Las condiciones de trabajo que padecen las cerca de 3.000 mujeres que trabajan en el sector turístico de la provincia son uno de los principales caballos de batalla de Compromís, quien ha destacado la necesidad de articular un plan contra la «explotación laboral» desde la administración del Estado, así como un plan específico para el control y cumplimiento de las normas laborales. De ser Compromís clave en la formación del Gobierno en Madrid y de reeditar el mando del Botànic, estas cuestiones se pondrán sobre la mesa. O al menos esa es la promesa. La candidata a la presidencia de la Generalitat Mónica Oltra se reunió ayer con las representantes de la asociación «Las Kellys» de Benidorm en un encuentro en el que manifestó la voluntad de la coalición de trasladar la voz de las camareras de piso «a todas las administraciones en las que Compromís tenga capacidad de decisión».

Para la coalición resulta necesaria una revisión de las enfermedades profesionales propias de las tareas que desarrollan las kellys y «evitar la externalización de unos contratos que permite la explotación del colectivo y el desentendimiento de las direcciones de los hoteles en lo referente a las condiciones laborales de estas trabajadoras», según afirmó Oltra, que estuvo acompañada del conseller Rafa Climent, de los candidatos a las Cortes Aitana Mas y Marian Campello además de por el edil benidormense Josep Bigorra. Recordar que el grupo de Compromís presentó el pasado 19 de julio una proposición no de ley en las Cortes Valencianas para que toda subvención pública concedida por el Consell para el fomento y dinamización del sector turístico esté subordinada a los principios de seguridad, dignidad y derechos laborales.