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Puig deja la relación con Cataluña en el congelador

El jefe del Consell rechaza la oferta de Torra para reunirse mientras el Govern no regrese a las instituciones de cooperación del Estado

Puig deja la relación con Cataluña en el congelador

No se dan las circunstancias para volver a la mesa de diálogo. Todo cambió el día que Carles Puigdemont (10 de octubre de 2017) declaró unilateralmente la independencia. Horas antes, Ximo Puig había intentado mediar con el entonces president catalán para que desistiera y convocara elecciones. Tomó la vía radical y, desde ese momento, las relaciones políticas de alto nivel entre Cataluña y la Comunitat Valenciana están en la nevera.

Ahí van a seguir, de momento, a pesar de la cierta confusión generada ayer, con declaraciones de ida y vuelta de uno y otro lado del Sénia. Empezó con una extensa entrevista al president valenciano en TV3. En ella, dijo que le «gustaría» que se retomaran las relaciones con el Govern, enfriadas tras el 1-O.

Y recordó un episodio que ha profundizado la distancia con Quim Torra, el actual mandatario catalán, al que Puig ha tenido poco apego tras las informaciones sobre el bagaje de artículos y publicaciones previos a asumir el cargo. Puig explicó que organizó un encuentro en Barcelona entre empresarios valencianos y catalanes y que Torra «declinó» asistir. Su batalla era otra.

«No he sabido más», agregó Puig, quien a?rmó que Torra «tiene derecho a encarar las relaciones de vecindad como quiera», pero él siempre estará «abierto» a la cooperación.

Sobre si es o no el momento para una reunión con Torra «dependerá» de «muchas circunstancias». El líder del PSPV hablaba de retomar las relaciones en términos de futuro a medio plazo, cuando esas «circunstancias» hayan cambiado.

¿A qué se re?ere? A que el Govern haya salido de la agenda «endogámica» en torno a la independencia, propicie un clima favorable al acuerdo y regrese a las instituciones de cooperación entre territorios del Estado, como la conferencia de presidentes autonómicos y la comisión de política ?scal y ?nanciera.

«Espero que cambien en estos cuatro años muchas cosas. Que haya más pragmatismo en las relaciones, apertura y superación de fronterizaciones que no comparto», explicó Puig.

Quim Torra no tardó en reaccionar. Primero por Twitter y después, por carta, envió una propuesta de encuentro a Puig. En la misiva, invita al valenciano al Palau de la Generalitat catalán pero le recalca que, si lo pre?ere, él se puede desplazar a València para celebrar la reunión.

El president catalán expresa su interés en abordar asuntos que afectan a los dos territorios y remarca su voluntad de tener una «buena colaboración» entre los dos gobiernos autonómicos.

Por ahora, el encuentro no se producirá. Fuentes de la presidencia valenciana insistieron anoche en la necesidad de que cambien las condiciones actuales en el panorama política catalán para que una nueva cumbre, como la que se celebró con Puigdemont, pueda volver a tener lugar.

Remarcaron que la posición del Consell es de «no hostilidad» hacia Cataluña, pero que el espacio en que se sitúa la Comunidad Valenciana no ha cambiado, mientras que el Govern catalán ha tomado una línea de no reconocimiento de las instituciones del Estado tras la declaración de independencia.

La declaración de Puig provocó la crítica de la líder del PPCV. Isabel Bonig acusó al presidente de la Generalitat de estar «blanqueando» a los que quieren romper la convivencia de los españoles. «Tenemos un gobierno catalanista que pre?ere catalanes de segunda a valencianos de primera», dijo. Manolo Mata contestó: «El fantasma del catalanismo ya no existe».

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