Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El laboratorio: efectos de la sucesión de citas electorales

El escaso plazo de cuatro semanas entre ambas convocatorias, supone que el conocimiento de los resultados obtenidos en las recientes elecciones es un importante factor en la próxima decisión de los votantes

Interior de un colegio electoral en la ciudad de Alicante. jose navarro

El anticipo de elecciones generales, aprovechado por Ximo Puig para avanzar las autonómicas y revalidar su gobierno en la Generalitat Valenciana, tendrá influencia en los resultados de las elecciones municipales del próximo domingo 26 de mayo. El escaso plazo de cuatro semanas entre ambas convocatorias, supone que el conocimiento de los resultados obtenidos en las recientes elecciones es un importante factor en la próxima decisión de los votantes. Más relevante que muchos actos de campaña realizadas por los partidos y sus candidatos. La corriente de comportamiento electoral se expresa en los sondeos de intención de voto publicados este domingo por los diarios INFORMACIÓN y Levante-EMV, sobre las cuatro principales ciudades de la Comunidad Valenciana: València, Alicante, Elche y Castellón. Los resultados ofrecidos en estas encuestas, que confluyen con las tendencias apuntadas por el CIS y otros medios de comunicación, permiten resumir la tendencia del conjunto de elecciones municipales en nuestro territorio autonómico.

La primera conclusión es el efecto «arrastre» de la victoria electoral del PSOEvalencianas. Este partido vencerá en los cuatro mayores municipios de la Comunidad, con aumento de concejales en todos ellos. El crecimiento medio acumulado se cifra en más del 50%. En segundo lugar, el efecto «voto útil» entre una parte de los que votaron a Vox. Una vez conocidas las consecuencias de su comportamiento electoral, parece que respaldaran a sus antiguas opciones en los municipios. Esta transferencia de votos reforzará principalmente al Partido Popular. Aunque disminuirá su número de concejales en los cuatro municipios, con una caída conjunta del 25%; se mantendrá como primer partido político en el bloque de derechas y segunda fuerza política, excepto en la ciudad de València.

La tercera consecuencia es que no habrá efecto «sorpasso» de Ciudadanos en la derecha. No logra obtener ventaja del descenso de los populares y su proyección demoscópica es mantener su número actual de concejales, que le consolida como tercera formación política en la Comunidad Valenciana. Podemos y Compromís representan el efecto «dualidad de voto», por un electorado que decide diferenciar su decisión ante los distintos ámbitos electorales. La coincidencia de elecciones generales y autonómicas, mostró la preferencia de votar a Pablo Iglesias en clave estatal y a Mónica Oltra en la autonómica. Los sondeos muestran ahora que los municipios alicantinos prefieren a la formación morada, mientras que en Castellón y València se decantan por el partido valencianista. Ambas formaciones presentan ligeras disminuciones en su número de escaños, excepto en Elche donde la no presencia de Podemos en las pasadas municipales supone un crecimiento de 3 concejales, principalmente a costa de Compromís, que pierde 2 concejales.

Por último, Vox personaliza el efecto «burbuja mediática» donde unos buenos resultados objetivos, no tenían representación en parlamentos hace un año; no impiden la sensación de derrota debido a las altísimas expectativas que habían labrado. Esta formación será la última en concejales en los cuatro municipios, no consigue más de dos concejales en ninguno de ellos y presenta el riesgo de no tener representación en Elche y Castellón.

Mención aparte merece València, ciudad que rompe la jerarquía establecida, con el pulso entre PSOE y Compromís. Su poder institucional tras cuatro años de gobierno municipal explica esta anomalía respecto al resto de municipios analizados. La disputa por la vara de mando entre dos partidos del mismo bloque ideológico es también una excepción, justificada por la confrontación de dos efectos. El del «alcalde» Joan Ribó, frente al del «arrastre» del PSOE, reforzado por la presencia de la candidata con mayor valoración en el municipio, Sandra Gómez; y ante la debilidad de los partidos de derecha, tras las elecciones celebradas el 28 de abril.

A propósito de valoración de candidatos, este es uno de los contenidos que incluyen las encuestas publicadas durante estos últimos días. Un análisis de la simpatía de las candidaturas de los principales partidos en liza, un total de veinticuatro (seis candidatos por cuatro municipios); permite aportar las siguientes conclusiones :

1) La valoración media otorgada a las candidaturas es de 5,1 puntos, un aprobado que contrasta con las negativas valoraciones de las encuestas del CIS. La clave está en la mayor cercanía y, por tanto, simpatía del ámbito municipal.

2) Los candidatos de partidos de izquierda obtienen mejor valoración que los de la derecha (5,6 frente a 4,6). En todas las ciudades, una candidatura de izquierdas es la más valorada; frente a la menor valoración de una candidatura de derechas.

3) La calificación media de los candidatos hombres (5,2) supera a la de las candidatas mujeres (4,9); aunque los géneros igualan en las primeras candidaturas en valoración.

4) La alcaldía puede impulsar la mejor valoración, se produce en dos de los cuatro municipios; aunque también puede desgastar al candidato, otorgándole el suspenso de la ciudadanía.

En una semana comprobaremos si se cumplen las tesis del laboratorio electoral en el que hemos convertido a esta primavera del año 2019.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats