Limpieza en las candidaturas del PP al Congreso y el Senado. La dirección popular con mando en plaza desde Génova, aún con tensiones y dificultades para cuadrar un «sudoku» que tiene menos casillas con cargos asegurados, empezó a dibujar un panorama en el que los partidarios de Pablo Casado van a copar las candidaturas por Alicante al Congreso -aún cerrándose- y el Senado, ya con un número uno oficial: el ilicitano Pablo Ruz. Unas listas que van a experimentar una importantísima renovación. Una limpieza casi total con la intención de perfilar un grupo de parlamentarios en Madrid a la medida de Casado que, de esta manera, se blinda con un equipo de plena confianza en el caso de que pueda gobernar pero también se atrinchera como estrategia de resistencia en el supuesto de que se tenga que quedar en la oposición. Plan A y plan B. Previsión ante lo que ocurra.
La primera figura que cambiará en el tablero del PP será la del Senado. Tal y como adelantó este periódico hace 48 horas, el ilicitano Pablo Ruz compaginará su papel como alcaldable en su ciudad con el de candidato del PP al Senado en los comicios del próximo 28 de abril. Una fórmula que servirá para promocionarle y, a la vez, de cara a intentar arrastrar votos en uno de los grandes núcleos de población de la provincia. De esta manera, los afines a Pablo Casado colocan a una de las personas más próximas al líder nacional del PP -son amigos personales- en esa batalla decisiva de la doble cita de generales y autonómicas. La designación de Ruz, miembro de la Junta Directiva Nacional del PP, encaja en el perfil que Casado ha imprimido a las candidaturas para el Senado en toda España: dirigentes de su absoluta confianza, vinculados al municipalismo y que concedan un plus de novedad a la oferta política de la marca.
La decisión, desde luego, tiene como objetivo generar un nuevo liderazgo no solo entre los seguidores de Pablo Casado sino también a nivel provincial. Otra cosa es si Pablo Ruz acaba aprovechando esa oportunidad. A principios de marzo, Casado protagonizó su primer gran acto de precampaña en Elche -una cena para 600 mujeres coincidiendo con el 8 de marzo- junto al alcaldable ilicitano y ahora aspirante al Senado. La jugada de lanzar a Pablo Ruz es una decisión personal de Pablo Casado que, además, implica por completo a Ruz en una campaña que, con posterioridad, tendrá una repercusión directa en lo que pueda ocurrir en las elecciones municipales de mayo. La confirmación de este nombramiento obliga, efectivamente, a reordenar el resto de la lista del Senado toda vez que los populares dan por hecho que, en esta ocasión, solo suman opciones de lograr un único escaño frente a los tres de los que hasta ahora disponían.
Falta por ver, por tanto, cómo se recolocan los senadores que se quedan fuera de los puestos de salida de la lista alicantina. Asunción Sánchez Zaplana no tendría hueco en ninguna candidatura. Adela Pedrosa, miembro de la Mesa del Senado durante esta legislatura, podría seguir de segunda en la Cámara Alta sin garantía de resultar elegida o pasar a las Cortes Valencianas. Y Agustín Almodóbar, con buenos contactos en Génova, podría acabar en la lista del Congreso, que va a sufrir un cambio de arriba a abajo. En las negociaciones que anoche se mantenían abiertas para esa candidatura, ninguno de los cinco diputados que ha tenido el PP durante este mandato tendría opciones de aparecer en puestos de elección segura: tres o, como mucho, cuatro frente a los cinco de los que ahora disponen los populares. Ya estaban descartados José Manuel García Margallo, Loreto Cascales y Lola Alba pero tampoco tendrán opciones, confirmaron fuentes conocedoras de los contactos, ni Joaquín Albaladejo ni tampoco Gerardo Camps, que se había ido salvando por la campana elección tras elección.
Como número dos de César Sánchez, avanzado también por este periódico, volverá a la primera línea política la veterana Macarena Montesinos que, de esta manera, retornaría al Congreso a pesar de que su nombre no agradaba ni a la dirección provincial ni tampoco a la regional por su pasado como colaboradora de Eduardo Zaplana y Joaquín Ripoll. Tiene amistad con Pablo Casado pero, sobre todo, con su segundo de a bordo: el murciano Teodoro García Egea, el hombre que está cuadrando las candidaturas. Aunque está sin cerrar y con todo abierto, al cierre de la edición se barajaba que Agustín Almodóbar pasara al Congreso como número tres. Quizá hoy sea ya oficial la candidatura al Congreso de los Diputados.
