Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los ultras de Vox se desatan

Los candidatos alicantinos tiran de argumentario con mensajes patrióticos y sin una sola propuesta provincial

Los ultras de Vox se desatan héctor fuentes

Vox arrancó ayer su campaña electoral en Alicante creyéndose ganador... sea cual sea su resultado electoral. Con triunfalismo y haciendo gala de sus habituales mensajes agresivos, los líderes alicantinos de la formación ultraderechista presentaron a sus candidatos al Congreso, Senado y Cortes Valencianas ante alrededor de 300 personas llegadas, según detallaron, de toda la Comunidad Valenciana y de Murcia. Menor participación que la semana pasada en el acto que también se celebró en Alicante. El partido de Santiago Abascal sacó pecho ayer de su patriotismo y de «sentirse alicantino», pese a que paradójicamente, no ofreció ni una sola propuesta concreta para mejorar las infraestructuras o los servicios de la provincia.

Su arranque de campaña fue una apelación clara a los sentimientos de sus militantes, con mensajes sencillos que pretendían defender la unidad de España, pero sin alusiones a las principales necesidades que en estos momentos tienen las comarcas alicantinas y tampoco a la Comunidad Valenciana. Los candidatos de Vox tomaron la palabra para ensalzar su identidad patriótica y cargar contra «comunistas y separatistas», argumentando contra ellos que «o Vox gobierna o España puede desaparecer». En esta línea argumental, su estrategia fue agitar el fantasma de los riesgos que conlleva un Gobierno de los socialistas con Podemos. «Pero se acabó, ha empezado la Reconquista», según dijo David García en alusión al inicio de campaña de Santiago Abascal en Covadonga.

En este bronco combate electoral, Vox cargó contra la política lingüística del Botànic y se posicionó abiertamente contra la obligatoriedad de estudiar valenciano. En su discurso más extremista, los candidatos alicantinos criticaron las leyes de violencia de género, de memoria histórica. Atacaron a los movimientos feministas al tiempo que se mostraron contrarios al aborto o la eutanasia, aunque no la llegaron a citar textualmente. El número uno al Congreso, el militar Manuel Mestre Barea, llegó incluso a menospreciar a las lesbianas, aunque reiteró en numerosas ocasiones que solo hablaba con «sentido común».

Para Mestre, la Reconquista de Abascal ha supuesto una «revolución moral» y ensalzó los valores «cristianos» como la «familia, la honradez y la creencia en Dios». Con constantes apelaciones a la importancia de la «unidad», Mestre criticó los «engaños» de la izquierda con Ciudad de la Luz o el Distrito Digital: «Nos dicen que van a hacer y luego nada de nada. Alicante es la cuarta provincia por la cola en cuanto a inversiones en infraestructuras, pese a ser la que más contribuye a la riqueza de España, pues vamos a luchar por ello». La formación ultraderechista pretende abrir los cajones de las instituciones, levantar las alfombras y barrer todo lo que no sea de su agrado. Así se expresó la cabeza de lista a las Cortes Valencianas, Ana Vega Campos, quien apeló a la importancia del «voto útil» para las siglas de Vox y lanzó un enérgico discurso contra «el feminismo radical que solo persigue beneficiarse a sí mismo».

Según afirmó Vega, «nosotros somos diferentes, acabaremos con los «chirigunitos» y las subvenciones a los «lobbies feministas porque no nos protegen a nosotros, sino a su bolsillo y a su beneficio. Es la hora de los valientes». La número uno a las Cortes Valencianas también se sintió orgullosa de tener «sentido común» al asegurar que «no hay que criminalizar a la mitad de la población, apostamos por la presunción de inocencia porque no hay violencia estructural», e hizo referencia a que determinadas mujeres utilizan argumentos de todo tipo para cargar contra sus maridos en los divorcios. Ana Vega Campos también cargó contra «el reino de taifas de las autonomías y contra el hecho de haber visto cómo se consumó el pacto de la infamia».

Tirando de argumentario, los ultras de Vox ratificaron su voluntad de derogar la ley de violencia de género «para que los hombres y mujeres seamos iguales» y también la de memoria histórica para «dejar a los muertos en paz y mirar hacia adelante». Quieren impulsar la reforma del sistema electoral «para que el voto de un alicantino o un catalán valgan lo mismo», fortalecer las fronteras y «expulsar de la patria todo el fundamentalismo», una educación para los niños que «sea en español», un nuevo plan hidrológico, eliminar trabas burocráticas, suprimir el impuesto sobre el patrimonio y sobre sucesiones y eliminar subvenciones a partidos políticos. Como colofón, el militar Manuel Mestre Barea afirmó que lleva a la ciudad de Alicante «en el corazón porque es cariñosa y potente» y criticó que la provincia ha estado «menospreciada» en los últimos años por el Gobierno central y también por el autonómico.

Intervención de «Pepe Gotera y Otilio» durante el mitin en Alicante

Los militantes más puestos con «chapuzas» y arreglos de poca monta del partido ultraderechista también tuvieron su minuto de gloria en el acto celebrado ayer en Alicante. Fue necesaria la intervención de los más «manitas» para colocar correctamente una gran bandera que presidía la cita. Finalmente no consiguieron su propósito pese a los gritos de «Viva España» que les lanzaron para animarlos. También hizo falta la intervención a lo «Pepe Gotera y Otilio» de los más habilidosos tras caerse la O de Vox durante las intervenciones.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats