Otra de las «patatas calientes» que se han tratado este fin de semana en Ferraz, las listas municipales de la segunda y tercera ciudad alicantinas, tuvieron suerte desigual. En el caso de Elche, su candidatura municipal, tal y como venía anunciando este periódico, se quedará igual que fue remitida a Madrid, a pesar del criterio en contra del alcalde Carlos González.
Es decir, Alejandro Soler la gana el combate a Carlos González, que solo ha podido situar en puesto de salida, en el número 8, a la edil de Hacienda Ana Arabid. El resto de la lista, que en un principio fue suspendida por el Comité Provincial hace unos días, se ha ratificado si tener en cuenta las peticiones del primer edil socialista, que aspira a revalidar el cargo en los comicios del 26 de mayo.
Por su parte, en la candidatura municipal de Torrevieja se ha llegado a una decisión salomónica que no agrada a ninguna de las dos partes que estaban enfrentadas. La negociación a tres bandas entre el candidato Andrés Navarro, el PSPV y la dirección federal del PSOE han llevado a la concejala y diputada provincial Fanny Serrano hasta el número 4 y al secretario local Javier Manzanares hasta el puesto 7, aunque a este último no le gusta esta posibilidad. Incluso, está barajando la posibilidad de dimitir de su cargo al frente de la ejecutiva socialista de la ciudad salinera. Para el resto de posiciones, se mantiene a Ana Pérez como segunda, Rodolfo Carmona en el cinco, seguido por Noelia Cabeza, que se ser la cuarta en la propuesta del candidato, pasa hasta el puesto seis.
Sin sorpresas en el Congreso
De todas las candidaturas que debían pasar este último fin de semana por el Comité Federal del PSOE, donde no se han alterado los nombres han sido en la lista al Congreso de los Diputados. En este caso, la candidatuta queda como estaba con el ministro de Ciencia, Pedro Duque al frente, la alcoyana Patricia Blanquer como número 2, el ilicitano Alejandro Soler en el tercer puesto, y la alcaldesa de Santa Pola, Yolanda Seva en el cuarto puesto. Es decir, más control «sanchista».