El desbloqueo de la lista para el Senado ya permitió empezar a vislumbrar lo que, en estos momentos, parece un gran caballo de batalla por resolver: el encaje de las candidaturas autonómicas. La líder regional del PP, Isabel Bonig, mantuvo contactos con García Egea y en Madrid ya tienen un listado con la propuesta final de la candidata a la Generalitat que, en lo esencial, respeta el núcleo fundamental de diputados que ha terminado el curso en las Cortes. A última hora de la noche, estaba claro que el presidente provincial del PP, José Císcar, como adelantó este periódico, será el número uno a las Cortes Valencianas por Alicante con la secretaria regional, la oriolana Eva Ortiz, ocupando un puesto de relevancia de la lista. A pesar de las tensiones internas, no estaría en peligro su continuidad. Otros diputados como José Juan Zaplana, Nando Pastor, Elisa Díaz o Reme Yáñez figurarían también en una candidatura en la que los partidarios de Pablo Casado quieren colocar alguna cuota que coloque su sello no sólo en Madrid sino también en el hemiciclo de las Cortes Valencianas.
El exconseller Fernando de Rosa, por Valencia
En la lista al Senado por la provincia de Valencia, el presidente nacional del PP, Pablo Casado, ha sacado del baul de los recuerdos a Fernando de Rosa, antiguo conseller de Justicia con Francisco Camps y que está muy próximo al discurso ultraconservador que está desplegando Casado en esta precampaña. Será el número uno para hacer tándem con la joven Belén Hoyo, que va al Congreso. En Castellón, la número uno a la Cámara Alta será Salomé Pradas.
Bonig defiende la educación concertada y se compromete a reponer aulas suprimidas
La presidenta regional del PP critica en Alcoy la gestión de Marzà y reivindica la «libertad de los padres a decidir»
La presidenta regional del PP, Isabel Bonig, hizo ayer una defensa cerrada de la educación concertada. En visita en Alcoy, la candidata popular a la Generalitat se reunió con directores de centros educativos concertados y representantes de AMPAS, comprometiéndose «a recuperar todas las aulas de concertada que ha quitado el Botànic en estos años, porque la demanda social existe» si accede al gobierno de la Generalitat tras las elecciones del 28 de abril. Bonig destacó a la salida del encuentro que «la presencia de la concertada en Alcoy es muy importante», ya que cuenta con nueve centros. A nivel autonómico, representa más del 35%. La popular insistió en «mantener la libertad de los padres a decidir» y en recordar que «la red de escuelas concertadas es tan pública como la pública», aunque, a su juicio, se han visto afectados «por las políticas del PSPV y Compromís de limitar la libertad» de las familias.
En esa línea, Bonig aseveró que le «preocupa mucho» el Proyecto de Ley presentado por el gobierno socialista de Pedro Sánchez en el que se elimina «la demanda social para la educación concertada». A criterio de la dirigente popular, esa medida es la que permite «a los padres elegir libremente el centro que quieren para sus hijos». Por eso, señaló que es importante «concienciar a los equipos directivos de los centros, a los trabajadores, a los sindicatos y a las familias sobre que el próximo 28 de abril, cuando se vote en las elecciones nacionales y autonómicas la gente elegirá entre un modelo de imposición y un modelo que reivindica el PP que es el de libertad absoluta».
Impuestos
Previamente la presidenta de los populares en la Comunidad visitó la empresa juguetera Injusa, en Ibi, donde se reunió también con el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, y el director del Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU), Manuel Aragonés. En este caso, según Bonit, el sector les reclamó «una bajada de impuestos» y mostró la necesidad de crear ciclos de Formación Profesional (FP) Dual. «Los empresarios quieren que haya formación que se adapte a las necesidades de la industria» y por tanto ésta, según Bonig, «debe ser pactada y concertada con ellos».
