Primero fue José María Aznar el que el miércoles salió a defender durante un mitin en València la valentía del centro derecha español tras las acusaciones de «derechita cobarde» vertidas desde Vox, en un discurso que sorprendió por el elevado tono empleado por el expresidente. «A mí nadie me habla de "derechita cobarde" mirándome a la cara», llegó a manifestar. Ayer en Elche, la candidata del Partido Popular a la presidencia de la Generalitat, Isabel Bonig, se pronunció en la misma línea, en un discurso en el que, para ensalzar la valentía de los suyos, empleó como argumento la lista de compañeros que fueron muriendo asesinados por ETA.
Bonig acudió a Elche en compañía de José Ciscar para participar en la visita a un taller de palma blanca, en un acto que se solapó con otro de las mismas características convocado en paralelo por los socios en el ayuntamiento ilicitano PSOE y Compromís. Recibida por el candidato a la Alcaldía y aspirante al Senado, Pablo Ruz, uno de los valores emergentes del PP en la provincia junto a Adrián Ballester, quien también estuvo presente en la cita, Bonig fue cuestionada por el discurso de Aznar del miércoles. Aunque parecía que un primer momento se iba a desmarcar de la versión del expresidente -«Sus palabras son suyas y no del partido»- la líder de los populares valencianos no dudó en enzarzarse con los ultras de Vox sobre quién es más valiente dentro de la derecha española. Al margen de ensalzar otras virtudes de los suyos -«Hemos sacado a España de dos crisis», llegó a manifestar-, Bonig esgrimió como ejemplo de gallardía la lucha contra el terrorismo que ha mantenido el PP hasta las últimas consecuencias, una lucha que se ha cobrado la vida de «muchos compañeros que pensaban de forma diferente a la mafia asesina de ETA».
Al margen de refrendar las palabras de Aznar y mantener el pulso a los ultras de Vox, Bonig también lanzó otro dardo a Ximo Puig entre las palmeras de Elche. Preguntada por la posible participación en la campaña electoral de Mariano Rajoy para ayudar a los populares a lograr sus objetivos en la Comunidad Valenciana, la presidenta autonómica del PP cambió de terció y puso sus miras en Puig, al que le reclamó que defendiera a los regantes de la provincia de Alicante después de que el presidente socialista de Castilla-La Mancha solicitara recientemente a la Unión Europea una auditoría sobre el «negocio oscuro» del agua en España. «O tiene pruebas o que rectifique porque los regantes alicantinos lo único que han hecho es trabajar de sol a sol por transformar esta tierra y generar negocio y riqueza. Cuanto menos merecen un respeto. Si el señor Garcia-Page no lo tiene, al menos Puig debería salir a defender a nuestros regantes», señaló Bonig.
Abascal vuelve a la carga
Más allá del paso de Bonig ayer por Elche y del discurso lanzado por Aznar el miércoles en València, el líder de Vox, Santiago Abascal, no pareció amedrentarse y contestó al expresidente, al igual que hicieron numerosos dirigentes de su formación. Tras conocer las palabras de Aznar, Abascal utilizó ayer su cuenta personal en Twitter para reincidir en la calificación de «derechita cobarde» y acusar a los populares de haber preservado el legado de Zapatero. En su fuego cruzado contra el PP Abascal también se hizo eco de las informaciones que sitúan a Albert Rivera como posible ministro de Asuntos Exteriores en caso de que los populares regresen a la presidencia del Gobierno tras las elecciones del 28 de abril. «Casado aspira a colocar de ministro al que quiere regalar la soberanía nacional» o «¿Estados Unidos de Europa?» fueron algunos de los ataques de Vox. Todos entran al trapo y pican el anzuelo. Justo lo que quieren los ultraderechistas.
Pablo Ruz entra en campaña como aspirante al Senado
La visita a un taller de palma blanca en Elche fue el primer acto de relevancia protagonizado por Pablo Ruz desde que se dio a conocer a finales de la pasada semana que encabezará la candidatura provincial del Partido Popular al Senado. En el huerto ilicitano en el que Ruz ejerció de anfitrión ante la visita de Isabel Bonig y José Ciscar, el también candidato a la Alcaldía de Elche estuvo acompañado en todo momento por una de las personas de su máxima confianza, un Sergio Rodríguez que ocupa el puesto cuatro de los populares en la lista presentada para el Congreso de los Diputados. Con el respaldo a Ruz y Rodríguez, el líder nacional del PP, Pablo Casado, ha querido aupar a dos de sus hombres más próximos en la provincia, a la vez que promocionarlos para intentar recuperar la Alcadía de la ciudad en un tradicional feudo socialista como es Elche.
