Hoy mismo arranca, una vez pasadas las elecciones municipales del pasado domingo, la negociación entre los socialistas, Compromís y Podemos para cerrar la reedición del nuevo Consell del Botànic. Unos contactos que incluyen no solo el pacto autonómico sino también encauzar los acuerdos de progreso en los municipios. Las conversaciones quedarán estructuradas en tres mesas de trabajo -una sobre el programa, otra sobre la arquitectura estructural del nuevo Consell y, finalmente, un más que decidirá las alianzas locales- y se inician con muchos asuntos pendientes. Encima de la mesa está el rol que acabará jugando la líder de Compromís, Mónica Oltra; la organización del gobierno con un nuevo reparto de competencias que se tendrá que ajustar a la ampliación del Consell; un «mestizaje» que se repetirá entre los socialistas y Compromís pero se matizará con alguna incorporación puntual en cargos concretos de Podemos; y, además, el reparto de cargos con un segundo escalón en el que, por ejemplo, el jefe del Consell, Ximo Puig, tendrá que elegir un nuevo delegado de Presidencia en Alicante una vez que se consume la jubilación de Esteban Vallejo, un trámite que ya ha solicitado para julio.
Aunque está por definir lo que pueda ocurrir con la estructura del gobierno, en principio y como ya adelantó este periódico, todos los indicios apuntan a un ejecutivo con doce miembros frente a los diez que había hasta ahora. Es posible que se creen nuevas consellerias de Cultura, Innovación Tecnológica, Turismo o que algunas competencias como Empleo puedan sumarse a Educación para ligarlas a Formación Profesional. También es probable que los departamentos de Transparencia se redistribuyan y que esta conselleria, dirigida este mandato por Manuel Alcaraz, acabe desapareciendo. Pero todo eso está por definir. El presidente de la Generalitat es partidario del sistema de «mestizaje» de altos cargos ya ensayado en esta legislatura. Es decir, gestiones compartidas en las que si el conseller es de uno de los partidos, la secretaría autonómica es para la otra formación y así hasta completar el organigrama final.
Pero, en todo caso, sería una fórmula que, con la incorporación de Podemos y EU, se debería «matizar». La intención del jefe del Consell es que sean los socialistas y Compromís los que continúen alternando sus cargos con la misma fórmula de la primera legislatura. Los dirigentes a propuesta de los morados se incorporarían puntualmente en aquellos puestos que se considere en la negociación pero no de una forma automática. Aparecerían en el organigrama para cargos en los que se tuviera en cuenta el perfil de esos puestos vinculado a cada persona. Sería una fórmula para limitar la posición de Podemos en el Consell. Uno de los puestos más importantes que quedará vacante será el delegado de Presidencia en Alicante, hasta ahora ocupado por el socialista Esteban Vallejo.
Es una persona de la máxima confianza de Puig que ha ejercido un papel de relevancia en este mandato para coordinar la acción institucional del jefe del Consell en la provincia. Ahora, el presidente de la Generalitat tendrá que buscar a una persona -tiene que ser un funcionario de cualquier administración- para ser la imagen del gobierno autonómico en la provincia. Pero, con todo, el secreto mejor guardado de esta negociación que ahora comienza es el papel que quiera tener Mónica Oltra, líder de Compromís, en esta nueva legislatura. En la reunión de hoy, en principio, se abordarán cuestiones preliminares antes de entrar en todos los detalles durante los próximos contactos.
