La prolongación del tranvía para dar servicio a los barrios del sur de Alicante, finalizando el intercambiador de Renfe para aprovechar la multimillonaria inversión, la dotación de líneas circulares que faciliten la conexión entre los barrios sin necesidad de llegar al centro y el taxi a demanda para las partidas rurales son las grandes reivindicaciones respecto al transporte público que los ciudadanos de la capital plantean a los candidatos a la Alcaldía de Alicante.
Los alcaldables de los distintos partidos toman nota y se marcan como prioritarias distintas mejoras. Unos proponen tener en cuenta a los barrios y conectarlos mejor, eficiencia y rapidez y facilitar la comunicación con las universidades, otros una línea circular que conecte el Hospital de Alicante con los barrios, o bien reducir el precio actual del billete. También mejorar la conexión con las pedanías y repensar los trazados. Todo está sobre la mesa ante la próxima caducidad del contrato de los autobuses, que expira en agosto tras 50 años de concesión.
En cuanto al tranvía, más compromisos: prolongar el trazado hacia el sur para que llegue a San Gabriel y la conexión ferroviaria hasta el aeropuerto. ¿Cuáles serán finalmente realidad?
Doce asociaciones de vecinos de distintos barrios de Alicante han firmado un documento con nueve reclamaciones sobre transporte. Quieren un servicio autobús «digno, suficiente y eficaz» en las zonas más carentes, incluida la activación inmediata del plan municipal de mejora del transporte público en las partidas rurales; líneas circulares que faciliten la conexión externa entre barrios, como existen en otras ciudades; ampliación del horario nocturno de las líneas para facilitar la movilidad laboral y de ocio de la ciudadanía; creación de una «verdadera estructura participativa» en el área de transporte, con el objetivo de que todos los barrios puedan exponer sus problemas y propuestas y debatir las soluciones; mejorar la dotación y frecuencia de líneas deficitarias; creación de otras nuevas en aquellos barrios donde son necesarias por el crecimiento urbanístico; respecto al tranvía completar los ramales necesarios para dar servicio a los barrios de la zona sur como la Florida, fomentando de paso la reducción del uso del coche; más zonas peatonales; carriles bici debidamente señalizados con trazado diferenciado de la calzada y de las aceras para peatones; y regulación de los patinetes eléctricos y similares.
Estas demandas partieron de las asociaciones vecinales Pau2, Nuevo Moralet, Gran Vía Sur, Distrito Playas, El Templete de Benalúa, Laderas del Benacantil, Carolinas Bajas, la Condomina, la Amistad de la Alcoraya, la asociación El Magro de San Blas, Sant Jaume de la Cañada del Fenollar, y El Saladar de Fontcalent. Las incluyeron en un documento entregado a los candidatos.
José Santamaría, de la asociación Gran Vía Sur, pone como ejemplo de mal funcionamiento la línea 1 de bus, «la única que comunica los barrios del sur con el resto de Alicante. Es una línea insuficiente, sobrecargada en horas punta por las paradas en los colegios y los centros de salud y deficiente por tanto en frecuencia y número de autobuses. Tiene 84 paradas, desde San Gabriel hasta Juan XXIII, por lo que tarda más de una hora en hacer todo el recorrido, además laberíntico».
Desde la asociación de vecinos Virgen del Remedio, Mari Eva Coloma coincide en que el autobús 1 tiene una frecuencia muy larga y que hay que esperar mucho. Desde la asociación de Campoamor Luis Romero demanda autobuses más accesibles y ecológicos.
En el caso del Pla, Carmen Cobela señala desde la asociación de vecinos como prioridades del transporte público la urgente finalización del intercambiador tranvía-Renfe; la adaptación de las paradas de bus para que sean accesibles; información en tiempo real de los tiempos de espera; reordenación de líneas con criterios de eficacia; racionalización de tarifas y bonificaciones; ampliación de la franja horaria de prestación nocturna del servicio; implementación de un plan de protección de las mujeres frente al acoso y violencia machistas; rescate de la concesión para prestar el servicio público por gestión directa municipal, mediante empresa pública; y transparencia y participación en la toma de decisiones sobre el transporte público.
En cambio, desde el sur de Alicante, la asociación de la Florida ha criticado en la Mesa del Transporte el que no se haya solucionado el tema de la concesión, lo que requerirá mantenerla un tiempo. «En este caso, pedimos que lo gestione una empresa mixta y que se potencie el autobús dándole prioridad con carriles rápidos y un buen sistema de transbordos», señala José María Hernández. Esta asociación propone, por la sostenibilidad del servicio, que los pensionistas que cobren menos de 800 euros viajen gratis, y a partir de esa cantidad, que se cobre un canon de 0,20 por viaje.
Mención aparte merecen las partidas rurales, que reclaman el taxi a demanda. «Este servicio estaba aprobado en 2018 con 800.000 euros en el presupuesto y sigue en un cajón», recuerda María López Medel, de la asociación de vecinos Nou Moralet, a la espera de la resolución del Síndic por el retraso de su puesta en marcha. En cuanto a los autobuses, afirma que en el Moralet no son solución y que la Alcoraya necesita más horarios porque solo hay tres al día.
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