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El Consell Jurídic frena la aplicación automática del requisito lingüístico

El organismo consultivo cuestiona la cláusula de Compromís que acelera la exigencia del valenciano para ser funcionario

El Consell Jurídic frena la aplicación automática del requisito lingüístico

La futura ley de la función pública valenciana ha encontrado un nuevo escollo en el largo camino para su aprobación. Y de nuevo es la regulación del requisito lingüístico para el acceso a una plaza pública la cuestión mollar. El Consell Jurídic Consultiu (CJC) no ve claro que el Consell pueda exigir de forma automática determinados niveles de conocimiento del valenciano y ha dejado constancia de sus reparos en forma de observaciones esenciales.

Así queda reflejado en el dictamen sobre el anteproyecto de ley al que ha tenido acceso Levante-EMV, un informe que en términos generales avala el texto elaborado por la Conselleria de Justicia, que dirige Gabriela Bravo, pero que tumba las prisas de Compromís por introducir el requisito.

El reparo de mayor calado tiene que ver con cómo al final quedó regulada la aplicación del requisito lingüístico. El organismo consultivo no cuestiona que la ley establezca por primera vez en la Comunitat que para ser funcionario habrá que acreditar saber valenciano. En realidad, la observación del Jurídic es una enmienda a la totalidad a la cláusula que Compromís arrancó al PSPV para garantizar que la negociación futura no retrasara sine die la aplicación del requisito.

La ley, en su articulado, habla de «acreditar la competencia lingüística en el conocimiento del valenciano que se determine reglamentariamente, respetando el principio de proporcionalidad y adecuación entre el nivel de exigencia y las funciones correspondientes al puesto de que se trate».

Esta redacción, incluida en el primer borrador del departamento de Bravo, resultó insuficiente para la pata de Compromís del Consell, que exigía mayor compromiso. El choque en el seno del bipartito acabó bloqueando la ley. El conseller de Educación, Vicent Marzà, medió en el conflicto y finalmente acordó con Bravo un nuevo texto que incorporara una disposición que blindaba la aplicación del requisito dentro de la legislatura.

En concreto, la disposición tercera daba un plazo de seis meses a la conselleria para regular reglamentariamente la acreditación del nivel del conocimiento del valenciano, pero con el mandato de que si en un año esta norma no se aprobaba, se exigiría un determinado nivel, según la catagoría funcionarial. Así, el funcionariado de los grupos A1, A2 y B deberían acreditar un certificado C1; el grupo C1, el certificado B2, el grupo C2, el B1; y las agrupaciones profesionales funcionaralies, el certificado A2.

Una contradicción

El Jurídic no se anda por las ramas y considera que esta disposición que, de un lado, prevé un plazo para aprobar el reglamento y, por otro, prevé un posible incumplimiento, es «una incoherencia y una contradicción jurídica». Estima también que al contemplarse una aplicación determinada del requisito en caso de fallar la negociación del reglamento, podría «descartar la posibilidad de que el Consell, con posterioridad a dicho plazo de un año y tras la aprobación de la previsión legal, pueda aprobar ningún reglamento que contradiga los niveles de exigencia establecidos 'supletoriamente' en el texto proyectado».

Para el Jurídic sería como establecer un plazo de caducidad de la facultad del derecho reglamentario atribuido al Consell. Y va más allá al sugerir que de ser así se vulneraría la propia ley cuando establece que el nivel de conocimiento del valenciano exigido no puede interpretarse como «una aplicación automática» de dicho requisito ya que debe estar sujeta al principio de proporcionalidad y adecuación entre el nivel de exigencia y las funciones correspondientes al puesto que se trate».

El dictamen obliga pues al futuro Consell a volver sobre sus pasos y liquidar la polémica cláusula, que también rechazó el Comité Económico Social. El informe del Jurídic era el último paso para aprobar una ley que el propio PSPV ha retrasado para evitar el desgaste.

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