Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Una oportunidad para recuperar el consenso

La creación de la Conselleria de Innovación en Alicante tiene que generar un espacio de colaboración institucional entre la Generalitat y los ejecutivos del PP en la provincia

La nueva consellera Carolina Pascual Villalobos saluda a los asistentes al acto de ayer. Áxel álvarez

Apenas 72 horas después de renovar su cargo de alcalde en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala demostró, sin duda, mucha más visión política que la que aparentó tener César Sánchez, todavía presidente de la Diputación y ahora exiliado en Madrid para cuestiones administrativas del PP, durante los cuatro años que ahora están a punto de terminar en el Palacio Provincial. El primer edil -acompañado del concejal de Modernización y Tecnología, Toño Peral- supo distinguir con gran claridad el momento histórico de la imagen que se produjo ayer en Alicante con la toma de posesión de la nueva consellera de Innovación, Universidades y Sociedad Digital, Carolina Pascual Villalobos. Era la primera vez en cuatro décadas de autogobierno de la Comunidad que un departamento de la administración autonómica con poder real se instalaba en la capital alicantina.

El regidor acudió a un acto en el que también estaban otros alcaldes socialistas como el de Elche, Carlos González, o el de Alcoy, Toni Francés; o dirigentes de Compromís caso del portavoz en la Diputación, Gerard Fullana, o del edil alicantino Natxo Bellido. Era el único cargo del PP, junto al citado Peral, que estuvo en la Casa de las Brujas para participar de una convocatoria de la Generalitat que, además de marcar un antes y un después en el relato del autogobierno de la Comunidad, puede abrir un espacio político que permita recuperar el consenso institucional entre el Consell y los ejecutivos del PP en la provincia, rotos durante el mandato anterior y que nadie se ha preocupado de recuperar por ahora.

Eso puede cambiar. Desde que se conoció la noticia, Barcala no ha ocultado, incluso con declaraciones públicas, su enorme satisfacción por la decisión del Botànic II con el impulso personal del presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Y, además, está dispuesto a colaborar con una iniciativa que pone a la provincia con el empeño personal del propio Puig -algo fundamental para garantizar el futuro del proyecto- en el centro de las decisiones estratégicas del Consell en un sector clave para la actividad económica, la atracción de talento y el desarrollo tecnológico. Ambos acordaron verse tras las Hogueras. No había, por contra, nadie de la Diputación. Para no perder la costumbre. Celebrar las elecciones no significa que haya vacío de poder en el Palacio Provincial. Hay un equipo de gobierno en funciones hasta finales del mes de julio cuando se constituya la nueva corporación pero que tiene facultades ejecutivas y de representación. Esa ausencia fue una respuesta inadmisible para una institución que tiene que demostrar todos los días su utilidad. Con vacíos como este, desde luego, se hace muy complicado defender el rol que juegan las corporaciones provinciales.

Ahora, sin embargo, llega un nuevo presidente. Con sus defectos y sus rémoras pasadas, Carlos Mazón, futuro titular de la Diputación, es político con capacidad de diálogo. Así que la puesta en marcha de esta conselleria es una gran oportunidad para todos. Ya está aquí. Y eso no tiene vuelta atrás. El gran valor de la decisión que ha tomado Ximo Puig es que ya nadie se va a atrever a dar marcha atrás. Alicante tiene para siempre un centro de decisión del Consell. Ahora cabe desplegarlo y consolidarlo. Y para eso será necesario diálogo fluido y colaboración a tres bandas: Generalitat, Diputación y Ayuntamiento de Alicante. El primer paso, desde luego, tiene que ser ubicar el departamento en un lugar emblemático de la ciudad para que los alicantinos lo hagan suyo. Está muy bien la idea de Ximo Puig de recuperar la Ciudad de la Luz -ayer ya visitó las instalaciones- como un centro que acoja un flujo mayor de actividad de la Generalitat pero es importante que la escena urbana de Alicante haga suya la imagen de la conselleria. Lo ha hecho el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau que planea acomodarse en una de las calles más importantes del centro de València. Y se debe hacer también con Innovación para que Alicante pueda entender que, por fin, ha entrado en el Consell.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats