Eternas promesas que aparecen de nuevo. El candidato de Ciudadanos a la Generalitat, Toni Cantó, se apuntó ayer a la subasta de las consellerias y anunció su compromiso de trasladar a Alicante las áreas autonómicas de Infraestructuras y Medio Ambiente además de Turismo. Cantó se suma así a la lista de candidatos que en las últimas campañas se han comprometido a descentralizar la Generalitat para llevar a las provincias los asuntos principales de su territorio. Anuncios que hasta ahora solo han quedado en poco más que un brindis al sol. Primero fue Puig con el anuncio que hizo en 2015 de instalar la conselleria de Turismo en Benidorm, una propuesta que se esfumó en cuanto fue presidente pese a las múltiples reivindicaciones de hoteleros y organizaciones empresariales de la provincia.
En la actual campaña, también la candidata del PP Isabel Bonig dijo que quiere vertebrar la Comunidad mediante la sede de esta area en Benidorm y, en ese empeño por tomar las decisiones desde el epicentro de la actividad de referencia, Toni Cantó dijo ayer que la provincia «tiene mucho que aportar en materia de medio ambiente, infraestructuras y turismo» por lo que, además de estas consellerias en Alicante, apostó por ubicar en la ciudad alicantina la Agencia de Turismo de la Generalitat. Parece que en esta carrera electoral el papel lo aguanta todo.
Durante el acto que el candidato de Ciudadanos protagonizó ayer en el Adda ante poco más de un centenar de personas, buena parte de ellos militantes, cargos públicos y asesores del partido, la crítica contra la izquierda jugó un papel fundamental. Cantó cerró la puerta a posibles pactos con PSPV y Compromís y cargó con dureza contra los socios del Botànic. La formación naranja no puso freno a sus ataques y volvió a reiterar, mediante un discurso ya repetido, las amenazas que podría traer la izquierda a la Comunidad. El candidato se refirió así a la ausencia de infraestructuras como el Corredor Mediterráneo «tras 30 años de espera» e insistió en la necesidad de que «los más de 700 millones que ahorraremos con el recorte de diez a siete consellerias, con menos políticos y menos enchufados, se destinen para que los niños salgan de los barracones, se reduzcan listas de espera en Sanidad y que las personas sin empleo puedan incorporarse al mercado de trabajo».
En su argumentación, Cantó dijo que su principal desafío es colocar a la Comunidad Valenciana «en el lugar que se merece» y con ese fin presentó las doce recetas de Ciudadanos para cambiar la economía de la Comunidad con la colaboración de las candidatas al Congreso, Marta Martín, y a las Cortes Valencianas, María Quiles. Martín adelantó en este foro propuestas como hacer comedores educativos y planteó una política inclusiva de becas. También María Quiles, procedente de la Vega Baja, hizo una defensa del medio rural y de la agricultura. «Nos preocupa el empleo también en el mundo rural. El partido tiene iniciativas para municipios de menos de 5.000 habitantes y para las mujeres». Para estas últimas reclamó «un feminismo hecho con medidas concretas».
Cuestionable definición de corrupción
La campaña electoral llega cargada de afirmaciones de los partidos políticos que no se ajustan a la verdad. Este perioódico testeó ayer las declaraciones de Toni Cantó en las que ignoró los graves problemas de corrupción que ha sufrido la Comunidad durante la etapa del PP y restó importancia a esos hechos asegurando que el Pacte del Botànic también ha sido «corrupto» cuando ha dicho que va a rescatar personas «y sólo rescata a los suyos mientras crecen las listas de espera y los barracones». Un juego de palabras que convierte en falsa una acusación.
El candidato «blanqueó» el concepto de corrupción al asegurar que «cuando impides que los valencianos puedan elegir la lengua en la que estudiar o trabajar es corrupción. Cuando no haces una auditoría para que se sepa cuál es la efectividad de cada euro público es otra forma de corrupción. Cuando creas un chiriguito como À Punt es corrupción, también cuando colocas a gente que luego no hace su trabajo y no dotas a la justicia de los medios necesarios. Cuando evitamos que venga el mejor médico a operarnos porque no cumple con un requisito lingüístico que quiere colocarnos Compromís, eso es corrupción». Evidentemente, no se trata de corrupciónn sino de denuncias sobre gestión. Toni Cantó también aseguró que Mónica Oltra exigirá a Ximo Puig el control de Hacienda, cuando lo publicado fue que la vicepresidenta ha colocado a una persona de su máxima confianza como número 2 del socialista Vicent Soler en Hacienda en plena tensión por el fondo de liquidez. Mundo al revés.
