La Diputación también ha decidido entrar en campaña con una lluvia de millones para los municipios en vísperas de las elecciones locales del próximo 26-M. La corporación provincial, bajo mando del PP y con César Sánchez como presidente, está ultimando uno de los mayores repartos de fondos del mandato por importe de 38 millones -más de seis mil millones de las antiguas pesetas- que llegará a todos los municipios de la provincia, según la información a la que ha tenido acceso este periódico. El movimiento estratégico de César Sánchez tiene una lectura interna en clave de la batalla del PP por el liderazgo de la Diputación en el supuesto de que el bloque conservador pueda retener la mayoría. Pero, sobre todo, tiene una variante de puertas hacia fuera: la evidencia de que el control de la institución provincial se ha convertido en uno de los grandes caballos de batalla de esta incierta pugna de las elecciones municipales con las que, además, se resolverá una ecuación en el Palacio Provincial que la izquierda ve posible después de las autonómicas.
El listado de inversiones, de acuerdo a los datos que ha podido recopilar este periódico, incluye una partida de casi 14 millones que la Diputación ha bautizado como Fondo de Cooperación y que es la cuantía que la institución provincial controlada por el PP se negó a aportar al proyecto autonómico, en el cual los municipios alicantinos han salido perjudicados por la negativa de la corporación alicantina a colaborar. Con esa fórmula, la institución se garantiza que sea César Sánchez el que acabe controlando ese reparto de las cantidades que se distribuirán a los 141 municipios en lugar de que se haga desde la Generalitat, como sí ha ocurrido con Valencia y Castellón. Además se han establecido otros cuatro millones en subvenciones «a dedo» -maquilladas bajo el eufemismo de nominativas y que vienen de un acuerdo de julio del año pasado- con obras para Aspe, Benasau, Cox, Daya Nueva, Muro y Busot, que tendrá por fin la polémica ayuda directa para su polideportivo por importe de casi un millón. Una cantidad que, en su momento, acabaron cuestionando los tribunales y que ahora se podrá conceder gracias al acuerdo político. Cabe recordar que el alcalde de Busot, Alejandro Morant, es a su vez vicepresidente de la Diputación y responsable de Hacienda además de volver a optar a la vara de mando en estas elecciones locales. También se entrega otro millón de euros a Torrevieja, una población que ha mantenido un pulso a lo largo del mandato con la institución provincial por su exclusión sistemática de los repartos de inversiones. Una manera de intentar «taparle» la boca al gobierno de izquierdas de esta localidad de la Vega Baja en plena carrera a los comicios locales.
Igualmente se distribuirán dos millones de euros para campos de césped artificial y otro paquete de casi 1,4 millones para la concesión de más ayudas «a dedo» ambientales en l'Alqueria d'Asnar, Gaianes, Agres y Biar; la rehabilitación del castillo de Polop; y cuatro inversiones de mejora de carreteras por toda la provincia. Ese primer paquete de ayudas que incluye el fondo de cooperación y un buen número de subvenciones «a dedo» llega a los 21,3 millones. Pero hay un segundo listado de subvenciones por valor de 13,3 millones con un reparto de «nominativas» derivadas de planes de obras y del fondo de cooperación además de una serie de inversiones de mejora, la tercera pata de este aguinaldo electoral, en bienes de la propia Diputación por valor de 3,3 millones. Total: cerca de 38 millones de euros, uno de los mayores repartos de fondo de todo el mandato que ahora está a punto de cerrarse aunque la Diputación seguirá en funciones hasta mediados de julio.
De «tapadillo»
El asunto se abordó medio de «tapadillo» durante una Junta de Portavoces celebrada ayer en el Palacio Provincial. En plena campaña ya para las elecciones municipales, a la cita asistió el portavoz del PP y vicepresidente Carlos Castillo pero, sin embargo, no acudió ninguno del resto de titulares. Ni estuvo el socialista, José Chulvi, alcalde de Xàbia, que tenía reunión en las Cortes Valencianas y que fue sustituido por Toni Francés, primer edil de Alcoy. El portavoz de Compromís y concejal de Xaló, Gerard Fullana, tampoco pudo participar y fue el diputado Lluís Pastor, edil en Mutxamel, el representante de Compromís. Raquel Pérez, portavoz de EU, tampoco estuvo en la convocatoria. La mabiobra que ha ejecutado César Sánchez en la Diputación deja sin margen de maniobra a la oposición. Están atados de pies y manos para poder ejecutar una oposición política. En el reparto, de hecho, hay localidades de todos los colores y nadie se va a atrever a votar en contra de inversiones municipales en plena campaña. Si acaso, como apuntó Gerard Fullana, se pueden criticar las formas: «Una vez más no han aprobado esas ayudas cuando tocaba. Lo han hecho cuando le ha venido bien al PP y también a César Sánchez para su propio beneficio político y personal».
