La cuota territorial alicantina en la Generalitat se ha quedado, de momento, en los cinco consellers que forman parte del gobierno de Ximo Puig. Dos -Ana Barceló y Carolina Pascual- a propuesta socialista aunque una de ellas independiente, otros dos -Rafa Climent y Mireia Mollá- por el cupo de Compromís y, finalmente, el vicepresidente Rubén Martíunez Dalmau dentro de los cargos asignados a Podemos-EU. Esa importante presencia de alicantinos en el gobierno culminada con la instalación, por vez primera en la historia, de una conselleria con sede en la provincia no se ha visibilizado entre los secretarios autonómicos, el escalón del Ejecutivo que va justo por debajo de los consellers.
El incremento del número de departamentos del gobierno valenciano de diez a doce y, a su vez, la entrada de Podemos-EU en el «mestizaje» para mezclar altos cargos de diferentes partidos en el organigrama de la administración de la Generalitat ha elevado el número de secretarías autonómicas de 22 a 29, con un incremento superior al 30% como denunciaron desde el PP. Del total, una quincena corresponden a los socialistas, cinco de ellas en Presidencia. Otras once serán ocupadas por cargos de Compromís, cuatro en el departamento de la vicepresidenta Mónica Oltra. Y solo tres son para Podemos-EU.
En su primera reunión después de la toma de posesión celebrada en el Palau de la Generalitat, el gobierno valenciano cubrió 23 de los 29 altos cargos del segundo escalón. Quedan seis vacantes que se tendrán que abordar en próximas sesiones junto a unos 60 directores generales, una nómina sobre la que todavía se se está cerrando un acuerdo. De los 23 nombrados ayer sólo la nueva secretaria autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, Inma Orozco, de Compromís y hasta ahora concejal en Altea, procede de la provincia. De los seis secretarios autonómicos pendientes de designar, es posible que salgan dos alicantinos más. Con eso, la cuota de la provincia en el segundo escalón sería de apenas un 10%.
Primera reunión del Ejecutivo
Mónica Oltra abre su segundo mandato como portavoz con «honestidad, ilusión y alegría»
El nuevo Consell del Botànic II celebró ayer en el Palau de la Generalitat el primer pleno de la legislatura, una reunión en la que únicamente se ha abordado el nombramiento de cargos en el segundo escalón y tras el cual la vicepresidenta y portavoz, Mónica Oltra, se estrenó en este segundo mandato asegurando que comienza una nueva etapa en la que trabajará «con honestidad, ilusión y alegría». Oltra señaló que el Ejecutivo valenciano encara esta décima legislatura «centrados en trabajar sin descanso para seguir consolidando las políticas que ponen en el centro a las personas», medidas que «han supuesto pequeños cambios pero que en conjunto suponen toda una pequeña revolución amable». Ahora, indicó la vicepresidenta Mónica Oltra, se abre un nuevo camino en el que se reforzarán las políticas inclusivas, de lucha contra la emergencia climática, de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, por un empleo estable y de calidad y para reforzar un nuevo modelo productivo basado en la transición ecológica, la innovación y la investigación, además de apostar por la cultura.
Nuevo «fontanero» para Ximo Puig en Presidencia
El jefe del Consell saca a Alfred Boix de las Cortes para reforzar su equipo tras el ascenso de Arcadi España
De la media docena de secretarías autonómicas que resta por designar, hay algunas que ya parecen tener nombre y apellidos. La de Justicia, hasta ahora ocupada por Ferran Puchades, de Compromís, pasará a Fabiola Meco, exdiputada de Podemos. Todo apunta que la secretaría que queda por designar en la conselleria del vicepresidente Rubén Martínez Dalmau, dedicada a Arquitectura Bioclimática y Sostenibilidad Energética puede acabar en manos de Rafa Briet, exalcalde de Cocentaina. De las dos secretarías autonómicas de la conselleria de Innovación y Universidades, el departamento de la Generalitat que tendrá sede en Alicante y que estará dirigido por la profesora Carolina Pascual Villalobos, solo se designó una, de la que se hará cargo el hasta ahora alcalde de Tavernes por Compromís, Jordi Juan, doctor «cum laude» en Matemáticas, que gestionará innovación y desarrollo digital. Está todavía sin cubrir la secretaría de Universidades, que sí podría ser para una mujer de Alicante.
Después de la salida de Arcadi España como jefe de gabinete de Ximo Puig para ocuparse de la conselleria de Infraestructuras, el presidente de la Generalitat ha optado por intentar reforzar su círculo más próximo. Ha decidido sacar del parlamento a Alfred Boix para que se haga cargo de la secretaría autonómica de Promoción y Cohesión Territorial que, de esta manera, se convierte en el nuevo «fontanero» para los problemas del día a día en Presidencia, algo que ya hizo en el PSPV como secretario de Organización y durante los últimos años en el parlamento. Andreu Ferrer seguirá al frente de Presidencia. Pero al máximo responsable del Consell aún le queda por cerrar la cuestión de su nuevo jefe de gabinete, una persona clave que controla toda la agenda del mandatario autonómico; y la composición del equipo de Comunicación. Pero eso será ya, a partir de la semana que viene junto al grueso de las direcciones generales. Para el resto del organigrama del Consell es muy posible que, por ejemplo, haya cambios en el grupo de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante y que la ahora concejal Sonia Tirado pudiera acabar en el organigrama autonómico.
Durante su comparecencia posterior a la reunión del gobierno, la vicepresidenta Monica Oltra aseguró que se trata de tener una estructura y organigrama que «responda» a las necesidades de los 5 millones de valencianos para poder gestionar «bien» el presupuesto público. Ese fue el argumento de Oltra para justificar el aumento de la arquitectura institucional. «Cualquier organismo que gestionara este volumen de dinero, les aseguro que tendría incluso una cantidad todavía más alta de altos cargos», aseguró la número dos de la Generalitat.
