Malestar en el PP de Orihuela tras la visita del número 1 del partido al Congreso de los Diputados por Alicante, César Sánchez. Fuentes del PP local se mostraron ofendidas por no haber sido invitados al recorrido que hizo Sánchez por varios puntos del municipio, al que sí acudió el alcalde oriolano Emilio Bascuñana (enfrentado políticamente al presidente del PP local Dámaso Aparicio) o el edil Rafael Almagro (que figura como número 10 del PP al Congreso). La apretada agenda de precampaña del también presidente de la Diputación Provincial incluyó una visita a una finca de San Miguel de Salinas para llevar su programa electoral a los regantes -con el «sí» al trasvase como bandera- y el «puerta a puerta» que hizo con comerciantes oriolanos en la plaza de San Sebastián. Sánchez se posicionó en su momento claramente del lado del actual alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, como cabeza de lista en detrimento del presidente local del PP, Dámaso Aparicio.

César Sánchez únicamente avisó al PP local de que estaría en Orihuela para asistir a la reunión prevista entre Dámaso Aparicio y Emilio Bascuñana con los alcaldes pedáneos del municipio, prevista para las 19.45 horas. Fue un asesor del presidente de la Diputación quien llamó a la dirección local para avisar de que éste acudiría a la sede del partido, obviando el resto de la agenda. Sin embargo, poco antes Aparicio había enviado un mensaje a Bascuñana para decirle que suspendía la reunión al encontrarse indispuesto. Incluso pidió un justificante médico en el que se le recomendaba «reposo 48 horas». Tras conocer la intención de César Sánchez de acudir a la sede le llamó para comunicarle que no habría reunión. No obstante, según fuentes de la dirección del PP local, otros cargos del partido le «instaron» a que dejara a alguien las llaves porque la reunión «se tenía que celebrar» y que César Sánchez quería presidir ese encuentro.

Personas cercanas al número 1 del PP al Congreso, según las mismas fuentes, obligaron a que esa reunión finalmente se celebrara ayer, no dando opción a que se postergara, como pretendía Aparicio, con mensajes, incluso, intimidatorios a la dirección local del PP del tipo de que se atuvieran a las consecuencias si la sede se cerraba a César Sánchez. Los populares locales quisieron evitar que este hecho fuera utilizado como una afrenta al candidato del PP al Congreso por la provincia, lo que, según manifiestan, hubiera podido tener graves consecuencias y medidas disciplinarias por parte de la dirección nacional. Estas mismas fuentes señalan que todo estaría orquestado para que se hubiera dado esa circunstancia. Aparicio acudió a pesar de su indisposición a «abrir» la sede del PP en la Plaza Nueva para la visita de César Sánchez. La sede local no cuenta con personal administrativo y solo tienen llaves algunos de sus cargos. La formación local se queja de la falta de fondos, que solo recibe por parte del PP provincial, con la que difícilmente se asumen los gastos y fuentes cercanas aseguran que son muchos los militantes, algunos destacados, que no pagan las cuotas.

Este episodio es una prueba más del enfrentamiento entre los dos bandos del PP oriolano, los que apoyan a Aparicio y los que lo hacen con Bascuñana. El regidor se niega a aceptar la lista cremallera acordada hace semanas por las direcciones nacional, regional y local de los populares en la que iría como cabeza de lista. Eso sí, el número 2 sería Dámaso Aparicio, a quien también se le ha prometido un asiento en la Diputación el próximo mandato. Quedan solo 12 días para presentar las listas sin que en Orihuela se tenga aún claro quién la encabezará. Sigue siendo el campo de batalla del PP.