La detención ayer del abogado José María Corbín, cuñado de la fallecida exalcaldesa de València Rita Barberá, no supone tanto un golpe en la línea de flotación del PP, formación ya acostumbrada a las adversidades judiciales, como al partido de extrema derecha Vox. Ayer la dirección de los populares valencianos se aprestó a desmarcarse de Corbín y aseguró que el letrado no forma parte del PP, aunque es un histórico en su vinculación al partido.

De hecho, su mujer, Asunción Barberá, fue durante muchos años jefa de gabinete de la alcaldesa de València. Además, en los últimos tiempos referentes del PP como Pablo Casado o José María Aznar han destacado la figura y el legado de Barberá. Sin embargo, en los últimos tiempos, Corbín se ha dejado ver en actos de la formación que lidera Santiago Abascal y el nombre de su hija, Rita Corbín Barberá, ha aparecido relacionado con Vox en numerosas ocasiones. De hecho, Rita Corbín es una de las opciones que maneja esta formación para su lista electoral al Ayuntamiento de València, en la que probablemente ocuparía el segundo puesto aunque no se conoce todavía quien sería el candidato.

A raiz de las elecciones andaluzas, las expectativas electorales de Vox han ido en aumento y diferentes encuestas le otorgan presencia tanto en el Ayuntamiento de València como en las Corts Valencianes, instituciones en las que podria ser clave para la formación de gobiernos, por lo que la detención de Corbín puede suponer un golpe para esas expectativas.

El portavoz del PSPV, Manolo Mata, aseguró ayer que lo ocurrido demuestra que el sistema instaurado por el PP en sus gobiernos en la Comunitat era una «cleptocracia».