Que las encuestas suelen maltratar a Compromís es un hecho. Desde que hace ya más de una década la coalición accedió a las Cortes, sus resultados siempre han sido mejores en las urnas que en los sondeos. A eso se agarran en la coalición de izquierdas para hacer irreversible «contra viento y encuestas» el cambio iniciado en 2015 que les llevó a la vicepresidencia de la Generalitat y a liderar los gobiernos de muchas de las principales ciudades de la Comunidad Valenciana. Todos sus dirigentes, que intervinieron ayer en el jardín del Turia en el acto central de campaña en la Comunidad ante más de dos mil personas, llamaron a los militantes y simpatizantes a desbordar los augurios de la demoscopia que desde hace semanas arroja datos que sitúan a la coalición a la baja en las Cortes Valencianas y en el Congreso.

El alcalde de València, Joan Ribó; la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, los candidatos a las Cortes Fran Ferri, Vicent Marzà y la alicantina Aitana Mas o el número uno al Congreso por València, Joan Baldoví, reforzaron esa idea de darle la vuelta a lo que dicen los sondeos. Oltra recordó que en 2011 no les daban ningún diputado y sacaron seis; en 2015 les adjudicaban siete y lograron 19 y que por esa misma regla de tres ahora presidirán el Consell, el gran objetivo de la coalición, aunque también el más complicado por la buena salud electoral que parecen presentar los socialistas. Ferri reclamó a los simpatizantes convertirse en activistas de Compromís y Marzà llevar el mensaje puerta a puerta. «No hacemos la campaña con la calculadora sino con el corazón», proclamó Ferri. «Vamos a reventar las encuestas», vaticinó Baldoví.

Si el éxito de Compromís en 2015 llegó desde la transversalidad y la lucha contra la corrupción, esos ejes se mantienen cuatro años después. El discurso social, resumido en el lema «rescatem persones», resulta crucial, pero también el guiño constante al colectivo LGTBI o al feminismo. Oltra pidió una formación específica para jueces y fiscales en materia de igualdad para evitar sentencias como la de la Manada y desveló que en 2015 lloró amargamente cuando encontró en la conselleria cajas llenas de polvo con 17.000 expedientes de dependencia paralizados por el PP. «Somos tan peligrosos y tan antisistema que solo queremos hacer cumplir la ley de la Dependencia», remachó Oltra, quien proclamó: «Nunca nos hemos quitado la camiseta». La líder de Compromís identificó a la derecha con la corrupción y aseguró que el PP busca eliminar la conselleria de Transparencia y la Agencia Antifraude porque a los corruptos les interesa que haya menos policía. «A Bonig le gusta el rock radical vasco porque cantaba aquello de 'mucha policía, poca diversión', y claro, cuanta menos policía, más diversión para ellos», remató Baldoví reforzando el discurso del miedo a la derecha y a la vez el del voto útil a Compromís para frenar a las derechas. «Si una derecha ya daba miedo, imaginaos tres», remachó entre aplausos de los asistentes al mitin.

Para reforzar ese discurso contra la corrupción, Oltra avanzó ayer la creación la próxima legislatura de una unidad específica de la Generalitat dedicada en exclusiva a recuperar hasta el ultimo céntimo robado a los valencianos. «No habrá paz para los corruptos», prosiguió la vicepresidenta. También anunció como novedad que en la oficina de la Generalitat ante el Parlamento Europeo habrá especialistas en defensa de la naranja valenciana.

Críticas al PSPV, posible socio

Pero el discurso transversal lleva también a Compromís a mostrarse crítico (de momento solo en campaña) con el PSPV, su socio estos cuatro años y con el que podría de nuevo formar gobierno tras la cita del 28-A. En la mente de los dirigentes de Compromís están muy presentes los cantos de sirena socialistas a Ciudadanos, que hace unos días verbalizó el ministro José Luis Ábalos, que dijo que prefería al partido de Albert Rivera como apoyo de Sánchez en el Congreso.

Oltra dio un paso más y criticó directamente a Puig por pedir la financiación justa a Pedro Sánchez «con la boca pequeña» o por prometer la eliminación de tasas universitarias a quienes aprueben, aunque Compromís asegura que eso no es posible porque solo la renta puede decidir la exención de matrículas. También criticó Oltra la medida socialista de bonificar el impuesto del patrimonio a grandes empresas. «Ni un paso atrás, que no cuenten con nosotros, porque cuando la izquierda hace políticas de derechas como en Andalucía, ganan las derechas», resumió.

«Queremos Botànic, pero para liderarlo esta vez porque lo que se ha avanzado en estos cuatro años ha sido debido a Compromís», añadió Oltra. Enfundada en una camiseta como en los años en que se abrió paso de la oposición al Consell, Oltra reivindicó, esta vez con el lema de campaña, «imparables», y entre gritos de «presidenta, presidenta», que son la única fuerza que no le debe nada a nadie y que cierra campaña en València igual que la abre, porque su esencia es esta tierra frente a los líderes del resto de partidos que solo vienen al final de la campaña a pedir el voto.