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Vicent Soler: «Sin presupuestos generales será duro; pediré al Consell que se ajuste el cinturón»

«Con la financiación somos igual de reivindicativos; en la gestión del día a día, ahora lo eficaz es el teléfono». «Hacienda tiene que ser ecuánime en el reparto de recursos. Si no, sería una bomba»

Vicent Soler, conseller de Hacienda, en la azotea de la sede de la conselleria en València. fernando bustamante

P Repite como conseller de Hacienda. ¿Se lo esperaba?

R El presidente me llamó hace cuatro años y ha validado esa confianza conmigo. Es un honor y un privilegio servir al país y hacerlo en una conselleria compleja.

P Y objeto del deseo de Compromís en la negociación. ¿Hacienda es la joya de la Corona?

R Más que la joya de la Corona, es el lugar donde nos encontramos todos los consellers. Esta conselleria debe tener una relación fluida con Presidencia, el lugar donde se afinan las políticas pactadas. Ese pacto previo debe circunscribirse a las circunstancias financieras: la necesidad de que no se gaste por debajo de la media y, por otro lado, el déficit, que depende de que dejemos de estar infrafinanciados. Lo otro, es la gestión de los presupuestos, que elaboramos confiando en que se aprobaban los del Estado.

P ¿Cree que ha sido ecuánime en el reparto de recursos entre los socios la pasada legislatura?

R En un gobierno de coalición Hacienda debe ser ecuánime, sino sería una bomba. Hemos pactado los presupuestos y el día a día. La primera medida que tomé fue poner 15 millones para la dependencia no porque era la vicepresidenta, sino porque se necesitaba.

P Compromís teme que con Sánchez en la Moncloa bajen el tono reivindicativo...

R En la financiación, los valencianos saben que el presidente y yo, desde el primer día, hemos sido tan reivindicativos como con Rajoy. Otra cosa son los aspectos que tienen que ver con el día a día: el FLA, el plan de ajuste y lo que prima es la eficacia. El gobierno anterior no se ponía al teléfono y ahora sí e intenta resolver. Los wasap van que vuelan y con la ministra hay una relación fluida. Cuando eso no pasaba había que elevar el tono. Ahora usamos el instrumento más eficaz: el teléfono, el wasap, la carta... ese mundo de informalidades que hace que la relación sea eficaz y fluida.

P Será fluida, pero les están tirando de las orejas: el gasto farmacéutico, los ingresos...

R La contabilización de las facturas farmacéuticas es un problema que viene del 87 . Heredamos centros de gastos muy dispersos y se ha buscado la homogeneización. Ese pack se diseña desde la Conselleria de Sanidad y se está haciendo bien, pero a veces el criterio no coincide con lo del ministerio. Cuando llegó el requerimiento sólo quedaban unos flecos y ya está solucionado.

P ¿Son Consell gastador?

R Vayamos a las cifras. La última cierta es la liquidación de 2018 y, según la intervención general del Estado, gastamos 4 puntos por debajo de la media en términos per cápita. Queremos converger a la media, y es posible lograrlo en 2019. Si lo conseguimos estaré muy satisfecho porque por la vía de los hechos significará que no estaremos discriminando a los valencianos.

P ¿Aunque sea incumpliendo el techo de gasto?

R Vamos al sentido común. ¿Por qué hemos de castigar a los valencianos? Es justo y constitucional. El artículo 156 deja clara la suficiencia financiera. La historia de las cifras es de una crueldad absoluta. Gastamos menos y mejor. Con poco dinero hay que tener un criterio de ajuste de prioridades, que no se quede en los bolsillos. La corrupción siempre es cara pero sobre todo cuando llega poco dinero. Antes se gastaba menos y se iba por las cloacas de la corrupción, es terrible.

P A la Airef no le convence la previsión de ingresos para 2019...

R Está, como siempre, la partida de los 1.325 millones, que no la pondríamos si gastáramos como la media y tuviéramos una financiación suficiente. Respecto a los impuestos cedidos seguimos teniendo una coyuntura económica alcista, un sector inmobiliario con mayor crecimiento de la media española. Son previsiones ajustadas al cuadro macroeconómico.

