Esquerra Republicana ganó por primera vez las elecciones generales en Cataluña y logró su objetivo de ganar peso en Madrid, en pleno juicio del 'procés', al conseguir 15 diputados en el Congreso. Unos resultados espectaculares para la formación independentista que además podría convertir esos diputados en piezas clave para el futuro del próximo Gobierno.

La segunda posición fue para unos socialistas catalanes que han sacado ventaja del retroceso de En Comú Podem y pasan de ser cuarta a segunda fuerza en Cataluña. Mientras el PSC sube de siete a doce diputados, los 'comuns' recorren el camino a la inversa y pasan de doce a siete.

JxCat tampoco logró remontar el vuelo y pierde otro escaño, quedándose en siete, a más de medio millón de votos de distancia de su competidor independentista, ERC. Los republicanos habían rechazado ya antes del inicio de campaña una alianza con el partido de Puigdemont pese a las repetidas ofertas del expresidente catalán. Su estrategia fue clara, ignorar a los postconvergentes y centrarse en el que consideraban su rival directo, el PSC.

Por su parte, Ciudadanos fue quinta a poca distancia de JxCat, mientras el PP esquivó su desaparición en este territorio al conseguir un escaño por Barcelona, el de Cayetana Álvarez de Toledo, y Vox consiguió arrancar un representante también en la capital catalana.

Tras conocerse los resultados, el número dos de las listas de ERC al Congreso, Gabriel Rufián, compareció ante los medios exultante. Y sus primeras palabras fueron reveladoras. Enumeró a todos los políticos de su formación actualmente en prisión por su papel en el 'procés', a quienes dedicó la «victoria». «Habéis ganado a vuestros carceleros», celebró. Entre gritos de «no pasarán», Rufián elogió a Cataluña por «combatir y destruir el fascismo». Y no dejó pasar la oportunidad de mandar una advertencia: «No nos conformamos», dijo, porque «pese a la victoria de hoy, que es la primera de muchas, mañana seguirá habiendo presos en las cárceles».

Por su parte, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, aseguró en esa misma línea que «es el momento de abrir un diálogo para encontrar una solución política que pase por la convocatoria de un referéndum de autodeterminación».