De hecho, efectivamente, el pleno en el que se acabarán aprobando esas subvenciones con las que se «regarán», en mayor o menor medida, a todos los municipios de la provincia se celebrará, en principio y salvo un giro de los acontecimientos, el próximo 23 de mayo, tres días antes de las elecciones, no por el hecho de que se tuviera que celebrar en esa fecha sino por pura conveniencia y oportunidad política del PP. Inicialmente, el pleno ordinario del mes de mayo se tenía que celebrar, como es norma de la Diputación, el primer jueves de mes, con lo que hubiera correspondido su convocatoria el pasado día 6. Pero, sin embargo, para que el reparto de inversiones tuviera un mayor impacto dentro de la campaña electoral, la fecha de celebración de ese pleno se ha ahormado para que se pueda sustanciar el citado día 23. Puro electoralismo con dinero público.
César Sánchez, casi inédito en la campaña local
El presidente de la Diputación, César Sánchez, reapareció ayer en un acto institucional de Suma después de varios días de perfil bajo tras la derrota en las elecciones generales, donde cosechó uno de los peores resultados del PP en la provincia de toda la historia como cabeza de lista al Congreso. La actividad del titular de la institución provincial en esta campaña municipal, a pesar de formar parte de la lista de Llíber para intentar optar a un segundo mandato en el Palacio Provincial, es casi irrelevante. Apenas se ha dejado ver en el arranque de Calp, su pueblo, para apadrinar el inicio de la carrera electoral de Ana Sala, su sustituta como alcaldable del PP.
Oltra admite una «reinvención» del Consell para poder integrar a Podemos en el nuevo Botànic
Ximo Puig deja en manos de Compromís la propuesta del nuevo presidente del parlamento valenciano
La vicepresidenta del Consell en funciones y líder de Compromís, Mónica Oltra, destacó ayer que la estructura del Botànic ha sido «un acierto» y aclaró que no hay que ser «un lince» para barruntar que en su reedición «algo habrá que reinventar» en su composición de mestizaje por la entrada de Podemos. Asimismo, en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, se ha referido también sobre su papel en el próximo gobierno. Así, comentó que aunque ha estado «muy contenta» esta legislatura en su función de portavoz, vicepresidenta y de consellera de Políticas Inclusivas de este balance no puede deducirse, como le han preguntado, que quiera mantener alguna área de gestión.
En su primera comparecencia tras las elecciones, Oltra hizo balance del modelo de mestizaje aplicado en el primer Pacte del Botànic que ha calificado de «muy positiva» porque, con datos objetivos, este ha sido el gobierno «más estable de toda la historia desde que se constituyó el autogobierno». «Nunca antes -subrayó- ha habido con datos objetivos ningún gobierno con tanta estabilidad, ni una legislatura con una producción legislativa como esta, ni siquiera la primera cuando no había nada y estaba en construcción». No obstante, constató que aunque la estructura del Consell ha sido un «acierto, al margen de debilidades y fortalezas en su globalidad» no quiere decir que «vaya a ser la misma» en su reedición, tenga de nombre el «accidente geográfico que tenga», en referencia la propuesta de que pase a ser el Pacte del Montgó y se firme en la provincia.
De hecho, destacó que precisamente este Consell del Botànic se han caracterizado «por no ser inmovilista». «No es que yo sea un lince pero todo apunta a que la composición tendrá tres actores y habrá que reinventar algo, que siempre está bien», aclaró. El president Ximo Puig, por su parte, defendió que el nuevo acuerdo de gobierno con Compromís y Podem-EU debe suponer un «reinicio» del Botànic más allá de cómo se llame o dónde se firme. También ha abogado por el «respeto institucional» en las Cortes ante la entrada de Vox, para lo que ha garantizado que los socialistas lo tendrán. Elogió el trabajo realizado por Enric Morera en el parlamento valenciano pero dejó en manos de Compromís la propuesta del nuevo presidente del parlamento.
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