P ¿Preocupa la dependencia del sector del ladrillo?

R Claro que sí. A las autonomías se les han dado las competencias más costosas, pero la distribución de ingresos no ha ido pareja con obligaciones adquiridas. Los expertos hablan de una aportación de 16.000 millones a las autonomías. Si se hiciera ese pacto horizontal no sería tan dramático porque habría fondos para que quienes estamos mal mejoráramos sin perjudicar a quienes están bien. La mala distribución de los ingresos se une a que los impuestos cedidos han sido los más antipáticos y vinculados al ladrillo, con una mayor sensibilidad al ciclo. Me parece insensato que la calidad de la vida de los valencianos dependa en parte del ladrillo.

P ¿No es un engaño cuadrar las cuentas sistemáticamente con un partida de ingresos (los 1.325 millones) que nunca llegan?

R Es una medida reivindicativa. Si no aspiráramos a gastar como la media, seguramente no los habríamos necesitado. Eran imprescindibles para el equilibrio presupuestario. A pesar de todo, el Consell peor financiado ha sabido ajustar el déficit a la mitad en cuatro años. Ya no hay corrupción, la gestión tiene sus prioridades y se gasta con transparencia.

P ¿Cuánta paciencia política le queda a este Consell para contar con nueva financiación?

R En el momento que tengamos Gobierno en España, en el primer Consejo de Política Fiscal y Financiera, el Consell exigirá el cambio porque hay mucha faena avanzada. Además, hemos hecho mucha política diplomática, también con Cataluña, aunque se bajó del tren.

P ¿Lo de Cataluña condiciona?

R Es una pena porque es el 20 % de todo, pero que quede claro: si entra en el juego magnífico, pero si no entra, la negociación no puede dilatarse ni un día más.

P ¿Hasta dónde aguanta la Generalitat sin nueva financiación?

R Mientras dure la negociación, habrá que tener medidas que palien la situación. Esto tiene que ver con el crédito que ha dado Pedro Sánchez en los presupuestos generales del Estado. Allí ya estaban algunas medidas, cosas importantes, como el pago del IVA, la contribución a la dependencia, el aumento del techo de déficit. Es muy fuerte que la derecha y diputados valencianos votaran en contra.

P El caso es que no hay presupuestos generales...

R Es verdad que vamos a tener problemas y hemos de ser responsables. Voy a pedir a todos los consellers que se ajusten el cinturón, naturalmente, de donde no hay, no se puede sacar. Y creo que lo entenderán. Tenemos un último trimestre difícil, sinceramente. Porque no se ha dado el escenario. Tenemos que hacer unos ajustes porque la derecha votó en contra de los presupuestos. Habrá que pedir al Gobierno algún tipo de acción el último trimestre, que será duro.

P¿Habrá una nueva manifestación si Sánchez no cumple?

R Por su puesto, si eso no se mueve en la línea y ritmos adecuados.

P¿Se atreve a poner una fecha límite?

R Imposible, no depende del Gobierno, sino del parlamento. Con mayoría absoluta, se podría exigir al día siguiente, pero no se puede solucionar unilateralmente.

P¿La Generalitat está intervenida?

R No, en absoluto, pero mientras no podamos ir a los mercados internacionales de deuda, tenemos que echar mano del FLA que, desde el año 2012, tiene 43 condicionantes.

P¿Se siente autónomo?

R No todo lo que yo quisiera, porque querría ir a los mercados financieros internacionales. El FLA no debería de existir, pero lo necesitamos. El problema de España no está casi en los partidos políticos, está en las élites funcionariales de Madrid, que tienen unas sinergias centralistas y conservadoras de siglos.

P¿Le van a dejar ampliar el sector público?

R No se trata del número de entes, sino si son necesarios o no. Si se crean organismos que responden a una necesidad, lo aplaudo, pero chiringuitos para ser opacos como pasaba antes, de eso nada.

P La oposición precisamente les acusa a ustedes de crear chiringuitos...

