Ni denuncias, ni expedientes ni expulsiones. Pero sí mucha vergüenza ajena por lo ocurrido. El enfrentamiento que se vivió el pasado miércoles en el seno del grupo municipal socialista de Alicante, donde se hicieron públicas sus discrepancias en una red social, con descalificaciones incluidas, no va a ir mucho más lejos de un reunión interna «para hablar lo que ha ocurrido», sin ningún afán de buscar responsabilidades. El folletín comenzó con la publicación en el perfil de Facebook de la edil Gloria Vara, responsable de Infraestructuras y Cultura durante el gobierno de Gabriel Echávarri, de un pantallazo de WhatsApp, donde acusaba a la también concejala Rosana Arques de «vender al partido» y de ser «presuntamente deleznable». Después intervino la portavoz Eva Montesinos, que quiso calmar las aguas sin mucho éxito. Y más tarde la propia Gloria Vara trataba de justificar todo como que alguien «había hackeado» su teléfono. En una pirueta extra, la regidora señalaba al presidente local del PSOE, José Antonio López Berruti, de estar detrás de este asunto para ocultar una presunta prevaricación que habría cometido su hija, Lara López, a su vez número cuatro de la actual lista municipal socialista para los comicios del 26 de mayo, en el sindicato CC OO.
Ayer, el primero que quitó hierro al asunto fue el secretario local del PSPV-PSOE, Miguel Millana, al que le pareció «un hecho lamentable» pero «políticamente intrascendente». Millana avanzó que en la próxima reunión del grupo municipal, «si alguien saca el tema, se hablará, pero no se va tomar ninguna decisión política». No tan benévolo fue José Antonio López Berruti, mencionado por Gloria Vara, a la que dedicó unas palabras poco cariñosas: «La compañera no está en condiciones». El histórico dirigente socialista no cree que se llegue a tomar ninguna medida disciplinaria, sencillamente sentenció que «a las personas se les conoce por sus hechos». El secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, no atendió ayer las llamadas de este periódico. Una de las personas criticadas por Gloria Vara fue su compañera de grupo socialista, Rosana Arques, para la que este episodio es «irresponsable y bochornoso». Arques explicó el origen de la conversación, que parte de una consulta sobre las vocalías del consejo directivo del Teatro Principal. En todo caso, la edil reclamó una reunión de la ejecutiva «para hablar y que los compañeros sepan lo que ha pasado, no para abrir expedientes». Puestos a quitar tensión, Arques prefiere «dar respaldo al candidato y a la candidatura», en la que la edil figura en una plaza de relleno y sin ninguna posibilidad de repetir.
Interviene el sindicato
Otra persona que sale malparada de la bronca es Lara López, situada en un puesto de elección segura de la próxima candidatura local socialista. Este diario intentó ayer, sin éxito, conocer su postura, aunque su nombre fue defendido, aparte de por su padre, por la secretaria general de CC OO L'Alacantí-Les Marines, Consuelo Navarro. La sindicalista confirmó que López es afiliada del sindicato, que en 2015 fue delegada del comité de empresa en el Hospital de Elche, donde «presentó su dimisión como delegada por motivos personales». Navarro aseguró que «nunca hemos tenido ningún problema con su participación, ya fuera como delegada o afiliada, y no hay ningún expediente de expulsión ni nada parecido». La sindicalista lamentó que «sea tan fácil recurrir a estas mentiras y se involucre a CC OO». Mientras, Gloria Vara confirmaba que está «a la espera de la decisión del partido» sobre el conflicto que se ha generado. La edil habló de «problema entre compañeras», porque «está comprobado que me han hackeado el teléfono, pero no lo voy a denunciar. Que opine el partido». De momento, ayer la dirección del partido dio un paso... a un lado.
