El presidente de la Generalitat en funciones y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha asegurado que los socialistas asumen los resultados del 26M "con la máxima responsabilidad y la máxima humildad y concordia" y ha apelado a la "generosidad" del resto de partidos en los pactos postelectorales, especialmente en la ciudad de Alicante.

"Me parece muy lamentable que la derecha española, las derechas españolas, en un momento determinado abracen sin más a la extrema derecha", ha aseverado, en un llamamiento a que Ciudadanos (Cs) no pacte con Vox la Alcaldía de Alicante. La formación naranja se ha convertido de momento en llave de gobierno al poder respaldar con sus cinco ediles un ayuntamiento liderado por el PP o el PSPV.

Puig ha valorado el escenario que dejan las municipales a preguntas de los periodistas antes de presidir la Comisión Ejecutiva Nacional, con el PSOE como "primera fuerza en la Comunidad". "Consolidamos la posición de hace un mes y avanzamos", ha celebrado, y ha destacado "hitos" como la recuperación de la Diputación de Castellón.

En este contexto, ha instado a que haya un "acuerdo de progreso" para lograr la máxima estabilidad y ha hecho una "llamada especial" a Cs en Alicante para "conseguir que la extrema derecha no condicione el Ayuntamiento ante el doble empate del PSPV y el PP", si bien ha destacado que su partido es el que más ha crecido en concejales.

Ha garantizado que los socialistas están "dispuestos a tener la máxima generosidad" y "absolutamente abiertos a negociar, hablar y avanzar", al igual que en la Diputación de Alicante". "Que por encima de las banderillas políticas y el partidismo haya una visión general en favor de la Comunidad Valenciana", ha reivindicado.

Ahora bien, Puig ha remarcado que ahora están en "el principio de lo que debe ser una negociación" y que están "dispuestos a hablar de todo". Sí ha hecho hincapié en que "hay una mayoría de sentir progresista que puede ser capaz de dar estabilidad al Ayuntamiento y a la ciudad de Alicante, que se lo merece".

Más allá de la capital alicantina, ha advertido del peligro de dar un "paso decisivo" como pactar con formaciones de extrema derecha, máxime en el caso de Cs como "partido que se ha proclamado de centro pero ha estado muy vinculado en los últimos tiempos a la extrema derecha". "Si de verdad hay alguien aún ahí que tiene un espíritu democrático no puede abrazar a la extrema derecha", ha enfatizado.

En el caso de la ciudad de València, respecto a si la pérdida de representación de Podem podría haber peligrado la suma del bloque de izquierdas, ha puntualizado que "cada momento electoral tiene sus vicisitudes", si bien cree que el PSPV es "el que más ha crecido y ayudado a un gobierno progresista". "Estamos muy contentos; ahora hay que administrar adecuadamente la confianza en mejorar la vida de la gente".

A nivel nacional, Puig ha resaltado los resultados de unos comicios "fundamentales para España y Europa" y ha sacado pecho del resultado "claramente europeísta" en la Comunitat. Ha prometido trabar "codo con codo" con las instituciones europeas y ha reconocido que "Europa debe cambiar".

Y sobre las negociaciones para cerrar el Botànic II con Compromís y Unidas Podemos, que arrancan este miércoles, ha insistido en que el PSPV es el primer partido de la Comunidad y en que "siempre hay que atender a los resultados en una negociación". Ha reiterado que lo harán "desde la máxima humildad y concordia para el mejor acuerdo posible en todos los ámbitos".

Hasta entonces, ha pedido paciencia a la espera de que el presidente de Les Corts, Enric Morera, inicie la ronda de contactos con los seis grupos. "No podemos correr más de lo necesario", ha recalcado.

Se ha marcado como meta "continuar avanzando hacia un espacio abierto, no sectario y no fanático en el que se pueda sentir cómodo la inmensa mayoría de la sociedad". Puig lo ve posible gracias a una dinámica electoral "muy positiva" con el aumento de casi 100.000 votos para el PSPV en solo un mes, tras las autonómicas del 28A, "mientras otros partidos de izquierda incluso pierden".