R Hemos entrado en una situación patética respecto a este debate. No es ni 20 ni 25, sino los necesarios. Hay que demostrar si una agencia sirve o no. Un ejemplo: no tenemos agencia valenciana de la salud porque un día el PP la quitó. Y tenemos problemas con el pago medio de proveedores por no tenerla. ¿Eso es un chiringuito? Se trata de ver, una a una, esas agencias, si son o no necesarias.

P ¿Debe incrementarse el presupuesto de À Punt?

R Como conseller solo puedo opinar que hay que preservar el presupuesto de los 55 millones, el que se aprobó en las Corts. Si en el camino ven que no son suficientes, tendrán que decirlo los partidos.

P ¿Era necesaria una Generalitat con doce consellerias y casi 130 altos cargos?

R Sí. Había poca consellerias con competencias diversas. Esta es una empresa de 23.000 millones de euros y con 140.000 trabajadores. Que me explique alguien que trabaje en el sector privado cuántos cargos intermedios se necesitan para eso.

P Ustedes antes pregonaban la austeridad en cargos y asesores...

R Es que estoy con la austeridad. No hay que tener ni un sólo cargo público que no sea necesario, pero la austeridad se convierte en austericidio si no es eficaz.

«Le digo a los poderes fácticos que el tripartito lo va a hacer muy bien de acuerdo a los intereses generales»

«El derecho a la salud está por encima de cualquier requisito lingüístico, pero lo general es que se atienda y entienda la lengua de quien se tiene enfrente»

P ¿Un gobierno a tres, con Podemos

R No creo. Con Podemos dentro será más fácil que estando fuera, entenderán los problemas.

P Podemos se queja de que los poderes fácticos presionan para que no entren en el Gobierno de Sánchez. ¿Ha percibido aquí recelos?

R Lo que veo es lo que han votado los ciudadanos, que son quienes mandan. Y habrá que hacer viable la colaboración público-privada que yo, como economista y socialdemócrata, me creo.

P Entonces, ¿Podemos no será un problema?

R Han pasado muchas cosas estas elecciones, se ha incrementado la representación del PSPV y se ha optado por un gobierno progresista. A los poderes fácticos les he decir que lo vamos a hacer muy bien de acuerdo con los intereses generales.

P ¿El requisito lingüístico debe aprobarse ya?

R Los derechos lingüísticos son de los ciudadanos, no de los empleados públicos. Estos se presentan voluntariamente, pueden dedicarse a otra cosa, pero hay unas reglas del juego. Y quien no se debe sentir discriminado es el ciudadano. Eso conlleva la capacitación lingüística.

P ¿También para el personal médico?

R El derecho a la salud está por encima de cualquier requisito lingüítico, pero no hay por qué anteponerlo. Si viene un médico de Rumanía a Castelló y no sabe ni castellano ni valenciano, y acude una persona que no es rumana, ¿qué hacemos? Pues que lo atienda aunque no lo entienda. Pero son casos extremos, no podemos hacer de un caso extremo, uno general. El general es que se ha de atender y entender en la lengua de quien está delante y en este pequeño país nuestro hay más de dos millones de valencianoparlantes. Las lenguas son elementos de convivencia, el valenciano es un tesoro compartido y compartible.

P El día que se constituyó la Mesa de las Corts hizo un discurso muy ideológico, a favor del autogobierno y contra la ultraderecha. ¿Por qué?

R Creí que era importante explicar que el autogobierno no ha sido un regalo de la naturaleza. A diferencia de los vascos, catalanes y gallegos, en la conciencia de los valencianos había una asignatura pendiente desde la República. Y para la gente que hemos luchado contra el franquismo, nos marcó mucho. Era un testimonio personal, para las generaciones futuras y para quienes no creen en esta España y en su papel plural.

P Vox

R Vox representa lo que yo combatí y me llevó a la cárcel. Lucho por una España plural, solidaria y a quien no le guste, me tendrá en frente.

P ¿Le preocupa la recentralización?

R Me preocupa más PP y Cs que Vox, porque tienen representación y deberían jugar un papel diferente al que están jugando. No tenemos un socio de centroderecha y eso es terrible.

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