Un grupo de catedráticos, profesores y académicos vinculados a diferentes universidades de la Comunidad Valenciana han salido en defensa de la continuidad de la conselleria de Transparencia como mecanismo de prevención de la corrupción. Una conselleria que en las últimas semanas han puesto en tela de juicio partidos políticos como Ciudadanos, que pidió su supresión, o el Partido Popular que solicita, a su vez, la eliminación de la Agencia Antifraude. Son autores del documento «Transparencia de las políticas públicas. Un camino sin vuelta atrás» el catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Manuel Villoria; el catedrático de Geografía Humana de la Universitat de València y exsecretario general del PSPV, Joan Romero; y el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, aunque cuenta con el apoyo de una larga lista de docentes e intelectuales de toda la Comunidad Valenciana.

En opinión de los autores, la creación de una Conselleria de Transparencia, hace ahora cuatro años, fue vista por algunos como algo innecesario, intrascendente. «Una conselleria prescindible, decían algunas voces poco afectas con la idea de hacer transparente la acción pública. Otros contemplamos aquella buena iniciativa como algo necesario para restaurar nuestra reputación dañada y para mejorar la calidad de nuestras instituciones; una estrategia política en la buena dirección de la profundización de los valores democráticos básicos. Hoy, en puertas de unas nuevas elecciones autonómicas, el balance de estos años no puede ser más positivo. Es un camino sin vuelta atrás. La transparencia se ha convertido en un eje vertebrador de políticas públicas también en la Comunitat Valenciana. Y ese mensaje dado hace cuatro años es de presente y de futuro», zanja el texto de una conselleria en la que, aunque se mantenga, no continuará el profesor Manuel Alcaraz, que dejará la primera línea.

El escrito prosigue diciendo que «hace cuatro años la Comunitat Valenciana centraba su debate electoral en la necesidad de luchar contra la corrupción y el despilfarro de los recursos públicos, que, por lustros, había corroído sus instituciones, afectando negativamente a la economía y deteriorando enormemente su reputación, sumiendo a los valencianos en una crisis de autoestima. Hoy nadie pone en tela de juicio que ésta ha sido una legislatura marcada por la consecución de logros efectivos en la materia y por una estabilidad y mejora de la imagen exterior e interior que se debe, en gran medida, a la asunción por la mayoría del Botànic y por su Consell de políticas activas que, aportando transparencia e innovando en muchos campos ha acabado con la anterior dinámica, como ha sido reconocido por diversas entidades y la propia Unión Europea».

Para los firmantes del manifiesto, «en estos años se han puesto en marcha organismos que gozan de autonomía como el Consejo de Transparencia, la Oficina Antifraude o la Oficina de Conflicto de Intereses en una clara manifestación de la voluntad de establecer mecanismos de autocontrol potentes. Esto ha sido un eje principal de la acción llevada a cabo por una Consejería de Transparencia, la primera creada en España, que también asumió otras funciones como cooperación, responsabilidad social o participación». El texto íntegro de «Transparencia de las políticas públicas. Un camino sin vuelta atrás» se puede leer en la página 30 de este mismo ejemplar del periódico, donde aparece, de la misma manera, la lista completa de intelectuales, catedráticos y profesores de las distintas universidades valencianas que han prestado su apoyo a la iniciativa.