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Ciudadanos avala la ley que propone el nuevo Consell para controlar el poder de la Diputación

Mari Carmen Sánchez apuesta por restar competencias a la institución provincial para dejar de ser «nichos de corrupción y colocación»

La nueva ley que el Botànic II prepara para atar en corto a la Diputación podría contar con el respaldo de los tres grupos de izquierda pero también de Ciudadanos, por lo que sumarían los apoyos de 69 de los 99 diputados del parlamento valenciano. La única excepción es el PP, que considera que se dejará de atender las necesidades de los pequeños municipios. Ximo Puig ha sacado del cajón uno de sus principales caballos de batalla y ha suscitado el debate entre las fuerzas políticas. Ya lo intentó al inicio de la pasada legislatura con dos decretos que no salieron adelante por el recurso judicial que presentó la institución provincial alicantina con César Sánchez a la cabeza. Ahora el jefe del Consell redobla su acción y vuelve a la carga buscando el adelgazamiento de estos organismos. En concreto, se trata de la ley de coordinación de las administraciones públicas valencianas «para aclarar el reparto competencial y la asignación de fondos necesarios para eliminar duplicidades».

La gestión de las diputaciones se ha convertido en uno de los grandes blancos de las críticas de la mayoría de partidos. No obstante, la incógnita era la postura que adoptarían los de Albert Rivera. Tras el anuncio de Ximo Puig durante su intervención el jueves en las Cortes, todas las miradas se centraban ayer en Ciudadanos después de que su programa incluyera la eliminación de las corporaciones provinciales. Pese a que en Alicante la formación naranja gobernará con el PP, tanto en el Ayuntamiento de Alicante como en la Diputación, ayer la cabeza de lista municipal y representante de la provincia del comité autonómico de pactos, Mari Carmen Sánchez, quiso dejar clara su apuesta por disminuir las competencias por «ser nichos de corrupción y de colocación». Lamentó que las diputaciones «han salido muy caras a la Comunidad Valenciana» y dijo que tras esta medida se debería «distribuir las funciones sin dejar de prestar estos servicios a los pequeños municipios».

En el lado opuesto, el presidente provincial del PP, José Císcar, defendió ayer que la labor de las diputaciones es imprescindible para la provincia y que los alicantinos perderán dinero que se destina a sus municipios, recordando que los recursos que el Estado asigna a este fin se han gastado en su ámbito territorial: «Es dinero que corresponde íntegramente a la provincia, y ahora se irá a la Generalitat. Esto supone quitar recursos a Alicante para trasladarlos a València». Císcar criticó que el único objetivo de la Generalitat es «tener más recursos por las deudas que tiene».

Por su parte, José Chulvi también dejó clara su postura a favor de la medida y explicó que la importancia radica en la coordinación y colaboración entre instituciones: «El PP ha utilizado la Diputación como elemento de confrontación y de oposición a la Generalitat, y son los ayuntamientos los que han perdido. El PP solo ha sido oposición de la Generalitat». Para Chulvi, ha llegado el momento de poner los recursos sobre la mesa y optimizarlos para hacerlos llegar a los municipios. En la misma línea se expresó el diputado de Compromís, Gerard Fullana, quien hizo hincapié en que «nadie ha votado al presidente de la Diputación y nadie ha informado a los ciudadanos de que iba a ser amo y señor de los recursos». Gerard Fullana valoró positivamente el trabajo realizado por los técnicos y recordó que «no se cierran los servicios, pero sí una institución arcaica». Para el diputado, la institución es útil como elemento descentralizador de la Generalitat pero lamentó que «lleva remando contra el Consell 25 años y no puede ser utilizada como extensión de los partidos políticos».

El debate clave sobre este asunto será en las Cortes Valencianas

Pese a que Mari Carmen Sánchez se mostró ayer a favor de restar competencias a las diputaciones, el líder de Ciudadanos en la Comunidad, Toni Cantó, dejó en el aire su respaldo el pasado jueves en la elección del presidente de la Generalitat. El síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, se limitó a ofrecer a Puig un pacto para negociar políticas, «pero no sillones, si es valiente y alza la voz contra el sanchismo y se aleja del nacionalismo de Compromís y el populismo de Podemos».

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