La alta tensión que se vive en el grupo municipal socialista en Alicante, donde ningún concejal repetirá en la Corporación que surja de las elecciones del 26 de mayo, saltó ayer a las redes sociales. Sin filtros. Y lo hizo porque la edil Gloria Vara, exresponsable de Infraestructuras y Cultura durante el gobierno de Gabriel Echávarri, publicó en redes un extracto de una conversación en el grupo de los concejales socialistas, al que también pertenece el secretario local de Organización, Pedro Ródenas.

En el pantallazo de WhatsApp subido a su perfil de Facebook, Vara acusaba a la también concejala Rosana Arques de «vender al partido» y de ser «deleznable», eso sí, siempre «presuntamente». Y no se quedó ahí, sino que también mandaba callar, de malas formas, a la portavoz Eva Montesinos, que tomó parte en la conversación para intentar, eso sí, sin mucho éxito, calmar las aguas entre los suyos: «Acabo de leer los mensajes y no doy crédito. Aquí nadie es mejor que nadie ni más que nadie y si alguno tiene algo que reprocharse que se lo diga a la cara. Este es un foro de trabajo». La respuesta de Vara, que repitió, según la captura, dos veces, fue explícita: «Cállate».

La conversación, ya fuera de los ojos de todos, fue en un tono aún más elevado. La edil Vara, previamente, había tildado de «presunta delincuente» a Arques, a la que también menospreció por «no tener ni el graduado escolar», según explicaron ayer fuentes socialistas.

Siete horas después de que el extracto de la conversación se subiese a la red, junto a un texto ininteligible («Aaa Dresdes»), la concejala socialista negó los hechos. Aseguró que ella no había publicado nada en Facebook («Yo ahí no publico nada; bueno, o casi nada»), para minutos después negar también haber participado en la conversación en el grupo de WhatsApp [en la imagen, sus palabras aparecen en el margen derecho, lo que indicaría que la captura se ha realizado desde su móvil]. «Yo no he colgado nada, mañana [por hoy] lo llevaré a Fiscalía. Yo no he hackeado [sic] mi Facebook ni mi WhatsApp. Que vayan a declarar Eva Montesinos y Rosana Arques. Bueno, que vayan a declarar todos», explicó Vara ayer a preguntas de este diario, para acabar apuntando en sus acusaciones al presidente local del partido, José Antonio López Berruti. El dirigente socialista fue quien aupó a Vara a los puestos de salida en las últimas municipales, aunque en esta ocasión ha optado por reclamar espacio para su hija, Lara López, que va en posición para tener acta en la lista encabezada por Francesc Sanguino. «Berruti sabe el motivo [del supuesto hackeo]. Su hija está en el número cuatro, y eso que la tiraron de CC OO por prevaricar. Ahora quiere ocultar todo eso», argumentó ayer Vara como supuesto motivo para «hackear» su WhatsApp y también su Facebook. Este diario intentó, sin éxito, conocer la postura del partido a través de su secretario local, Miguel Millana.

Nadie repite

Nadie sabe en el grupo municipal por qué Vara publicó supuestamente ese extracto de una conversación que también tuvo otros momentos de alta tensión. Al cierre de esta edición, el mensaje continuaba a la vista de todos en el perfil de la concejala. Ella, al igual que el resto de miembros del grupo, no repetirá en la Corporación. De hecho, la única que ha sido incluida en la lista municipal liderada por Sanguino ha sido Arques, de Izquierda Socialista y afín a Montesinos, aunque en un puesto de relleno: el doce. En las últimas municipales, los socialistas lograron seis ediles.

El único edil actual que, vistas las candidaturas socialistas a las municipales, autonómicas y generales, puede tener cargo público el próximo mandato es Carlos Giménez, que finalmente será el «número tres» al Senado, ocupando el puesto al que había sido relegado Ángel Franco por Ferraz. Montesinos, la actual portavoz, perdió las primarias frente a Sanguino, candidato avalado por Puig y Franco, que controla la agrupación del PSOE en la capital alicantina. Ella, como el resto de ediles, fue vetada por Sanguino para los puestos de salida. El candidato no quería reminiscencias en su equipo del polémico gobierno del tripartito, liderado por Echávarri. Así, en un grupo municipal en el que nadie seguirá en la Corporación que salga de las urnas el 26-M, la tensión es máxima, y a nadie extrañó del todo que se hiciera pública ayer, aunque sí las formas: con una captura de una conversación de WhatsApp.