Ximo Puig ha decidido no salirse ni un ápice de su guión de campaña. Y lo hace al pie de la letra, alejado de la confrontación y los rifirrafes. Sin sorpresas. En un intento de que su posición permanezca firme y de que sea el bloque de la derecha el que pierda el contacto con el suelo, el presidente de la Generalitat y candidato socialista a la reelección enumeró ayer una batería de medidas económicas destinadas a los sectores sociales más desfavorecidos. Tratando de posicionarse como el partido que «más tiene en cuenta» la debilidad de los trabajadores, autónomos, profesionales y pequeñas empresas y poniendo en valor que su desafío más urgente es la creación de empleo, el socialista reafirmó ayer en Elche su intención de dirigirse a la clase media y trabajadora con un argumentario moderado, pese a que la corriente intente empujarlo mar adentro con críticas constantes de sus rivales y ataques contra su gestión.

Puig quiere mantener su visibilidad pero con mesura. Sin caer en errores de cara a las elecciones autonómicas del 28 de abril. Huyendo de discursos polémicos, el socialista está manteniendo un perfil medio que busca alinear sus propios objetivos sin entrar en polémicas, basándose únicamente en ofrecer propuestas que gusten a su electorado natural. Y con la convicción de que las competiciones se ganan «partido a partido», la hoja de ruta de Ximo Puig incluye un «reseteo» del modelo económico de la Comunidad Valenciana para tratar de llegar a nuevas fronteras en el campo del mercado laboral. Para ello, el presidente sacó ayer del cajón sus principales caballos de batalla: la innovación, el turismo y el empleo. Tres de sus asuntos pendientes que no ha conseguido consolidar durante esta legislatura. Según anunció ayer, su prioridad será luchar contra la explotación laboral y la precariedad del trabajo en la Comunidad. Y con la misma partitura que lleva tocando toda la precampaña, hizo esta promesa hizo en Elche, uno de los epicentros de la «economía sumergida» de toda la Comunidad Valenciana.

Durante la convención programática «Seguir Sumando Empleo», el candidato a la reelección se comprometió a poner en marcha un Plan de Garantía Social y Empleo Digno y se mostró satisfecho de haber creado durante esta legislatura «un marco económico basado en la honradez, el diálogo y la estabilidad que ha permitido la reactivación del empleo y de la economía valenciana». En esta línea argumental, Ximo Puig advirtió que el reto es «crear más empleo y de más calidad para avanzar hacia un nuevo modelo económico sostenible que garantice a su vez la continuidad del modelo social de la Comunidad». La apuesta de los socialistas es sacar adelante un programa participado por todos los agentes sociales con el que se complemente el Plan Director Por un Trabajo Digno del Gobierno de España y que pretende «generar marcos autonómicos de relaciones laborales y garantizar el cumplimiento de la normativa laboral y la responsabilidad social empresarial». Sus principales objetivos son la identificación y corrección de abusos en materias como la contratación a tiempo parcial, la economía sumergida o los falsos becarios, además de luchar contra el fraude en los contratos temporales, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, o la siniestralidad laboral.

Entre sus propuestas más destacadas, también nombró el turismo y la importancia de la digitalización mediante la que las empresas puedan subirse al carro de la innovación para ganar posiciones.

Arropado por la mayor parte de los cargos socialistas y a sabiendas de que el expresidente del gobierno José María Aznar se encontraba también en Elche ofreciendo un mitin a la misma hora que él, el candidato a la reelección desplegó una bateria de acusaciones contra el PP y se negó a aceptar lecciones: «Tras 20 años de gobiernos de la derecha, nos encontramos con una situación de quiebra económica, de fractura y de colapso social en la Comunidad», por lo que puso en valor el trabajo realizado desde el Consell «porque hemos demostrado que no solo incrementamos los derechos sociales de nuestros ciudadanos, sino que además gestionamos mejor la economía. Por eso no aceptaremos, aseguró, ninguna lección de la derecha, porque que nos ha llevado a la peor situación económica de nuestra historia, porque hundieron nuestro mercado laboral y minaron nuestra credibilidad».

Pese a reconocer que «queda mucho por hacer» y entonar el mea culpa en alguna que otra ocasión, el mensaje que ayer dieron los socialistas rozó el triunfalismo con constantes alusiones a los logros obtenidos durante esta legislatura: «Hace cuatro años la tasa de paro en la Comunidad se situaba por encima del 23%, elevándose hasta el 50% entre los jóvenes, pero hemos logrado revertir la situación, reducir la tasa de paro hasta el 14'3% y, por lo tanto, generar riqueza y empleo». El acto celebrado en el Aula de la Cam de Elche estuvo moderado por la consellera de Sanidad, Ana Barceló, número uno socialista a las Cortes Valencianas. Ante la presencia de alrededor de un centenar de personas, el líder de los socialistas valencianos insistió en «romper con el mantra de que la izquierda no sabe gestionar la política económica» y quiso hacer un guiño a los sectores económicos más tradicionales de la provincia, como el calzado de Elche y del Medio Vinalopó, una industria que sufre el drama de la precariedad y la economía sumergida, y que hasta el momento ningún gobierno de la Geneneralitat ha sabido manejar.

Un plan para luchar contra la explotación y la precariedad

El Plan de Garantía Social y Empleo Digno «para luchar contra la explotación laboral y la precarización del trabajo en la Comunitat» anunciado por Ximo Puig es su principal apuesta económica de cara a las elecciones del próximo 28 de abril. El presidente quiso dejar claro ayer que durante estos cuatro años de legislatura ha trabajado para dar una oportunidad de trabajo o de mejora de la formación a 87.000 valencianos y «debemos seguir por esta senda de la mano del Gobierno central».