Confirmado Carlos Mazón, número dos de la lista municipal del PP en Alicante, como candidato a la presidencia de la Diputación, ahora tienen que empezar a perfilarse las ternas de los otros 13 diputados provinciales con los que contará el grupo que, casi con total seguridad, llevará el peso del gobierno de la corporación provincial junto a Ciudadanos, en el supuesto de que acabe confirmándose la alianza. Tanto el propio Mazón como el presidente provincial del PP, José Císcar, han dado la orden en todas las comarcas de que haya «máxima unidad» en las propuestas. Lo que se trata es de que haya una negociación previa y que el reparto en cada una de las demarcaciones llegue ya masticado para evitar problemas y aparcar la imagen de batalla por los sillones.

Un ejemplo de este escenario, por citar sólo un caso, es el de la Marina Baixa, con dos diputados provinciales para el PP. Todos en las filas populares dan por hecho que uno de los elegidos será José Ramón González de Zárate a propuesta del alcalde de Benidorm, Toni Pérez, uno de los grandes triunfadores del 26-M con una mayoría absoluta que se veía venir durante un mandato en el que su ascendente en la localidad fue creciendo poco a poco. Para la otra plaza hay disputa entre Bernabé Cano, primer edil de La Nucía y ahora vicepresidente de la Diputación, y Juan Francisco Martínez, alcalde de Finestrat. Los dos han obtenido victorias espectaculares pero sólo cabe uno en la candidatura. Y es posible que, finalmente, sea Cano el ganador. Pero, en todo caso, la dirección del PP quiere que esas diferencias se limen en los propios territorios para el momento, después del 15 de junio, en el que se decidan los nombres de los catorce diputados provinciales que tendrá el PP.

Dentro de las negociaciones con Cs, hay tres localidades que preocupan especialmente para el PP en tanto que dependen, en exclusiva, de los naranjas y en las que el pacto parece complicado. Una de ellas es Teulada, la localidad de Císcar, en la que el PP, por vez primera en mucho tiempo en apuros para retener la Alcaldía, se teme que los ediles de Ciudadanos puedan acabar avalando a un alcalde de Compromís con apoyo de los socialistas para desbancar al PP; o buscar una alianza que les favorezca. Hay mala relación entre populares y naranjas en la localidad. Otra población en la que la dirección del PP quiere trabajar es Sant Joan d'Alacant. El cabeza de lista de Ciudadanos, Santi Román, es un antiguo edil del PP que salió escaldado para enrolarse en un partido independiente que ha ejercido este mandato de socio principal de gobierno del socialista Jaime Albero.

No parece que Román este dispuesto a darle la alcaldía al candidato del PP -necesitan además a la edil de los ultras de Vox- y sí es más probable que siga, ahora al frente de Ciudadanos, como socio de unos reforzados socialistas como primer partido. Finalmente, Orihuela es un problema de grandes proporciones. Los concejales de Ciudadanos no han descartado los cantos de sirena de la izquierda para echar a Emilio Bascuñana, muy golpeado por una polémica gestión. Eso sí sería un varapalo durísimo para los populares, que consideran Orihuela como uno de sus principales bastiones para visualizar su recuperación este 26-M.