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Rebaja la campaña ideológica

Rivera intenta dar un giro al mensaje de Cs en la Comunidad

Evita en València el conflicto lingüístico y el anticatalanismo de Toni Cantó para centrarse en temas autonómicos

Albert Rivera ayer en su visita a la falla El Pilar, en València, saludando a los turistas y visitantes FERNANDO BUSTAMANTE

Albert Rivera se dio ayer un baño de multitudes en València. Su visita a las Fallas fue una declaración de intenciones. Primero, porque solo habló en clave autonómica de dos temas fundamentales de la agenda política dejando a un lado la cuestión ideológica que preside la campaña de Toni Cantó: la financiación autonómica y el corredor mediterráneo. Rivera lanzó un alegato en favor de un sistema de financiación «justo y transparente» que promoverá a través de una nueva ley. No concretó más, pero se comprometió a corregir la infrafinanciación (que el Consell cifra en 20.000 millones) que ni el PP ni el PSOE han abordado y han dejado «empantanada» durante cinco años.

El compromiso de Rivera con los valencianos y su reivindicación histórica coincide con el apoyo brindado en Navarra a UPN, partido con el que Cs concurrirá en las elecciones generales, autonómicas y municipales también con el PP. El pacto con el partido foralista para frenar a los independentistas vascos contrasta con la postura anterior de Ciudadanos, que buscaba abolir los «privilegios» de la comunidad Navarra. La reforma del sistema de financiación para igualar el reparto a las autonomías y que beneficiaría a la Comunidad Valenciana colisiona de frente con lo que propone el partido navarro, que busca mantener los fueros históricos y el sistema fiscal foral del que goza la autonomía.

El presidente de Cs propuso ayer que el nuevo sistema de financiación refleje «los ingresos y los costes» de cada comunidad autónoma y todas participen en un fondo común «para sanidad, educación o justicia». «La Comunidad tiene que dar pasos como otras comunidades que necesitan pagar los servicios sociales o tener infraestructuras de primer nivel», señaló. Rivera puso al mismo nivel de prioridad en su compromiso con los valencianos finalizar el corredor mediterráneo, una obra que espera que sea una realidad «cuando termine la siguiente legislatura», que espera liderar. En su ruta por las fiestas falleras que terminó en la mascletà, estuvo acompañado por los candidatos valencianos, que se mantuvieron en un discreto segundo plano en favor del presidente de su partido. Toni Cantó cedió todo el protagonismo a Rivera y a la marca, cuyo discurso estuvo lejos de coincidir con el del aspirante a la Generalitat, mucho más marcado ideológicamente contra la política lingüística y el catalanismo.

A colación de los nuevos fichajes en clave nacional con Edmundo Bal y Marcos de Quinto, Rivera fue preguntado por Rocío Gil, Fallera Mayor en 2018 y militante desde hace varios años. Recientemente ha estado muy activa en los actos de partido, por lo que podría obtener un puesto en las candidaturas. «Sería un honor», y aseguró que estaría encantado de que formara parte del equipo «en València, en la Comunidad o en España». Durante la visita a una falla de València, la presencia de Albert Rivera soliviantó los ánimos de los turistas. Se escucharon gritos de apoyo como «Rivera, presidente» o de rechazo con «fuera, fuera» o «Rivera, gira a la izquierda». También hubo un encontronazo entre dos asistentes a costa de la aplicación del 155.

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