Hace cuatro años, por estas fechas, dudaba si meterse en política tras la oferta de ir en la lista autonómica de Cs... Hoy ya es oficialmente candidata a la Alcaldía de Alicante. ¿Está preparada? ¿Le da vértigo el resto?
Tengo muchísima ilusión y ganas de trabajar por mi ciudad y mi gente. En Alicante hace falta un perfil femenino, que esté limpio de cualquier carga. La propuesta de ser la alcaldable está encima de la mesa desde hace un año. Para mí es una ilusión, intimida, pero se afronta con muchas ganas.
En los últimos meses, su partido ha buscado independientes pero no ha conseguido ningún «sí». ¿Se siente segundo plato?
En absoluto. Yo desconozco si el partido ha estado hablando con otra gente, pero sí puedo decir que hace un año se me propuso el reto. Durante este tiempo, le he estado dando vueltas para intentar tomar la decisión correcta. Al final, he dado un paso adelante, creo que al Ayuntamiento de Alicante le hace falta aire fresco.
Si el partido le diera libertad, ¿le gustaría renovar el grupo municipal o que siguieran los actuales concejales, salvo Giraldo que se va seguro a las Cortes?
Un liderazgo nuevo no implica necesariamente barrer por completo con las personas y el trabajo hecho. Yo quiero un equipo potente, trabajador, responsable y que sea capaz de gestionar. Me resulta indiferente si eso pasa por coger personas nuevas o que determinados concejales repitan...
¿Quiere incluir a personas de su confianza en la candidatura?
Yo voy a pedir lo mejor para el partido. Anteponer los caprichos personales, al final va en contra del partido. Puedes hacer una apuesta personal y que salga rana.
A Cs se le ha acusado de estar desaparecido durante este mandato en Alicante. ¿Cree que eso le perjudicará en las urnas?
Al contrario, creo que nos beneficia después de la debacle del tripartito, que estuvo más pendiente de sus luchas internas que de sacar adelante la ciudad, y de este año de gobierno del heredero de la corrupción del PP, porque no se nos puede olvidar que Alicante ha sido titular nacional por los casos de corrupción del PP. Por eso, hace un año optamos por votar a nuestra portavoz [en el pleno de investidura], era la única opción regeneradora. Venir sin mochilas llenas de vergüenza es un punto a favor, la ciudadanía lo valorará.
En las últimas semanas, Cs sido protagonista en el Ayuntamiento por la polémica surgida por el acceso a correos electrónicos de concejales de otros grupos políticos. ¿Ve correcto que sigan a sueldo personas que accedieron a correos de terceros?
Mi confianza en los técnicos es innegable. Ciudadanos lo que hizo fue poner en conocimiento ese fallo y luego llevarlo a la Fiscalía. El resto es enmarañar el problema. Me consta que no hubo mala fe en ningún momento.
Ustedes han tenido tránsfugas en sus filas, tanto en Ayuntamiento de Alicante como en las Cortes. ¿Han aprendido de cara a la configuración de las listas?
Hemos aprendido, pero recuerdo que el problema del transfuguismo no sólo atañe a Ciudadanos. Nosotros confiamos en su día en esas personas, creyendo que eran los mejores candidatos...
Hace cuatro años dieron la sorpresa en Alicante con seis concejales. Ahora, las encuestas parece que no les son tan favorables. ¿Firmaría perder actas a cambio de ser necesarios para formar el próximo gobierno?
El panorama es distinto, ya que se maneja que haya más grupos municipales en el Ayuntamiento. De todas formas, nosotros salimos a ganar. Vamos a por la Alcaldía, otra cosa es la aritmética.
De cara a esos posibles pactos postelectorales, ¿su socio prioritario es el PP de Luis Barcala?
Nosotros salimos a ganar, aunque en el actual panorama político las mayorías políticas son imposibles. Esperemos que seamos nosotros quienes tengamos que negociar con el resto de grupos municipales para formar gobierno. Será con una hoja de ruta.
¿Cómo valora la gestión de Barcala en este año de Alcaldía?
Ha utilizado este año de gobierno al frente de la Alcaldía, ha jugado con un año más de campaña electoral. Los problemas de la ciudad siguen ahí, como la limpieza.
¿Se arrepienten de que Cs le diera la oportunidad de gobernar tras su posición en el pleno de investidura de abril de 2018?
Lo que se vivió hace un año en el Ayuntamiento de Alicante fue una vergüenza para todos los alicantinos.
Veníamos de esas batallas fratricidas del tripartito, que solo sirvieron para poner a Alicante en modo «pause», y eso que lo tenían muy fácil para mejorar la gestión previa del PP. Luego, no hay que olvidar cómo accedió Barcala a la Alcaldía, lo hizo gracias a una tránsfuga. Nosotros, entonces, votamos la opción más sensata, que era nuestra portavoz.
¿Se sentiría a gusto gobernando con los ultras de Vox en el Ayuntamiento de Alicante?
Encima de la mesa pondremos medidas, que serán liberales, regeneradoras, a favor de la libertad y la igualdad de derechos... El que quiera sentarse, me parecerá bien. Pero dudo mucho de que Vox pueda compartir determinadas ideas. Jamás cederemos en la lucha por la igualdad porque nos ha costado cuarenta años.
En la campaña autonómica, su partido está centrando el discurso en las semejanzas entre la Comunidad Valenciana y Cataluña... Como alicantina, ¿cree que en la ciudad existe un problema real con el valenciano?
Puede existir el problema y que no sea tema de conversación en las cafeterías. Es cierto que en toda la provincia no se ha tenido en cuenta la realidad lingüística.
¿Cuáles son los retos pendientes que tiene esta ciudad?
Nuestro reto es poner Alicante en marcha, este mandato ha sido de todo menos fructífero. Hay que limpiar las calles de ratas y cucarachas, poner en marcha el Parque Central y darle una vuelta al turismo para crear más empleo.
La limpieza ha sido uno de los asuntos más polémicos durante este mandato en Alicante. ¿Tienen ustedes la solución?
Hay soluciones si existe voluntad política. Nosotros llevamos años solicitando una auditoría para detectar los fallos en la contrata. Ya sea por dejadez o por no enfadar a empresarios con los que se tienen agradecimientos pendientes, no se ha querido profundizar en este asunto. Para nosotros es prioritario.
Los veladores han sido otro asunto «estrella»... ¿Cree que existen muchas terrazas?
Hay que tener una convivencia pacífica entre el ocio y los vecinos.
¿Apostaría por más zonas peatonales?
Todas las ciudades modernas tienden hacia la peatonalización, pero hay que darle una solución, por ejemplo, a la movilidad.
¿Le gusta la ubicación de la oficina de turismo en el Puerto?
Me parece una aberración urbanística y paisajística. Barcala, a las puertas de la campaña, se da cuenta que es una aberración. Soy partidaria de reubicarla.
