Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tensión en la campaña del PP

Eva Ortiz y César Sánchez evidenciaron sus diferencias el pasado jueves en la presentación de Bernabé Cano como alcaldable en La Nucía

Montesinos, Sánchez y Quiles conversan con la propietaria de la tintorería que visitaron ayer. pilar cortés

Tensión en la campaña del PP. El cierre de las candidaturas electorales para las generales y autonómicas del 28 de abril ha dejado heridas en las filas populares que se mantendrán latentes pero a la vez larvadas durante la campaña y que, a la vista del resultado de las urnas, cicatrizarán tras los comicios o cogerán peor color. El pasado jueves, durante un acto en La Nucía, el presidente de la Diputación, César Sánchez, y la secretaria general del PP, Eva Ortiz, evidenciaron sus diferencias en un encontronazo que surgió a raíz del orden de intervención en el mitin de presentación de Bernabé Cano como alcaldable en su pueblo. Lo de menos, quizá, era el motivo. Pero lo cierto es que, después del pulso con la candidatura de Orihuela y del choque con las candidaturas al Congreso y a las Cortes Valencianas, ambos polemizaron aunque, finalmente, fue César Sánchez el que cedió para que Eva Ortiz cerrara la convocatoria.

Esa tensión era casi inevitable a pesar de que el escenario era poco propicio para los conflictos. Si hay un feudo en el que el PP tiene «atadas y bien atadas» las urnas, ese es La Nucía. Su alcalde desde 2001 y ahora vicepresidente de la Diputación, Bernabé Cano, acumula mayorías aplastantes. A su presentación como alcaldable en el lujoso auditorio del municipio acudieron más de un millar de personas. Un baño de multitudes con sauna y masaje. La espita de la polémica surgió cuando la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, que ha acudido a todas las proclamaciones de los principales candidatos locales, causó baja por fiebre. Para cubrir la ausencia, Bonig envió su número dos, la oriolana Eva Ortiz, en el punto de mira del «casadismo», especialmente, merced a su posición en la crisis por la continuidad de Emilio Bascuñana como alcaldable en la capital de la Vega Baja. Con ello surgió la fricción. ¿Quién cerraba los discursos? Unos defendieron que tenía que hacerlo el presidente de la Diputación, número uno al Congreso y además miembro de la dirección nacional del PP. Otros que la secretaria regional del partido.

Tono civilizado

Aunque desde el entorno de ambos dirigentes restaron importancia a las diferencias y apuntaron que la discrepancia se produjo en tono civilizado, otras fuentes sugieren sin embargo que el asunto trasladó una imagen de tensión en plena campaña electoral y en un escenario muy complicado en el que el PP se juega a todo o nada el poder en Madrid y València el 28 de abril, un resultado que con toda seguridad afectará después a lo que ocurra en las municipales. Al final, fue César Sánchez, referente de Pablo Casado en la provincia, el que facilitó que Eva Ortiz, contraria a que el presidente de la Diputación doble cargos en el Congreso y en la institución provincial, cerrara la convocatoria en La Nucía. La campaña del presidente de la Diputación, de momento, está siendo de corte personalista, acompañado de su cuaderno rojo y centrada en el «puerta a puerta».

No será la única tensión a la que se enfrentará el PP en los próximos días con la figura de César Sánchez en el epicentro de la polémica. Asumido por la cúpula provincial y regional que, finalmente, tendrá escaño en Madrid y aspirará de nuevo a la Diputación, ahora hay incertidumbre sobre su ubicación final. César Sánchez prefiere ubicarse en la lista municipal de Alicante pero el «atasco» en la candidatura alicantina -muchos aspirantes para pocos puestos de elección segura y muchas plazas de sufridor- le podrían obligar a retornar a Calp, una decisión que se concretará en los próximos días.

No esconde su predilección por figurar en la lista que encabezará Luis Barcala, normalmente como número tres, una posición donde tradicionalmente han aparecido los aspirantes del PP a presidir la Diputación Provincial, una candidatura para la que ya está haciendo campaña «por partida doble» al tener la ciudad de Alicante como uno de sus lugares preferentes, con actos, visitas y encuentros con distintos sectores productivos locales. En algunos casos, además, le ha acompañado el propio alcaldable Luis Barcala, con quien ha compartido reuniones en barrios alicantinos durante estos días.

Sin embargo, cuando ya no hay debate por la duplicidad de cargos al que aspiraba César Sánchez, en el Congreso de los Diputados y en el Palacio Provincial, aparece un nuevo problema sobre la lista municipal donde ubicar al aspirante a presidir la Diputación. El propio Sánchez no descarta retornar a Calp, donde sigue siendo alcalde y por donde fue designado representante del PP de la Marina Alta. Allí tendría puesto asegurado, aunque si la decisión final es que se presente por el ayuntamiento calpino, se abriría otro conflicto al cerrarse la plaza para cualquier otro posible candidato de los populares que quiera conseguir un escaño en la Diputación por esta demarcación. Sonaba el nombre de Raul Dalmau, coordinador provincial del PP desde hace poco.

Para conseguir una plaza de concejal popular en el Ayuntamiento de Alicante optan en estos momentos, además del alcaldable Luis Barcala, el presidente local del PP, Toño Peral, al que se le prometió puesto de salida, y el presidente de la Federación de Hogueras, Manuel Jiménez, un «fichaje» del mundo de las fiestas, que estaría entre los siete primeros puestos de la candidatura. A estos tres se suma el interés manifiesto del vicepresidente de la Diputación, Carlos Castillo, de conseguir un puesto en la candidatura local alicantina debido a que resultar elegido como senador (es el tercero de la lista del PP por Alicante), es poco probable. Y claro, a estos cuatro hombres se sumaría otro más, César Sánchez, por lo que los aspirantes a plazas de ediles masculinos alicantinos, para cumplir el porcentaje mínimo entre hombres y mujeres, está más que saturado.

El retorno del ripollismo en una tintorería con Macarena Montesinos

César Sánchez ya tiene más compañía en sus actos «puerta a puerta». El cabeza de lista del PP al Congreso por Alicante visitó ayer una tintorería de la ciudad con su número dos, la exripollista Macarena Montesinos y su número cinco, Mari Ángeles Quiles. Para la primera, este acto de pequeña escala en un negocio familiar alicantino, fue su regreso a la actividad política después de varios años alejada de la primera fila, ya que desde los años 90 ha sido cargo público. Primero fue edil del Ayuntamiento de Alicante (1991-1995), luego diputada en las Cortes (1995-2004) y durante más de diez años, entre 2004 y 2016, diputada en el Congreso. Ahora, con Pablo Casado al frente del PP, regresa a Madrid, al estar en un puesto de elección asegurada. Antes de llegar el 28 de abril, Montesinos ya acude a las convocatorias donde «tira del carro» César Sánchez, dispuesto a doblar cargos en la Diputación y el Congreso.

Medidas fiscales en apoyo de pymes y autónomos

La «revolución fiscal» que Daniel Lacalle, el gurú económico de Pablo Casado, ha planteado para toda España, con una radical bajada de impuestos, fue trasladada ayer hasta Alicante por el cabeza de lista, César Sánchez. Las medidas para pymes y autónomos son rebajar el tipo del IRPF por debajo del 40%, el de Sociedades por debajo del 20% y eliminar los impuestos de Sucesiones, Donaciones, Patrimonio y de Actos Jurídicos Documentados.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats