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Jornada clave para el nuevo Consell con todas las incógnitas por resolver

El tripartito del Botànic da marcha atrás para volver a valorar un gobierno con doce consellerias más Ximo Puig pero sin descartar uno más amplio

La líder del Bloc, Àgueda Micó, ayer en el Consell del Bloc. europa press

La comisión encargada de desencallar la negociación del nuevo Consell trabaja a contrarreloj con una plantilla que someterá hoy a la comisión formada por el PSPV, Compromís y Podemos para cerrar la reedición del Botànic y que supone una marcha atrás sobre lo que estaba encima de la mesa en los últimos días. Vuelve a estar sobre el tapete, de hecho, la posibilidad de un gobierno con doce consellerias más la figura del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aunque tampoco está descartado que el encaje de bolillos acabe con un acuerdo sobre un gobierno con catorce departamentos. «Cualquier posibilidad está abierta y se sabrá conforme a la ficha final de todos los contactos», apuntaron fuentes conocedoras del estado de las negociaciones. Sí es evidente que después de cinco reuniones maratonianas -la última del pasado viernes se alargó por más de nueve horas y acabó pasada la medianoche- que no han servido para mucho, hoy sí entramos en una jornada decisiva.

El encuentro se iniciará a partir de las cinco de la tarde. Y hay poco margen seguir dilatando la alianza entre los socios de la izquierda. Tiene que concretarse un acuerdo sí o sí antes de que los tres partidos sometan la entente a sus bases y a sus órganos de dirección. Y además el presidente de las Cortes, Enric Morera, se reunirá mañana con los tres grupos progresistas para testar las opciones de Ximo Puig. Todo lo que no sea la confirmación de que la investidura del líder socialista va adelante con el respaldo de Compromís y Podemos en la sesión parlamentaria marcada para el miércoles, sería un desastre de proporciones mayúsculas. Y como eso no se contempla, lo normal es que, efectivamente, hoy sea el día clave para cerrar el pacto. Cueste lo que cueste pero, en estos momentos, lo cierto y verdad es que las opciones siguen abiertas hasta el final.

Con este panorama, la subcomisión a la que los negociadores encargaron diseñar el gobierno en medio del atasco de las conversaciones trabaja, de nuevo, con un esquema de gobierno de doce consellers, la cifra que ya adelantó este periódico tras las elecciones del 28-A y que había perdido fuerza en los últimos días. Un gabinete de doce significaría que Compromís cede a su pretensión de mantener cinco áreas, como ahora, y asumiría una menos. Prosperaría por tanto la idea de Podemos, que ha sido el principal opositor en la negociación a un gobierno de catorce departamentos, que entiende como «un exceso» aunque posiblemente los morados no tendrían opción de una vicepresidencia que quedaría exclusivamente en manos de Mónica Oltra. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se reunió ayer con Raul Martínez Dalmau para analizar la situación en la Comunidad Valenciana.

La estructura final podría ser por tanto de seis conselleries para los socialistas, cuatro para Compromís y dos para Podemos. No habría grandes traspasos de poder. El PSPV mantendría Hacienda y Sanidad, y la coalición de Oltra, Educación y Economía, como grandes carteras. La confluencia morada tendría Vivienda y un departamento menor en presupuesto que englobaría Transparencia, Participación, Cooperación y Memoria Histórica. Esta última es la que defiende para sí Esquerra Unida con el aval de los socialistas y Compromís, si bien Podemos reivindica que la distribución interna la realizará posteriormente. Podemos quiere Vivienda al completo con Obras Públicas y Urbanismo. El PSPV reclama Universidades junto a un área de innovación tecnológica para un independiente del mundo científico. Además, como ha publicado este diario, las discrepancias internas entre los aliados de izquierda han sido más que evidentes durante la mesa de negociación. Está por ver, además, si los morados logran incluir alguna atribución más en materia de gestión ecológica. En las filas del PSPV son reacios a dar mucha más cancha a Podemos.

Otra de las claves para perfilar el diseño final del Consell serán las competencias de Ximo Puig. Los socialistas pretenden que Presidencia quede al margen, como la cartera 13 y así garantizarse una mayoría clara en el Consell, sin necesidad de voto de calidad. Compromís, que perdería Transparencia y estaría pendiente de Medio Ambiente, se opone. De aceptarse, la solución podría llevar pareja una nueva Conselleria de Presidencia con las competencias que ahora tiene Puig (Turismo, Emergencias, Administración Local...) y alguna más. Un galimatías por resolver y con múltiples frentes abiertos. La mesa general se reunirá hoy con el objetivo de cerrar un acuerdo, aún sin poner nombre a los consellers, otra patata caliente que Compromís quiere conocer antes de que se celebre la investidura. Sigue el ambiente de incertidumbre entre la izquierda.

Los socios de Compromís reconocen sus dificultades electorales en la provincia

Joan Baldoví advierte a Pedro Sánchez que el voto a la investidura depende de la financiación autonómica

Dicen que el primer paso para intentar solucionar un problema es reconocer que, efectivamente, ese problema existe. Y los máximos órganos de dirección del Bloc Nacionalista Valencià y de Iniciativa -los dos grandes socios de Compromís- certificaron las dificultades electorales de la coalición cuando más al sur se miran los datos de las urnas y se encomendaron para intentar poner remedio. Atajar una situación en la que el voto que recibe la coalición en la provincia de Alicante es justo la mitad, en porcentaje, al que consigue en Valencia. En Castellón, aún no llegando a esa diferencia, es un tercio superior. En la reunión del Consell Nacional del Bloc, efectivamente, se apuntó la necesidad de poner en marcha estrategias territoriales concretas en la ciudad de Alicante -donde la formación ha bajado de tres a dos concejales- y en el sur de la provincia. En Elche, por ejemplo, Compromís ha retrocedido de cuatro a dos. Quizá esas dos caídas les hayan privado de un diputado provincial que le hubiera concedido la institución a la izquierda y habría invalidado los dos escaños de Ciudadanos.

Más clara aún fue la versión de Iniciativa. «Necesitamos una estrategia vertebradora para llegar a todos los lugares de forma potente, como se ha logrado en València. Existen asignaturas pendientes como el sur de la Comunidad. Y por eso es imprescindible que Compromís realice un gran trabajo en los próximos años en este sentido», señaló Mireia Mollà, edil en Elche y coportavoz de Iniciativa. Junto a la negociación del Botànic que creen que va en buena dirección, la coalición tiene, además, dos cuestiones pendientes que miran a Madrid. Un escenario en el que Iniciativa propuso sondear nuevas alianzas para generales y europeas en próximas citas. Aunque eso está todavía lejos, los pactos con la plataforma de Errejón están en el horizonte.

Carles Mulet repite en el Senado

Una de esas cuestiones es completar la representación de Compromís en Madrid con su escaño en el Senado, que deberá ser ratificado por las Cortes Valencianas en los próximos días. Iniciativa propuso la continuidad de Carles Mulet, el senador con más trabajo registrado durante la última legislatura en esa cámara. El otro asunto pendiente es el voto en la sesión de Compromís en Madrid para la investidura de Pedro Sánchez. Y ayer Joan Baldoví, portavoz en el Congreso, lo dejó muy claro. No respaldarán a los socialistas sin un compromiso claro para un trato justo en la reforma de la financiación autonómica.

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