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El empleo tiembla y los partidos políticos sacan el hacha de guerra

El paro registra un primer trimestre agridulce en los últimos estertores de la campaña electoral

Todo número tiene una historia y, como tal, puede ser objeto de interpretación, más incluso si un país está en vísperas de unas elecciones generales con el voto altamente fraccionado. El empleo sabe que este enunciado es verdad. Ayer se hicieron públicos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año. El paro aumentó en 49.900 personas y situó la cifra total en 3,35 millones, en lo que constituye el mayor incremento intertrimestral en seis años, desde el inicio de 2013. La radiografía del mercado laboral empeora al analizar la ocupación. España perdió 93.400 empleos y la cifra de ocupados cayó hasta 19,4 millones . La tasa de desempleo quedó situada en el 14,7%, 25 centésimas más que al término de 2018.

¿Qué está detrás de este peor comportamiento del mercado laboral? Los causas son varias, pero entre ellas destaca que la economía española está en fase de desaceleración y que este año ha existido un componente estacional, vinculado a la Semana Santa. La EPA del primer trimestre de 2019 no incluye el periodo de Semana Santa, que este año ha sido en abril, mientras que en 2018 sí se contabilizó porque fue en marzo. En el periodo de vacaciones, las contrataciones tienden a dispararse, sobre todo en el sector servicios (comercio, hostelería y restauración). Para conocer la evolución del empleo en este periodo vacacional de 2019 habrá que esperar a la EPA del segundo trimestre de 2019.

Esta es la historia -resumida- de los números conocidos ayer, que fueron interpretados por todos los partidos que estarán el domingo en las urnas. El comportamiento del mercado laboral en el primer trimestre dependió del color con que lo mirara cada partido y, en todos los casos, fue utilizado como arma arrojadiza. Nadie se quedó al margen.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentó la tasa de paro, por ser una cifra que considera «elevada». No obstante, minimizó los datos del mayor número de parados y de menos ocupados. Prefirió hablar de los datos interanuales y no intertrimestrales, señalando que en España se han creado casi 600.000 empleos en el último año. Sánchez, que no puede abusar de optimismo económico pero tampoco pecar de alarmista, intentó hacer un acto de equilibrismo al indicar que «en materia económica hay que estar alertas» y es necesario contar con una mayoría parlamentaria sólida que permita transformar y modernizar la economía. Una economía que, en su opinión recogida por Europa Press, va «razonablemente bien».

Para Pablo Casado, en cambio, el mercado laboral está herido de muerte y la culpa es de Sánchez. «Es llegar el PSOE por la puerta y el empleo salta por la ventana», dijo el líder del PP. Casado fue más allá y afirmó, en un ejercicio de atrevimiento difícil de entender, que «si se vota al PP se creará empleo en apenas unas semanas». Por su parte, Albert Rivera tuvo dardos para todos, al asegurar que España «suspende» en empleo, porque lleva treinta años «sin hacer los deberes» en materia laboral». Quizá el tono más equilibrado fue el de Pablo Iglesias, de Podemos, que prefirió admitir su preocupación por la calidad del empleo y por la elevada temporalidad, «el gran fracaso».

Cabe esperar que los partidos entierren pronto el hacha y presten la atención necesaria a la economía y al empleo. Su inquietud no puede ser sólo flor de un día.

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