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Francisco Fonseca: «La confrontación con los antieuropeos debe ser con ideas. Nunca negándoles la palabra»

El Director de la Comisión Europea en España considera que Europa debe unir sus fuerzas para afrontar la inmigración o el cambio climático y que la respuesta conjunta siempre será más fuerte que la individual

El director de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca, minutos antes de la entrevista realizada en la EUIPO de Alicante. JOSE NAVARRO

En estos momentos de incertidumbre y desafección con la UE, ¿cómo conseguir que los ciudadanos

Hemos pasado de una comunidad de 12 estados a una de 28, por desgracia 27 a partir de noviembre, de una comunidad económica europea a una Unión Europea con un abanico de competencias que habrían sido inimaginables hace 30 años, con lo cual los conflictos de intereses son más visibles. Esto provoca complejidad y tensiones. Hoy este proceso es mucho más importante que nunca porque no hay alternativa, ninguno de los estados miembros de la UE tendría potencia suficiente para competir de manera individual en el mundo global. Cuando uno ve lo que ocurre en las grandes decisiones europeas se da cuenta de la importancia. Hay que estar continuamente insistiendo en que el futuro de la legislación europea depende de nosotros.

La participación en las elecciones europeas ha registrado una importante subida prácticamente en todos los países. ¿Es un síntoma del cambio de mentalidad en España o solo se debe a la coincidencias con los comicios municipales y autonómicos?

Es cierto que las elecciones autonómicas y locales han contribuido, pero el hecho de subir casi al 65% es significativo. Nunca había visto en la prensa española tanta atención a lo que ocurría en diferentes campañas electorales al Parlamento Europeo. Hay, en mi opinión, un cambio de mentalidad.

La UE tiene por delante una intensa negociación para repartir cinco cargos relevantes como son los presidentes de la Comisión, del Consejo, del Parlamento Europeo, del BCE y Alta Representación de Política Exterior. En el pulso entre Merkel y Macron, Pedro Sánchez está teniendo un gran protagonismo . ¿Cómo valora que España asuma ese rol?

Estoy seguro de que entre estos cinco habrá como mínimo dos mujeres. Cuando Pedro Sánchez va el consejo europeo dice algo muy sensato: yo vengo aquí como negociador de la familia socialdemocráta. Ha existido un repunte de este voto en diferentes países europeos y eso hace que el líder político más fuerte sea Pedro Sánchez. Dicho esto, es necesario que los pactos políticos se hagan a tres bandas. Al fin y al cabo hablamos de decir a las fuerzas antieuropeas que tienen el mismo derecho democrático a participar. Quiero que la confrontación con los populistas sea de ideas y argumentos y no negarles el derecho a la palabra. Para ello me hace falta que las fuerzas políticas europeas lleguen a pactos y negocien. Cuando hablamos de inmigración, de estabilidad en la orilla sur y este del Mediterráneo, de cambio climático, de gobernanza económica a nivel mundial o de comercio multilateral hablamos de retos globales. No creo que ningún país pueda resistir solo. Lo estamos viendo con las tensiones con Estados Unidas y con China. La respuesta europea siempre será más fuerte que la individual.

¿Qué se ha hecho mal para el auge de partidos que precisamente quieren desintegrar la UE?

Han aceptado el juego de estar dentro. Los partidos populistas que consideran que su espectro de interés es su identidad han descubierto que la imagen que quieren vender es también a escala europea. Nuestro horizonte es europeo. Con el porcentaje que han sacado las fuerzas políticas nacionalistas evidentemente no pueden imponerse en el funcionamiento, tendrán que pelear y discutir para tener su plaza pero no pueden bloquear el funcionamiento de la UE.

¿Augura, por lo tanto, un periodo de intensas confrontaciones para llegar a acuerdos?

En este parlamento vamos a tener cinco años de tensiones políticas entre familias y eso es bueno para la democracia y es bueno para la política. Hay un porcentaje de fuerzas políticas minoritarias a las que no les gusta el proyecto europeo pero en lugar de quedarse fuera han decidido entrar dentro de las instituciones y reconducirlo.

¿Qué propone Europa para solucionar el problema de la inmigración? ¿Debemos abrir la puerta sin restricciones?

Los inmigrantes vienen a buscar una mejor vida a Europa, independientemente de donde terminen. Los muros estadounidenses no han impedido la entrada de inmigrantes. Debemos establecer una política europea legal en lo que se refiere a inmigración, esto no puede ser solo nacional. Hace falta tener una frontera exterior creíble y que todos sepan que para entrar en Europa se exigen las mismas condiciones. Hay que tener cauces de inmigración legal porque son necesarios con el declive demográfico y con las necesidades de equilibrar las pensiones con las cotizaciones.

Y en cuanto al Brexit ¿es un fracaso de la Unión Europea?

Es lo peor que nos está ocurriendo en los últimos años. En medio de la crisis económica más profunda que podíamos tener hemos sido capaces de demostrar que el euro es el elemento de poder político imprescindible para el bloque europeo. Los británicos estaban convencidos de que iban a negociar a varias bandas y no. Han encontrado un frente de 27 estados. En la negociación hemos demostrado que la decisión es británica. Europa no puede permitirse abrir focos de inestabilidad.

¿Merkel y Borrell hablaban de la necesidad de que Europa tenga un nuevo comienzo. ¿Quizás una Europa más social?

Por supuesto. El presidente Jean Claude Unker ha repetido que hay que hacer autocrítica de lo que hicimos en la crisis, reaccionamos sin apenas instrumentos y hemos sobrevivido. Ahora hemos presentado muchas propuestas en esta materia para una Europa más social con condiciones más justas.

¿Qué puede aportar Europa a los problemas que afectan a Alicante como la agricultura o el Corredor Mediterráneo?

Es evidente que Europa ha supuesto un boom a la agricultura española y en particular a los productos agrícolas españoles. Tenemos una agricultura altamente competitiva con ayudas razonables que le han permitido convertirse en un sector exportador enorme. Hay que corregir desequilibrios y estar preocupados por los cítricos y las exportaciones pero cuantitativamente hablando la cantidades de toneladas de cítricos procedentes de África y Egipto que han entrado en territorio europeo son porcentajes muy pequeños, eso no puede desequilibrar el mercado. En cuanto al Corredor Mediterráneo está previsto y hay fondos para ello. Habrá que tomar una decisión política sobre cual es el mejor trayecto, pero se va a hacer y el pacto político va desde Algeciras hasta Figueras.

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