La línea directa entre Carlos Mazón, candidato del PP en la Diputación, y la cúpula de Ciudadanos, controlada por antiguos cargos populares vinculados al que ya fuera vicepresidente de la Diputación con Joaquín Ripoll y ahora aspirante al Palacio Provincial, ha terminado por desbrozar el camino de las negociaciones municipales en la provincia entre las dos fuerzas mayoritarias de la derecha. La «conexión Mazón», como ya adelantó este periódico, ha servido para iniciar, aún en fase embrionaria, los contactos para un pacto de gobierno en la Diputación y, además, para empezar a perfilar los acuerdos municipales entre ambas fuerzas. El más importante, sin duda, el que se tiene que cerrar en el Ayuntamiento de Alicante, donde el alcalde Luis Barcala, candidato del PP y el más votado el pasado domingo, ya le ha ofrecido en público un acuerdo a Ciudadanos para tener estabilidad durante el mandato que ahora arranca.
La vuelta de Carlos Mazón al redil político ha facilitado, en cierta medida, la posibilidad de normalizar las relaciones entre la dirección provincial del PP y Ciudadanos, que salieron muy tocadas hace cuatro años. Como se recordará, la formación naranja, con un voto que también era decisivo como los dos con los que cuentan ahora, vetó a José Císcar como presidente de la Diputación e impuso la candidatura de César Sánchez. Ahora todo es diferente. Ciudadanos, en su momento, sondeó sin éxito a Mazón como su alcaldable en Alicante. Pero, además, el ya aspirante del PP a la Diputación tiene una relación personal fluida con Emilio Argüeso, coordinador autonómico de Ciudadanos, colaborador directo de Fran Hervías -jefe del aparato de Organización de la formación de Albert Rivera- y antiguo militante del PP. Tiene contacto con Emigdio Tormo, diputado autonómico y antiguo asesor de Joaquín Ripoll en la Diputación durante la etapa de Mazón como diputado en la institución. Y, finalmente, también tiene amistad con Francisco Sánchez, portavoz de Ciudadanos en Elda y director del Instituto Juan Gil-Albert durante el tiempo en el que Carlos Mazón estuvo en el Palacio Provincial.
Fuentes del PP admitieron, como avanzó este periódico, que la «conexión Mazón» ha permitido recuperar la relación con Ciudadanos y que está sirviendo para establecer los primeros contactos con la formación de Albert Rivera. El pacto para la Diputación se da por prácticamente seguro y también en la mayoría de municipios pendientes de la relación entre ambas fuerzas aunque hay escollos importantes que tendrán una difícil resolucion en localidades como Sant Joan d'Alacant, Orihuela o Teulada, la población de José Císcar. Entre las localidades que están pendientes, igualmente, se encuentra la ciudad de Alicante, donde los socialistas han ofrecido la alcaldía a Ciudadanos en un acuerdo que tendría que incluir a Compromís a modo de trueque para que el PSPV pudiera tener alguna posibilidad de adjudicarse el control del Palacio Provincial, como es la voluntad del presidente Ximo Puig. No parece que vaya a tener recorrido.
La dirección de Ciudadanos está recibiendo cantos de sirena de los socialistas para Alicante pero, en cualquier caso, admite estos contactos informales con el PP aunque no será hasta la semana que viene cuando se empiecen a concretar, oficializando las negociaciones incluso en público, los contactos municipales. En el caso de la ciudad de Alicante, la plaza más emblemática que puede quedar en manos de los populares, el alcalde Luis Barcala tendrá la responsabilidad y el protagonismo de la negociación, como no podía ser de otra manera. La fase pública de este movimiento se empezará a visualizar durante la próxima semana una vez que la apruebe la cúpula nacional de Ciudadanos, que se inclina de forma general por pactar con el PP. Cuando se constituyan los ayuntamientos el próximo 15 de junio, arrancará el periodo clave para terminar de concretar el acuerdo de la Diputación, ya en el horno en estos momentos.
Ese escenario de contactos aún preliminares y de tanteo fue reconocido, incluso, por la propia dirección regional del PP. Al término de la Junta de Síndics en las Cortes Valencianas, Isabel Bonig, presidenta del partido, admitió que los populares están negociando en Alicante como fuerza mayoritaria con Ciudadanos, aunque no citó de forma explícita a la marca liderada por Albert Rivera y Toni Cantó. «Las negociaciones van por buen camino y son discretas», apuntó Bonig. En su opinión, que el PSPV ofrezca su apoyo a los naranjas es algo legítimo pero emplazó a Ciudadanos a mantener su discurso de la campaña, en referencia al veto a que se negociara con los socialistas futuros gobiernos.
La presidenta del PP defendió la recuperación de su partido en las elecciones municipales. «Se debe a que ha sabido integrar todas las sensibilidades y no es sectario cuando gobierna. Existen distintas posturas pero se habla de ellas con naturalidad y lealtad», dijo al ser preguntada por las posiciones críticas en el partido por un acercamiento de Pablo Casado a posturas de extrema derecha. Admitió que en un almuerzo que mantuvieron recientemente Casado y dirigentes territoriales hubo distintas posturas al respecto pero se habló «con naturalidad y lealtad» y defendió la necesidad de contar con las organizaciones territoriales desde la dirección nacional. «Quiero el PP de José María Aznar, un partido reformista y no reaccionario, que esté presente y no ausente, y que dé la batalla ideológica desde la moderación», concluyó.
La cúpula socialista se resigna a la oposición en Alicante
La cúpula socialista ya empieza a resignarse sobre sus opciones de llegar al gobierno de la Diputación y del Ayuntamiento de Alicante. Son conscientes de que, en estos momentos, los populares ya les llevan ventaja y empiezan a ver cada vez más lejos que ambas posibilidades puedan cristalizar en acuerdos con Ciudadanos. Los socialistas abrirán hoy la mesa para negociar tanto el pacto del Botànic como acuerdos locales con Compromís y Podemos.
