El pulso de última hora dentro del PP por el futuro de la diputada Elisa Díaz en la candidatura autonómica se ha saldado, finalmente, con su continuidad. Antes de las diez y media de esta mañana, el apoderado provincial de los populares, Adrián Ballester, ha registrado tanto la lista a las Cortes Valencianas como la papeleta al Congreso y el Senado. Finalmente, la presión de los "casadistas", especialmente de Elche, para meter a la jurista ilicitana Lucía Cerón en el puesto 4 de la candidatura autonómica, el que ocupaba la hija del exalcalde Luis Díaz Alperi, no ha surtido los efectos que esperaban y se ha resuelto con la continuidad de la parlamentaria, que tenía el respaldo de la cúpula regional y provincial.

Durante toda la jornada del domingo, desde que se suspendió el registro de las listas del PP con casi todos los aspirantes para hacerse la foto de cuerpo presente la Junta Electoral, se sucedieron los movimientos para propiciar la salida de Elisa Díaz y su relevo por Cerón. A lo largo de todo el día se dio por hecho que el presidente nacional del PP, Pablo Casado había activado el botón del relevo. A última hora de la noche, sin embargo, la tortilla empezó a dar la vuelta de nuevo.

Desde las filas de los partidarios de Casado alegaban que el nombre de la diputada Elisa Díaz podía aparecer en algún tipo de procedimiento judiciales, algo que la dirección provincial y regional descartaban. En todo caso, el conflicto obligó a retrasar la presentación de las listas y provocó un nuevo choque entre Madrid y València.

Elisa Díaz era una de las personas de confianza de Isabel Bonig y José Císcar además de una diputada muy próxima al vicesecretario regional del PP, José Juan Zaplana. Su continuidad no había estado nunca en duda durante la negociación de las listas. Oficialmente, el Partido Popular aseguró que el retraso en el registro de listas se debía "a un problema censal" cuando, en realidad, obedecía a un conflicto interno.