Podemos salvó los muebles... a medias. Pese al buen resultado que el bloque de la izquierda cosechó el pasado domingo, Unidas Podemos ve como su presencia desaparece parcial o totalmente en muchas autonomías. Tras los comicios de 2016, el partido encabezado por Pablo Iglesias tenía diputados en todas las comunidades autónomas, una situación que ha cambiado radicalmente en este 28A. La formación morada ha perdido su único representante en Cantabria, La Rioja o Extremadura , mientras que en Castilla y León y Castilla-la Mancha, sus cifras electorales se han reducido de tres y dos diputados, respectivamente, a cero.

Del mismo modo, en Cataluña y País Vasco, las dos únicas autonomías en las que Podemos consiguió liderar hace tres años también se ha notado este gran descenso electoral. En ambas autonomías el partido morado se ha tenido que conformar con la tercera posición, perdiendo una considerable parte de su representación. Ni Girona ni Tarragona tendrá en esta legislatura representantes de la formación en el Congreso, mientras que en Barcelona esta se reduce de 9 a 6, pasando en total de 12 a 7 escaños. Por su parte, también desaparece de sus cuentas un diputado en Vizcaya y otro en Guipúzcoa, quedándose solo con cuatro representantes provenientes del País Vasco. Además, salvo Canarias, Baleares y Murcia, los de Iglesias también pierden al menos un diputado por autonomía, destacando especialmente la Comunitat Valenciana, donde pasa de nueve diputados a cinco tras no repetirse la unión con Compromís.