Cayetana Álvarez de Toledo no va a caer bien nunca. Así de contundente os lo digo. Por supuesto, lo primero, por las cosas que dice. En el debate organizado por RTVE, metió la pata hasta el fondo con el consentimiento femenino, banalizando un problema gravísimo que nos tiene al conjunto de la sociedad muy sensibles, después de casos como el de la Manada. Dijo "le voy a hablar del asunto éste del feminismo y la igualdad". El uso de la palabra "éste" denota la poca importancia que asigna al tema.

En contraste, todos recordamos su famoso tweet del 2016, referido a la cabalgata de los Reyes Magos, el "no te lo perdonaré jamás, Carmena. Jamás".

Fijaos cómo asigna, a través de su lenguaje, mayor importancia a que unos actores vayan vestidos de una manera u otra que a una cuestión de gran interés social como es el feminismo, la violencia de género y la igualdad de las mujeres. Luego siguió hablando, y es cuando se refirió con desdén al consentimiento femenino. Puedes verlo en este vídeo, en el min. 46.

Debate a seis elecciones generales

Debate a seis elecciones generales

Pero éste es un blog de comunicación no verbal, así que quiero daros unas claves de la conducta no verbal de Cayetana de porqué personas con su perfil no pueden conectar fácilmente con el electorado. Para ello, os tengo que hablar de la simpatía. Caemos más o menos simpáticos por lo que decimos, pero sobre todo por cómo lo decimos. Es decir, a la hora de generar afectos en los demás, el comportamiento no verbal juega un papel decisivo.

Si os fijáis, Cayetana no expresa a través de su rostro. Esta expresividad facial neutra, fría, esta rigidez de su rostro es característica de su perfil de personalidad. A la gente nos gustan más las personas que comunican emociones, sobre todo si son emociones positivas. Nos gustan las personas que acompañan con su rostro y cuerpo la emoción que transmiten a través del discurso. Porque le asignamos inconscientemente, mayor coherencia entre las palabras y la conducta. Y Cayetana no puede hacerlo. De hecho, no sonríe nunca, y, cuando lo hace, le sale una sonrisa social, simulada. Fijaos que no mueve los ojos cuando sonríe, o sea que no sonríe de verdad.

Notad también la rigidez de su cuerpo. La postura erguida es típica de su tipo de personalidad. Su perfil es calculador, desconfiado y con movimientos continuos de vigilancia. Si repasáis el debate, veréis cómo retaba continuamente a sus rivales políticos, verbalmente a través incluso de expresiones amenazantes y de verbos en imperativo. Y también a través de su comportamiento no verbal, unas veces con una tensión en el párpado inferior (que es un movimiento muscular característico de la ira) y otras veces con un dedo índice acusador dirigido hacia sus rivales. Y siempre con un mentón elevado, que denota sentimientos de superioridad.

Otro motivo por el que Cayetana no caerá nunca bien es por la ausencia de empatía que encontramos en ella. Si bien todos los políticos de primer nivel, unos más que otros, suelen tener esta misma característica, un perfil poco empático (que quizás va inherente al cargo), la mayoría se esfuerzan por disimularlo. Pero Cayetana no. A ella le va a costar mucho más poder simular la empatía, porque se trata de un perfil introvertido. Las personas extrovertidas tienen más capacidad de simulación de las emociones que las introvertidas. Y ella es introvertida.

Hablando de empatía, también os digo que empatizamos mucho más con gente que percibimos de nuestro mismo grupo que con gente que sentimos que no tiene nada que ver con nosotros. Y la mayoría de personas no se identifica con una marquesa de clase alta. Así que el título también juega en su contra.

A la hora de seleccionar candidatos, éste es un aspecto importante que los líderes de los partidos deberían tener en cuenta. Igual que haríamos con cualquier proveedor (porque al final, los políticos son algo así como nuestros proveedores de servicios públicos y nosotros les pagamos con nuestro voto), por muy de acuerdo que estemos con las ideas de un candidato o candidata, el hecho de que nos produzca antipatía hará que dudemos más a la hora de concederle nuestro voto.

*Nota: La perfilación indirecta de personalidad en base a la conducta que he realizado se basa en la siguiente premisa: si nuestra personalidad determina cómo nos comportamos a nivel no verbal, la observación de nuestro comportamiento no verbal nos permitirá inferir determinados rasgos de personalidad de la persona analizada. Este sistema de perfilación sigue un método científico y es utilizado por los miembros de las secciones de análisis de conducta de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, pioneros en este campo, y con quienes he tenido la fortuna de poder formarme.