Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ELECCIONES MUNICIPALES 26M

El temor a la desmovilización marca la recta final de la campaña municipal

El bloque de izquierdas trata de evitar que el bajón en la participación le afecte de cara a la cita del próximo domingo, especialmente en la provincia

Un colegio electoral de Elche repleto de votantes durante las últimas elecciones generales y autonómicas del pasado 28 de abril. matías segarra

A falta de 48 horas para que se cierre una de las campañas para las elecciones municipales más sosa e insulsa de los últimos tiempos, el temor a la desmovilización es uno de los temores que planea en las salas de máquinas de los principales partidos. Y, singularmente, del PP y del PSOE que, según los expertos, podrían ser, además del caso especial de la ultraderecha de Vox, los más perjudicados por ese descenso de la participación a expensas de la decisión que tomen los electores de cada bando sobre su afluencia a las urnas el próximo domingo. El bloque progresista trata de evitar que el bajón de electores para el 26-M -todos dan por hecho que se reducirá entre cinco y diez puntos- le afecte de cara a la cita del próximo domingo, especialmente, en la provincia de Alicante. Más allá de eso hay una evidencia: si la izquierda logra que todos sus electores vuelvan a las urnas este domingo, el resultado del bloque progresista en su conjunto puede ser muy claro. Por contra, las marcas de la derecha -especialmente el PP- intentan que sus partidarios no se queden en casa tras el resultado de las generales y autonómicas. Es la única posibilidad que les queda para intentar sacar la cabeza en estas elecciones locales y mantener parte su cuota de poder.

Hace menos de un mes, cuando se celebraron las generales y autonómicas, la gran preocupación de los partidos era valorar el alcance del incremento de la participación. Era un escenario en que, especialmente, la figura de Pedro Sánchez le sirvió a los socialistas para sumar un respaldo suficiente que les permitía continuar en la Moncloa y, a su vez, tiró del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para mejorar sus resultados y poder pactar en mejores condiciones una segunda versión del Botànic con sus socios de Compromís y Podemos. Entonces, los socialistas se beneficiaron de agitar el fantasma de la ultraderecha que había surgido en las elecciones andaluzas con la irrupción de Vox. Eso les facilitó elevar la participación y fracturar a la derecha hasta asestarle un golpe letal. Pero eso fue entonces. Es verdad que en las municipales, fundamentalmente en las grandes ciudades, puede haber una buena porción de voto de marca y de recuerdo de la cita de abril pero también es cierto que hay un cierto porcentaje vinculado a los candidatos, a los miembros de las listas y al valor añadido que tienen las figuras de los alcaldes.

Eso, por ejemplo, se está evidenciando en la campaña del candidato del PP a la reelección en la capital de la provincia, Luis Barcala, que ha cambiado su lema de campaña en esta recta final. «Tu alcalde», recogen ahora los carteles del primer edil alicantino. También lo han dejado claro durante los debates televisados de estos días el primer edil de Alcoy, el socialista Toni Francés, o el alcalde de Benidorm, el popular Toni Pérez. Y ese componente local de estos comicios -separados por primera vez de las autonómicas en la Comunidad y junto a unas europeas que no impulsan la participación- es el que mantiene en vilo, especialmente, a aquellos partidos que se dejan electores por el camino cuando los escenarios de las urnas se hacen más pequeños. La clave, por tanto, ha cambiado respecto a abril.

Entonces la estrategia que impuso Pedro Sánchez, controlando todos los tiempos de la carrera electoral, era que subiera la participación para animar a la izquierda y fracturar a la derecha. Mientras el PP, por su parte, trató sin éxito de hacer un llamamiento a concentrar el voto de la derecha ante la fortaleza de Ciudadanos y el avance de los ultraderechistas de Vox. Ahora, sin embargo y con la seguridad de que la participación bajará, el objetivo de los partidos es diferente: movilizar a los propios. A la tropa de cada uno de los bandos. Y eso, en estos momentos, preocupa, especialmente, a los socialistas y al PP. Son los partidos que más electores tienen en peligro: unos por la sobremovilización de las generales para impulsar a Pedro Sánchez y otros por el desencanto de una situación delicada. Esa caída de movilización puede ser especialmente crítica para la izquierda en Alicante, la provincia en la que mejor se defienden las marcas conservadoras y en la que más sufren las fuerzas progresistas, como se demostró en las urnas del 28-A.

Y todavía hay un tercero que puede sufrir en este envite de apenas un mes: los ultras de Vox. En la formación existe cierto malestar por la falta de respaldo de la dirección nacional en estos comicios. Santiago Abascal ya ocupa su escaño en el Congreso pero su presencia ha sido mínima en esta campaña municipal. Eso se ha notado en la participación y en la visibilidad de una organización que, en estos momentos, todavía tiene una estructura local muy débil con poco músculo territorial. Corren el riesgo, apuntan los expertos que están trabajando con los datos estos días, de que una parte de sus electores se queden a casa o vuelvan directamente a las filas del PP. Eso podría ser muy duro para los ultras y dejarles en el umbral de no superar el listón que concede representación en los consistorios, algo que ahora, por ejemplo, no le interesa al PP, que cuenta con Vox para sumar mayorías frente a la izquierda. La falta de pulso de la organización, en todo caso, es evidente, como se aprecia en redes o en los actos.

En las salas de máquinas de los grandes partidos se considera, sin embargo, que los electores de Ciudadanos, crecidos tras su buen resultado en las generales y autonómicas, están con ganas de volver a las urnas para confirmar ese resultado y, de paso, darle el sorpasso, de forma definitiva, al PP. También apuntan estas mismas fuentes que, en este escenario y sin operar el voto útil de las elecciones de abril, a Compromís y Podemos les sería más fácil retener a sus electores naturales, que algunos de ellos se marcharon con Pedro Sánchez por el temor a la ultraderecha. Pero todo ese decorado, a día de hoy, está pendiente de la capacidad que tenga cada sigla y cada uno de los bloques para llevar a sus partidarios a votar. La baja participación puede ser un problema pero, ojo, puede primar a los que mantengan a los suyos en la jornada de votación. Las mismas papeletas con menos participación suponen un mayor porcentaje. Pero, a la vez, perder respaldo con menor participación supone un castigo para el partido que no logre movilizar. Veremos el domingo.

Todo sobre las elecciones municipales 2019 y las elecciones europeas

Tras la celebración de las elecciones autonómicas y generales el pasado 28 de abril, los ciudadanos tenemos una nueva cita con las urnas en las elecciones municipales y europeas el próximo 26 de mayo. En INFORMACIÓN te contamos quiénes son los candidatos de las elecciones municipales 2019 y los programas de los partidos, las noticias más destacadas de la campaña electoral y las curiosidades y aspectos más importantes sobre el proceso de votación, así como a los resultados de las elecciones municipales y europeas. Además, tendrás acceso a los mejores vídeos y fotografías de la campaña.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats