Evitar posibles desencuentros entre altos cargos por diferencias de gestión, como ha ocurrido en los cuatro primeros años del Botànic, es una de las prioridades de las tres formaciones que negocian el nuevo acuerdo de gobierno para el próximo cuatrienio. Todos coinciden en la necesidad de que el Consell se visualice como un gobierno único pese a que estará formado por tres formaciones, que en conjunto aglutinan a seis partidos distintos (el PSPV, Bloc, Iniciativa, Verds, Podemos y Esquerra Unida). Ayer se acordó en el encuentro celebrado en la sede de los socialistas valencianos que la fórmula del «mestizaje» se va a mantener, pero que de alguna forma tiene que ser revisada para evitar en lo posible crisis de gobierno derivadas de choques entre altos cargos.

El «mestizaje», la fórmula por la que los dos partidos hasta ahora gobernantes (PSPV y Compromís) han intercalado en las estructuras de cada conselleria cargos de ambos partidos, salvo en presidencia y vicepresidencia, será revisada sobre todo a la hora de elegir los perfiles. Se quiere primar no solo la capacidad de la persona elegida para ocupar el cargo, sino también sus dotes para la convivencia. Ya se ha empezado a hablar de la estructura del nuevo Consell. Compromís quiere mantener las cinco consellerias actuales con las que cuenta, aunque no se ha hablado de parcelas. Unidas Podemos ha planteado ocupar dos y ha puesto sobre la mesa también crear una nueva vicepresidencia que gestionaría la formación que dirige Rubén Martínez Dalmau, de forma que las tres formaciones del Botànic estarían representadas en la cúpula del nuevo Consell.

Además insisten en un «mestizaje» global que afecte también a la presidencia y la vicepresidencia. A sus socios les parece desproporcionada la petición de una vicepresidencia para Unidas Podemos y las fuentes creen que es una posición maximalista para tratar de obtener más réditos en la negociación. Incluso se desliza cierto malestar de los socios que ven falta de experiencia entre los negociadores morados. La mayoría son nuevos y ya el jueves en las Cortes, los síndicos de PSPV y Compromís rebajaron las pretensiones de los podemistas con frases como «quieren inventar la rueda» o que el problema del gobierno valenciano «no puede ser Podemos». El PSPV quiere disponer de mayoría en el nuevo Consell sin necesidad del voto de calidad del presidente, es decir que el número de conselleries socialistas sea mayor a la suma de Compromís y Podemos. Además, los socialistas apoyan que Esquerra Unida tenga una conselleria, para evitar un posible malestar de esta formación, con dos diputados dentro de Podemos, que pudiera generar después desavenencias en las Cortes Valencianas.

Esta propuesta causa más recelo en Compromís, que considera que las cuotas de poder tienen que guardar proporción con el resultado obtenido en las urnas. También se acordó ayer que para la próxima reunión cada partido concrete ya el número de secretarías autonómicas que considerada adecuadas para su peso en el conjunto del Botànic. La reunión de ayer no generó grandes avances. Está prácticamente cerrada la subcomisión del programa de gobierno, que concluirá en el próximo encuentro, previsto para el miércoles 5 de junio, aunque antes, este lunes, volverá a reunirse el equipo que trabaja el contenido programático.

Ya están concretados los ejes principales del nuevo Botànic, consensos que se han alcanzado teniendo en cuenta las similitudes de los programas electorales de las tres formaciones. Además, la comisión que trabaja la cuestión de los pactos municipales tampoco ve lejano el acuerdo global sobre los acuerdos en los ayuntamientos. El secretario general de Podemos, Antonio Estañ, aseguró ayer que se busca ya cerrar la estructura que debe tener el próximo Consell, aunque sin desvelar el número de consellerias. En el caso de Águeda Micó, coordinadora de Compromís, reclama una estructura de gobierno eficiente y respecto al mestizaje fue la más escéptica. Cree que se deberá hablar. Para el PSPV el reto más inminente es la investidura del presidente. «Entiendo que genera expectación pero no podemos gestionar 20.000 millones de euros de los valencianos en dos horas», aseguró ayer el socialista Manolo Mata antes de la cita.

El número de consellerias no superará el récord de 15 con Camps aunque puede acercarse

La cifra aumentará de las diez actuales y se podría alcanzar la quincena, pero se decidirá la próxima semana

El Consell más amplio de la historia del autogobierno valenciano dispuso de 15 consellerias. Eran los tiempos de Francisco Camps y nunca la estructura de la Generalitat había alcanzado esa cifra. El acuerdo adoptado ayer es de no superar es cifra, aunque varias fuentes apuntaron la posibilidad de que se acercara a ella. Pero entre las actuales diez (incluida la presidencia y la vicepresidencia) y la quincena hay margen y la cifra podría estar a medio camino, pero tampoco no se descarta llegar al número de 15, eso sí sin superarlo. La reunión definitiva para cerrar la estructura del nuevo gobierno será la del próximo miércoles. Ayer en un comunicado, los negociadores aseguraban que se había adelantado tras un encuentro de cuatro horas. Preguntada ayer, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, sobre las negociaciones tras el pleno del gobierno autonómico aseguró que ya no existe la premura del año 2015 cuando había necesidad de sacar a ningún partido corrupto de las instituciones autonómicas.

Un acuerdo rápido

No obstante, la vicepresidenta cree que el acuerdo no tardará mucho más que en el primer pacto del Botànic, cuando la Comunitat Valenciana fue la segunda autonomía en formar gobierno tras las autonómicas.

La negociación trata en esta primera fase del contenido del Botànic II, que según Oltra debe centrarse en las políticas sociales y las políticas ambientales, en concreto la lucha contra el cambio climático en relación a la economía sostenible y el cambio de modelo productivo, la creación de empleo y empleo vinculado al bienestar de las personas, y la I+D. Preguntada por la petición de Unides Podem de que haya mestizaje en todas las áreas del gobierno, incluida la Presidencia y la Vicepresidencia, Mónica Oltra señala que en esos ámbitos también ha habido mestizaje pero con una fórmula diferente.

Según Oltra, las fricciones entre socios se producen en todos los gobiernos, ya sean monocolor, bicolor o tricolor y precisamente el mestizaje ha garantizado «un gobierno, no dos». «Cuando se han producido fricciones entre dos consellerias no ha sido entre partidos», asegura. «Ese ha sido el gran acierto del Consell del Botànic y del mestizaje, que las fricciones no se han convertido en fricciones entre partidos», por lo que la lideresa de la coalición se muestra partidaria de mantener las fórmulas buenas.