La única oferta, de momento, es el diálogo. El presidente en funciones de la Generalitat y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, rechazó ayer que quiera «cambiar cromos» con Ciudadanos para arrebatar al PP la Alcaldía de Alicante y la Diputación Provincial, aunque dejó la puerta abierta para hablar de «la gobernabilidad, la estabilidad y los principios que tenemos para que la extrema derecha no condicione el futuro de ninguna institución». Y todo ello, siempre desde la «máxima generosidad» por parte de los socialistas en las negociaciones que se lleven a cabo los próximos días.

Las propuesta lanzada la pasada semana por Ximo Puig de ofrecer a Ciudadanos la Alcaldía de Alicante a cambio de la Diputación Provincial, que unos días después giró 180 grados al pensar en la formación naranja para que presida la institución provincial a cambio de la vara de mando del Ayuntamiento de la capital, le ha generado al presidente en funciones de la Generalitat multitud de críticas por poner sobre el tablero de los pactos «un intercambio de estampas» donde la perjudicada, en primer lugar, es la imagen de las instituciones alicantinas. Sin embargo ayer, Puig aprovechó su primera visita a tierras alicantinas -concretamente a Elche- desde que lanzó el «globo sonda» para insistir en que objetivo es alcanzar la «gobernabilidad» de partidos que tienen «los ·mismos principios» frente a la presencia de los ultras de Vox en ayuntamientos y diputaciones. En cualquier caso, cabe recordar que el PP no necesita de Vox para hacerse con la Alcaldía de Alicante (puede gobernar en minoría al ser la lista más votada) y que los ultras no han obtenido representación en la Diputación alicantina.

En declaraciones antes de asistir a la toma de posesión de Juanjo Ruiz Martínez como rector de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), Puig aseguró que a Ciudadanos no le ha mandado « ninguna oferta concreta». En su opinión, «se trata de hablar», puesto que «queremos que se produzca un diálogo y hablar de los puntos de coincidencia con otras fuerzas políticas». Y todo ello sin que los socialistas hayan abierto ninguna mesa de diálogo. El presidente en funciones no quiso nombrar a nadie en concreto, pero sí consideró que «es momento» de lograr acuerdos para crear «gobiernos estables» a partir de «qué modelo de Diputación se quiere y de qué modelo de ciudad», explicó ayer en Elche.

Asimismo, Puig destacó ayer el papel del PSPV-PSOE como promotor de cualquier posible negociación, ya que los partidos políticos deben tener la «consideración» y «constatar que en la provincia de Alicante el PSOE ha sido la primera fuerza, la más votada» en las cuatro elecciones que se han celebrado entre el 28 de abril y el 26 de mayo, algo «que no ocurría desde hace más de 30 años». Esa posición preponderante, además de suponer una «satisfacción» por el hecho de que su partido en la ciudad de Alicante es «el que ha avanzado más» y que en Elche se ha cosechado «un resultado extraordinario», es la plataforma para que Puig admita que ahora todo está pendiente de las negociaciones abiertas para, sin citar expresamente a Cs, tratar de alcanzar «acuerdos» partiendo de su oferta «generosa» de diálogo».

Políticos asistentes

La toma de posesión del nuevo rector de la UMH atrajo hasta el campus ilicitano, además de Ximo Puig, acompañado por los miembros del Consell Ana Barceló y Manuel Alcaraz -no hizo acto de presencia el conseller de Educación Vicent Marzà-, a los alcaldes en funciones de poblaciones que son sede de la UMH, como Elche y Sant Joan, con los socialistas Carlos González y Jaime Albero, y Orihuela, con el popular Emilio Bascuñana. También se dejaron ver los diputados autonómicos de Compromís, Aitana Mas, y de Cs, Yaneth Giraldo, José Antonio Martínez y Fernando Llopis. Pero el Rectorado no era el mejor escenario para hablar de pactos.