que una de sus primeras reuniones será con los agricultores afectados por la plaga de la Xylella. ¿Se ha producido ya? ¿Tiene fecha?
R Ya ha tenido una reunión con representantes de AVA y La Unió, y hablamos de una posible reunión en unos días, con todas las partes implicadas.
P ¿Qué puede ofrecer el Consell a estos agricultores?
R Yo creo en la política de los afectos, estar cerca, hablar, escuchar, poner una mano en el hombro. Y después están las indemnizaciones, que se tiene que programar de otra manera y tienen que llegar, sin trabas administrativas. Además tenemos herramientas para la investigación a través del IVIA. Y después debemos hacer un seguimiento de las normas europeas. Europa debe de implicarse, no marcar las normas y olvidarse. Debe ayudar porque la plaga no entiende de fronteras.
P ¿Y no teme que le tiren «almendrazos» como le pasó en la campaña a Joan Baldoví?
R Baldoví se acercó y les escuchó, y ese gesto hizo posible un diálogo. Respondió como se debe ante una prueba de falta de acercamiento, por no estar a su lado.
P Otro problema que arrastran los agricultores alicantinos es el agua. ¿Como piensa plantear el déficit hídrico?
R Hay muchos frentes, con acciones propias y un marco estatal y europeo. Nosotros debemos hacer bien los deberes invirtiendo en modernización de regadíos y depuración, y en la optimización de recursos. Y luego jugamos en una liga estatal y europea, y España no puede cuestionar que los cultivos del sur de Europa, que somos nosotros, el sur de la Comunidad, son el dique de contención contra la desertización. Y luego está que Europa no debe entender el agua desde un punto de vista nórdico. Europa debe entender que la cultura del agua debe tener una visión más global y particular según la zona en la que se está tratado. Por eso hay que hacer un lobby potente en Europa, que pide el sector, para influir en la política hídrica en Bruselas.
P ¿Ya no hay dudas sobre la viabilidad del memorándum del Tajo-Segura?
R Cada vez que alguien ponga en peligro el memorándum del Tajo, se recurrirá y me pondré al lado de los agricultores. Las dudas las generó el Partido Popular por puro politiqueo que ha hecho mucho daño, porque ha usado el agua como elemento de división, de arma política.
P Cítricos. En lo que llevamos de año las exportaciones de Sudáfrica han perjudicado de forma notoria, y además, Egipto está presionando a la baja. Los acuerdos comerciales bilaterales de la UE no se puede decir que hayan beneficiado a España. ¿Hasta cuándo?
R Para empezar, el Gobierno de España tenía que haber hecho un informe de impacto previo al acuerdo, informe que no existe. Y después, es que el Gobierno no puede hacer una valoración de lo que ha supuesto antes de aceptar las condiciones de Mercosur. Y después están las cláusulas de salvaguardia. Yo no estoy dispuesta a que estos acuerdos se lleven por delante la agricultura valenciana.
P ¿Choca la tradición con la tecnología? ¿Hasta que punto son necesarias las ayudas al sector?
R Creo que debemos velar porque lleguen las inversiones, porque el sector necesita un colchón. Tienen más miedo porque es más fácil abandonar que seguir, y porque tampoco tienen un relevo generacional garantizado. El colchón no es un tema puramente económico, es cuestión de inversión.
P Y podemos seguir hablando de aguacates, caquis, chufas o de la huerta del Segura. ¿Tiene por delante infinidad de productos del que depende la economía de miles de valencianos y alicantinos?
R Son productos genuinos e identitarios sobre los que yo tengo la responsabilidad de que puedan producirse y seguir compitiendo en el mercado Y luego debemos hacer gala cuando millones de personas se cuestionan su alimentación y hay que saber vender esos productos. Y ahí pueden ayudar todos, hasta Turismo.
P La prevención de incendios también es una de sus competencias. A la vista de como ha comenzado el verano en otras zonas, ¿ha cruzado ya los dedos?
R La inversión en prevención de incendios es una de las mejores inversiones que se podrán hacer en el conjunto del Gobierno valenciano. Por eso, las partidas en prevención de incendios deben de subir. Somos conscientes del trabajo de prevención que debemos hacer pero también somos conscientes de los individuos indeseables que queman el bosque, una de las violencias más extremas que merecen un mayor castigo.
P Cinco alicantinos en un Consell de 12 personas. ¿Está la provincia bien representada?
R No es cuestión numérica, es porque aportamos una mirada amplia desde la visión del sur.
P Supongo que el Ayuntamiento de Elche
R Para nada, esto es un hasta mañana porque Elche, para mí y para la Conselleria, va a ser un referente.
«Compromís tiene que seguir atendiendo el sur de Alicante»
La consellera achaca a causas externas e internas los resultados electorales de Compromís, aunque mantiene que la coalición todavía es un «caso de éxito»
Mireia Mollà forma parte de Iniciativa del Poble Valencià, a la que también pertenece su padre, Pasqual Mollà, antiguo líder de la corriente interna de EUPV Esquerra i País. Como dirigente de Iniciativa, agrupación integrada en Compromís, la actual consellera, exdiputada y exconcejal, considera «discutible» que la coalición no obtuvo un buen resultado en las recientes tres citas electorales, generales, autonómicas y municipales.
P En clave interna postelectoral, ¿Compromís ha hecho ya la reflexión necesaria?
R No ha dado tiempo para posarlo todo pero sí hay elementos como el adelanto de las autonómicas, su coincidencia con las generales y que se separara de las municipales. Nunca había pasado y todo en un mes, y con el peligro de que la extrema derecha acceda a los gobiernos. Ha habido temas propios y temas de la situación externa.
P ¿Pero el análisis se va a quedar solo en eso, en una profunda reflexión?
R Hay una cosa evidente: el discurso político tiene que vertebrarse y llegar a todos los rincones de la Comunidad Valenciana. Tenemos que tratar el sur de Alicante como un elemento importante donde Compromís debe seguir haciendo los deberes.
P ¿Se han limado las asperezas dentro de Compromís o la bajada de resultados han generado más conflicto?
R Eso es una cosa de hace años, es un recurso. No hay asperezas, son visiones diferentes entre el Bloc, Iniciativa y los Verdes, que tienen que tratar de trabajar para buscar un espacio común, lleno de matices. Eso es un ejercicio muy sano y gracias a que Compromís es lo que es, funcionó el primer Botànic y funcionará el segundo Botànic. En Compromís ejercemos el valor de la pluralidad y somos ese componente que marca la diferencia de otros territorios. Aquí tenemos ese gobierno de izquierda plural ecosocialista porque está Compromís.
