Toni Cantó no está dispuesto a suturar la quiebra con los socialistas y ayer volvió a distanciarse del acuerdo que el jefe del Consell, Ximo Puig, ha ofrecido a Ciudadanos para repartirse la Diputación y la Alcaldía de Alicante. Con ello, da lugar a una aproximación en mayor grado a un previsible pacto con el PP. El camino que esta semana ha trazado el síndic de la formación naranja en las Cortes Valencianas se basa en rechazar un pacto con el PSPV para gobernar la institución provincial y cargarse de razones para justificar su acercamiento a los populares. Cantó aseguró ayer que se pondrá una serie de condiciones a los partidos que quieran llegar a un acuerdo con ellos para gobernar la Diputación Provincial y dijo que el partido que presida la institución provincial o el Ayuntamiento de Alicante debe ser de unas siglas que, junto con otras formaciones, puedan firmar un acuerdo con medidas de regeneración democrática, que no ceda asuntos importantes como la Educación a partidos nacionalistas y que dé libertad a elegir la lengua vehicular en la escuela.
Esta condición sine qua non que antepone el síndic de Ciudadanos evidencia claramente sus diferencias con los socialistas, mediante la que vuelve a cargar contra la política educativa del conseller de Compromís Vicent Marzà, quien tiene un espacio prácticamente asegurado en el nuevo Consell. Y a sabiendas de la más que probable continuidad del conseller, Toni Cantó sentenció ayer que solo los partidos que cumplan este requisito «serán los que puedan llegar a un acuerdo con nosotros». También explicó que Ciudadanos hará una carta «con las necesidades ineludibles» de los alicantinos, como se ha hecho en Andalucía, y quiso dejar claro que este proceso se hará «con luz y taquígrafos». Ante el inicio de las negociaciones entre PP y Ciudadanos para pactar el gobierno de la Diputación, Toni Cantó volvió a echar agua fría a los pactos locales con los socialistas en la provincia al manifestar que ve «complicadísimo» llegar al acuerdo propuesto por Ximo Puig. Aunque no se niega explícitamente a este intercambio de cromos al igual que tampoco cierra bajo cuerda un pacto con los populares, el líder de Cs en la Comunidad Valenciana ha centrado su semana en marcar el terreno y dejar claro que prefiere al PP como compañero de viaje en un posible acuerdo tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación provincial. No obstante, estas condiciones las dictará el comité de pactos a nivel autonómico del que aseguró tener «ganas de que se ponga en marcha».
Por su parte, el síndic y vicesecretario general del PSPV, Manolo Mata, situó ayer la gobernabilidad de Alicante dentro de la «gran movida política en España», con los ejemplos de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona o Más Madrid en la Comunidad Valenciana. En este caso, «con el agravante de que la Diputación de Alicante siempre ha estado gobernada por el PP» por lo que defendió que «a lo mejor, después de 24 años habría que oxigenarla». Para conseguirlo y pese a que se trata de una decisión de Ciudadanos, Mata respaldó la oferta que lanzó Puig «con la máxima generosidad de poner a disposición los votos socialistas para la Alcaldía de Alicante». En todo caso, consideró que la situación dará muchas vueltas hasta el 15 de junio, fecha en la que se constituirán todos los ayuntamientos.
