n Resulta difícil mantener una conversación con Mari Carmen Sánchez, la alcaldable de Ciudadanos en Alicante, sin que sonría o acabe hablando de las Hogueras de San Juan. Es jovial, y no lo esconde, y amante de las fiestas oficiales de su ciudad, y de ello presume. «Forman parte de mi vida y de la de mi familia. Es otra forma de querer Alicante», asegura la candidata, que nació un 13 de julio de hace casi 37 años.

Con una trayectoria muy reducida en la esfera pública, Mari Carmen Sánchez aspira a ser la segunda alcaldesa de la historia de la ciudad. Por lo pronto, es la única mujer entre los principales candidatos para las municipales del 26-M en la capital alicantina. Entró en política hace ahora cuatro años, y casi sin buscarlo. Ciudadanos le ofreció ser la «dos» de su candidatura municipal, encabezada por José Luis Cifuentes, y la «tres» de la lista a las Cortes por Alicante. Las urnas le dieron la opción de elegir, y se fue a València. En las Cortes Valencianas, entró como novata y ha acabado el mandato como portavoz de un grupo parlamentario que saltó por los aires por discrepancias internas en el ecuador de la pasada legislatura. Al frente del cargo ha estado durante casi dos años, nada sencillos, intentando hacer oposición al Botànic y en un pulso constante con el PP por ganar espacio en el bloque de la derecha.

Denuncia que en política existe un «techo de cristal» para las mujeres y continuos «micromachismos». Dice que es un mundo «muy masculinizado» y que ha visto mucho «desdén» contra las mujeres, «sobre todo en los debates». No cree, en cambio, que exista machismo en las Hogueras. «La mujer no es un florero en la fiesta», apunta. Ella fue belleza de su comisión, Rambla de Méndez Núñez, en 2003. Un año después, fue elegida Dama de la Bellea del Foc. Su currículum festero lo completó en 2012, formando parte de la Federació de Fogueres durante el primer mandato de Manuel Jiménez, quien a su vez forma parte de la candidatura del PP, liderada por Luis Barcala. Dos excompañeros, ahora enfrentados en esta campaña electoral, que todo apunta a que compartirán bancada el próximo mandato.

Sin poner aún fecha de caducidad a esta travesía en política, Mari Carmen admite que se lo toma como una «etapa», no como una profesión a medio o largo plazo. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Alicante, asegura que pronto volverá a trabajar en Sanidad, en el área administrativa, «con un horario establecido y descansando los fines de semana». No como en política. Su llegada a la esfera pública no gustó nada a su madre, también de nombre Mari Carmen (su padre se llama Antonio). La mujer no entendía que su única hija se metiera en un ámbito «tan mal visto». Al final, la convenció: «Le dije que quería cambiar las cosas, que se dejara de asociar a los políticos con la corrupción. Me respondió con un abrazo».

Cuando habla de ellos, de su familia en general, le cuesta evitar las lágrimas. «Para mí, la familia es lo realmente importante. Son mis mejores amigos. Mis peores recuerdos van siempre ligados a esas personas de la familia que ya no están». Los mejores, en cambio, son más diversos: desde aquella noche electoral que le permitió entrar en las Cortes hace ahora cuatro años, a aquel día que fue elegida para la corte de honor de la Bellea del Foc, pasando por esa primera vez que cogió a su «gatita» Abbey. También tiene buenos recuerdos de cada uno de los arroces, de pescado, que le hace su abuela. Los suyos no están al mismo nivel, ni de lejos. «Cocino por supervivencia, un huevo frito, una ensalada y poco más. Se me da fatal», admite la candidata de Cs, quien reconoce que, gracias a su madre, tiene llena la nevera de una casa que adquirió hace apenas un año. De su vivienda al Ayuntamiento podrá ir andando, está a apenas unos metros, cerca también de uno de sus rincones favoritos de la ciudad: la plaza de Gabriel Miró. Para la entrevista con INFORMACIÓN, en cambio, eligió Luceros: «Es el centro de las celebraciones alicantinas y uno de los emblemas de la ciudad». Allí espera «debutar» como alcaldesa el próximo sábado 15 de junio, en el arranque oficial del concurso de mascletás de Hogueras.

Dice ser creyente, aunque no practicante; no tiene coche, pero tampoco carné de conducir («me ponía muy nerviosa en la práctica»); los Beatles y Queen son sus grupos favoritos, aunque también escucha boleros y a Marilyn Manson; tiene fobia a los pájaros y miedo a la soledad, los libros de Carlos Ruiz Zafón son sus preferidos... ¿Y su serie? De la que (casi) todo el mundo habla estos días: «Juego de tronos». La serie ya ha acabado; su futuro político en Alicante está más que abierto.