Siguen los incendios municipales en la ultraderecha alicantina en plena campaña para las elecciones locales y europeas. Otro caso de nepotismo familiar en la candidatura de Vox en Torrevieja. Un matrimonio de parados encabeza la candidatura de la formación de Santiago Abascal en la localidad de la Vega Baja. La candidatura, como recoge el Boletín Oficial de la Provincia, la encabeza Carolina Vigara y Juan Carlos Ramos, que son matrimonio y, en este caso, aspirantes a concejales en los comicios del próximo 26-M. Ninguno de los dos tiene empleo. Como ha venido publicando este periódico, hay varios casos de parejas que copan las listas de la formación ultraderechista. El más conocido, sin duda, es el de la diputada autonómica y presidenta provincial de Vox, Ana Vega, y Mario Ortolá, candidato a la Alcaldía de Alicante.

En Villena ha saltado la polémica con Daniel Sánchez, número dos de la lista municipal que encabeza Ana María Cerdán, expresidenta provincial de Vox y parlamentaria autonómica electa en los comicios a las Cortes Valencianas del pasado 28-A. Daniel Sánchez ha pasado por media docena de formaciones políticas, entre ellas España 2000, una organización de corte pronazi. Ese fue el primer destino político del ahora número dos de la formación ultraderechista en la capital de la comarca del Alto Vinalopó.

Pasada la etapa en España 2000, Daniel Sánchez estuvo en el Partido Social Demócrata, una creación de Rafael Blasco en la época del PP en la Generalitat que se financió con fondos públicos en toda la Comunidad Valenciana para minar a los socialistas. Posteriormente, el ahora candidato de Vox en estas municipales estuvo en Villena Centro Democrático, una formación de ámbito local que surgió con escindidos del PP. Luego se afilió, precisamente, a las filas populares e, incluso, algunas fuentes aseguran que lo intentó con los socialistas. Posteriormente, también estuvo en los movimientos para poner en marcha Ciudadanos.

Tras ese intenso trasiego, volvió a pedir afiliarse al PP en el verano de 2018. Pero ya sabiendo su historial no se tramitó porque la Ejecutiva local no le admitió. Su afiliación estuvo encima de la mesa hasta diciembre del año pasado, cuando pidió retirarla y ahora se presenta como número dos de Vox. Fuentes conocedoras de los movimientos internos de Vox aseguran que, una vez pasen las municipales y en el supuesto de que los ultras obtengan representación en Villena, Ana María Cerdán dejaría el acta de concejal para dedicarse a las Cortes Valencianas y cedería el liderazgo del grupo municipal a Daniel Sánchez.

Estos conflictos se suman a las polémicas internas en media provincia con destituciones de coordinadores locales, candidatos con pasado oscuro, tensiones internas y dimisiones. Los ultraderechistas de Vox irrumpieron en las instituciones en los comicios de abril y ahora intentan colarse en los consistorios locales. Está por ver que sean capaces de traducir el resultado de las generales y autonómicas a los municipios.